Medicina y salud

Eficacia de los desinfectantes de manos

¿Son eficaces los desinfectantes de manos en la lucha contra los virus?

En los últimos años, especialmente tras la pandemia de COVID-19, el uso de desinfectantes de manos ha aumentado considerablemente como una medida para reducir la transmisión de virus y bacterias. Estos productos, que suelen contener alcohol como principal ingrediente activo, se comercializan como una forma práctica y rápida de mantener nuestras manos libres de gérmenes cuando no es posible lavarlas con agua y jabón. Pero, ¿realmente son efectivos los desinfectantes de manos para combatir los virus? Para responder a esta pregunta, es necesario comprender cómo funcionan estos productos, qué virus pueden eliminar y bajo qué condiciones.

¿Cómo funcionan los desinfectantes de manos?

Los desinfectantes de manos se componen principalmente de alcohol (etanol o isopropanol), aunque también pueden incluir otros ingredientes como glicoles, emolientes y agentes hidratantes para evitar la sequedad de la piel. El alcohol es un desinfectante potente que actúa eliminando las membranas lipídicas de los virus y las bacterias, lo que provoca su destrucción. El principio básico detrás del alcohol es su capacidad para disolver las grasas que forman parte de la envoltura de muchos virus, especialmente aquellos con una membrana lipídica, como los coronavirus, que incluye el SARS-CoV-2, responsable del COVID-19.

Cuando se aplica un desinfectante en las manos, el alcohol entra en contacto con los gérmenes y los inactiva, evitando que puedan reproducirse o infectar a la persona. Para que esta acción sea efectiva, es crucial que el desinfectante contenga al menos un 60% de alcohol. Los desinfectantes con menos concentración no tienen la misma capacidad para eliminar los virus y bacterias, lo que puede generar una falsa sensación de seguridad.

Tipos de virus que pueden eliminar los desinfectantes de manos

El alcohol en los desinfectantes es eficaz contra una amplia variedad de microorganismos, incluidos muchos virus y bacterias. Sin embargo, no todos los virus son igualmente susceptibles al alcohol. Los desinfectantes de manos son más efectivos contra los virus envueltos, como los mencionados anteriormente (coronavirus, influenza, herpes, entre otros), ya que su estructura lipídica facilita la acción del alcohol.

Por ejemplo:

  1. Coronavirus (incluyendo SARS-CoV-2): Estos virus tienen una envoltura lipídica, por lo que los desinfectantes de manos con al menos un 60% de alcohol son altamente efectivos para destruirlos.
  2. Virus de la gripe (influenza): Al igual que los coronavirus, estos también son virus envueltos y, por lo tanto, son susceptibles al alcohol.
  3. Virus del herpes simple: Este virus también tiene una membrana lipídica, lo que lo hace vulnerable al alcohol.

Sin embargo, no todos los virus son igual de sensibles al alcohol. Los virus no envueltos, como el norovirus (que causa gastroenteritis) o el virus de la hepatitis A, son más resistentes a la acción del alcohol y requieren métodos de desinfección más específicos, como el uso de desinfectantes que contengan cloro o una combinación de alcohol y otros agentes químicos.

¿Son los desinfectantes de manos suficientes?

A pesar de su efectividad, los desinfectantes de manos no deben considerarse como una solución única en la lucha contra los virus. Aunque son una herramienta muy útil cuando no se dispone de agua y jabón, no sustituyen el lavado adecuado de manos. El lavado de manos con agua y jabón es más efectivo porque no solo elimina los virus y bacterias, sino que también elimina la suciedad y otros contaminantes que pueden estar presentes en las manos.

Un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos demostró que el lavado de manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos es una de las formas más efectivas para eliminar la mayoría de los gérmenes, incluidos los virus. Esto se debe a que el jabón descompone las grasas y aceites que pueden atrapar a los virus en la piel, mientras que el agua ayuda a arrastrar esas partículas. Además, el jabón ayuda a eliminar la suciedad visible y otras impurezas que los desinfectantes de manos pueden no poder abordar.

En resumen, el desinfectante de manos es una herramienta útil para complementar la higiene de manos, pero no debe reemplazar el lavado adecuado con agua y jabón cuando sea posible. Su efectividad depende de factores como el contenido de alcohol (debe ser superior al 60%), la cantidad de producto aplicado y el tiempo que se permite que el desinfectante permanezca en las manos para actuar. Si no se aplica correctamente o no se usa el tipo adecuado, la eficacia del desinfectante puede verse comprometida.

¿Cuándo es necesario usar un desinfectante de manos?

Los desinfectantes de manos son más efectivos en situaciones en las que el acceso a agua y jabón es limitado o cuando no se dispone de tiempo suficiente para realizar un lavado completo. Algunas de las situaciones más comunes en las que se recomienda el uso de desinfectantes son:

  1. Después de tocar superficies públicas: Las superficies de alto contacto, como pomos de puertas, botones de ascensores, pasamanos, mesas y teclados de computadoras, son puntos críticos donde los virus y bacterias pueden estar presentes.
  2. Al estar fuera de casa: Si se visita lugares como centros comerciales, estaciones de transporte público o restaurantes, el uso de desinfectante de manos puede reducir el riesgo de contaminación.
  3. Antes y después de comer: Si no hay acceso a un baño o lavabo, un desinfectante de manos puede ayudar a reducir la carga microbiana antes de comer y tras el consumo de alimentos.
  4. Después de toser, estornudar o tocar la cara: El desinfectante puede ser útil cuando no se puede lavarse las manos inmediatamente después de estos comportamientos, que pueden propagar virus de las vías respiratorias.

Limitaciones del desinfectante de manos

Aunque el desinfectante de manos es una herramienta valiosa, tiene ciertas limitaciones que deben tenerse en cuenta. Algunas de las más importantes incluyen:

  1. No elimina toda la suciedad: El desinfectante de manos no elimina la suciedad visible, como grasa o restos de comida. En estos casos, el lavado con agua y jabón sigue siendo esencial.
  2. No reemplaza el lavado de manos completo: Como ya se mencionó, los desinfectantes no eliminan todos los tipos de gérmenes y no son tan efectivos en todas las situaciones.
  3. Efectos en la piel: El uso frecuente de desinfectantes con alto contenido de alcohol puede causar sequedad y agrietamiento en la piel. Para mitigar estos efectos, muchos desinfectantes incluyen agentes hidratantes, pero incluso con ellos, el uso excesivo puede causar irritaciones.

Conclusión

Los desinfectantes de manos son una herramienta importante en la lucha contra los virus, especialmente cuando el acceso a agua y jabón es limitado. Son altamente efectivos contra los virus envueltos, como los coronavirus y la gripe, y pueden reducir significativamente el riesgo de propagación de enfermedades. Sin embargo, no deben reemplazar el lavado adecuado de manos, que sigue siendo la opción más efectiva cuando se dispone de acceso a agua y jabón.

El uso correcto de los desinfectantes de manos, combinado con otras medidas de prevención como el distanciamiento social y el uso de mascarillas, puede ser clave para controlar la propagación de enfermedades virales. A medida que la ciencia avanza, es importante mantenerse informado sobre las mejores prácticas y las recomendaciones de las autoridades sanitarias para proteger nuestra salud y la de los demás.

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