nutrición

El hierro: Funciones y fuentes

El hierro es uno de los elementos más importantes para el funcionamiento adecuado del cuerpo humano. Este mineral se encuentra en numerosos alimentos y tiene varias formas químicas en las que se presenta. La bioquímica del hierro es compleja, ya que se encuentra en diversas combinaciones dentro del cuerpo, y cada una de estas combinaciones cumple con funciones específicas en la fisiología humana.

Composición química y funciones del hierro en el organismo

El hierro es un componente esencial de varias proteínas y enzimas en el cuerpo humano. La más conocida de estas proteínas es la hemoglobina, que se encuentra en los glóbulos rojos de la sangre y es responsable de transportar oxígeno desde los pulmones hasta los tejidos y órganos del cuerpo. Además, el hierro es un componente clave de mioglobina, una proteína que almacena oxígeno en los músculos.

El hierro también participa en varias reacciones enzimáticas y procesos metabólicos, incluyendo la producción de energía celular. Al estar presente en las enzimas, el hierro facilita las reacciones de oxidación y reducción que son esenciales para la respiración celular.

Fuentes de hierro en la dieta

El hierro se obtiene principalmente a través de la alimentación, y existen dos tipos de hierro que se encuentran en los alimentos:

  1. Hierro hemo: Este tipo de hierro se encuentra en los alimentos de origen animal, como carnes rojas, aves, pescado y mariscos. El hierro hemo es más fácilmente absorbido por el cuerpo humano debido a su estructura química.

  2. Hierro no hemo: Este tipo de hierro se encuentra en los alimentos de origen vegetal, como legumbres, espinacas, frutos secos, semillas y cereales integrales. A pesar de ser más abundante en la dieta, el hierro no hemo es menos fácilmente absorbido por el cuerpo, por lo que se recomienda consumirlo junto con alimentos ricos en vitamina C, que mejoran su absorción.

Absorción y metabolismo del hierro

La absorción del hierro se produce principalmente en el intestino delgado, en el duodeno y el yeyuno, aunque una pequeña cantidad puede ser absorbida en otras partes del tracto gastrointestinal. La absorción del hierro depende de varios factores, incluidos los niveles de hierro en el cuerpo, el tipo de hierro ingerido y la presencia de otros compuestos en la dieta que puedan interferir o facilitar su absorción.

Por ejemplo, el calcio, presente en productos lácteos y suplementos, puede inhibir la absorción de hierro no hemo, mientras que la vitamina C, presente en cítricos, tomates y pimientos, facilita la absorción del hierro no hemo. Otros compuestos, como los fitatos y los taninos (presentes en alimentos como los granos y el té), pueden dificultar la absorción del hierro.

Una vez absorbido, el hierro se transporta por el cuerpo a través de la proteína transferrina, que lo lleva a diversos tejidos y órganos. En el hígado, el hierro puede almacenarse en forma de ferritina, y también se puede utilizar para sintetizar hemoglobina en los glóbulos rojos. Cualquier exceso de hierro se almacena en los tejidos en forma de ferritina o hemosiderina, protegiendo al cuerpo de los efectos tóxicos de un exceso de hierro libre.

Deficiencia de hierro y sus consecuencias

La deficiencia de hierro es una de las deficiencias nutricionales más comunes en todo el mundo, especialmente en mujeres en edad fértil, niños pequeños y personas con dietas pobres en hierro. La deficiencia de hierro puede llevar a una condición conocida como anemia ferropénica, que se caracteriza por una disminución en la cantidad de hemoglobina en la sangre. Esto puede resultar en síntomas como fatiga, debilidad, palidez, dificultad para concentrarse, y en casos graves, alteraciones en el desarrollo cognitivo y físico, especialmente en los niños.

Los factores que aumentan el riesgo de deficiencia de hierro incluyen:

  • Pérdida excesiva de sangre: Como en el caso de las menstruaciones abundantes en mujeres o hemorragias internas.
  • Necesidades aumentadas: En el embarazo, la lactancia o el crecimiento infantil.
  • Baja ingesta dietética: Especialmente en dietas vegetarianas o veganas, que carecen de fuentes de hierro hemo.
  • Trastornos de absorción: Como en enfermedades como la enfermedad celíaca o la enfermedad de Crohn, que afectan la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes.

Exceso de hierro y sus riesgos

Si bien la deficiencia de hierro es un problema común, el exceso de hierro también puede ser perjudicial para la salud. La sobrecarga de hierro, conocida como hemocromatosis, puede ocurrir cuando el cuerpo absorbe más hierro del que necesita y no puede eliminar el exceso de manera eficiente. Este exceso de hierro se acumula en los órganos, especialmente en el hígado, el corazón y el páncreas, y puede causar daños a largo plazo, incluyendo enfermedades hepáticas, diabetes y problemas cardíacos.

La hemocromatosis puede ser hereditaria, pero también puede ser causada por transfusiones de sangre repetidas o el consumo excesivo de suplementos de hierro. El tratamiento para la hemocromatosis incluye la flebotomía (extracción de sangre) para reducir los niveles de hierro en el cuerpo, así como el uso de quelantes del hierro, que son medicamentos que ayudan a eliminar el exceso de hierro.

El hierro en la prevención y tratamiento de enfermedades

El hierro juega un papel crucial en la salud general y la prevención de diversas enfermedades. La anemia ferropénica, por ejemplo, puede prevenirse y tratarse fácilmente con suplementos de hierro o con cambios en la dieta. Sin embargo, es importante no autoadministrarse suplementos sin la recomendación de un profesional de la salud, ya que el exceso de hierro también puede ser perjudicial.

En casos de anemia, el tratamiento adecuado puede incluir la ingesta de hierro a través de suplementos o cambios en la dieta. Los suplementos de hierro, como el sulfato ferroso, son una opción común, pero su absorción puede verse afectada por diversos factores, por lo que es importante seguir las recomendaciones médicas para asegurar una correcta absorción y evitar efectos secundarios, como el estreñimiento o la irritación gástrica.

Además de tratar la deficiencia de hierro, este mineral también es importante en el tratamiento de ciertas condiciones médicas. Por ejemplo, el hierro es fundamental para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, y su deficiencia puede comprometer la capacidad del cuerpo para defenderse de infecciones. De manera similar, las personas que se someten a cirugía o que experimentan heridas graves pueden necesitar un aporte adicional de hierro para promover una adecuada recuperación.

Conclusión

El hierro es un mineral esencial para el bienestar humano, desempeñando roles fundamentales en la producción de hemoglobina, la transferencia de oxígeno, y muchas otras funciones vitales. Su presencia en la dieta debe ser equilibrada, ya que tanto la deficiencia como el exceso de hierro pueden tener efectos negativos en la salud. Una ingesta adecuada de hierro a través de fuentes alimentarias o suplementos, según las necesidades individuales, es crucial para mantener un organismo saludable y prevenir trastornos como la anemia ferropénica o la sobrecarga de hierro.

Es importante considerar que, en el caso de cualquier deficiencia o exceso de hierro, el asesoramiento de un profesional de la salud es fundamental para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Botón volver arriba