Dinamarca y su legado en el balonmano: Historia del equipo nacional masculino de balonmano
El equipo nacional masculino de balonmano de Dinamarca ha dejado una marca indeleble en la historia del deporte, siendo una de las selecciones más exitosas y respetadas a nivel mundial. A lo largo de los años, la selección ha sido conocida no solo por su habilidad técnica y táctica en el juego, sino también por su capacidad para formar jugadores de clase mundial y su compromiso con la excelencia tanto en competiciones europeas como internacionales. La historia del balonmano en Dinamarca es una mezcla de pasión, tradición y, sobre todo, éxito.
Historia y origen del balonmano en Dinamarca
El balonmano es un deporte con profundas raíces en Dinamarca, cuyo desarrollo y crecimiento se remonta a principios del siglo XX. Fue en 1936 cuando el equipo danés debutó en unos Juegos Olímpicos, aunque en ese momento el balonmano se jugaba al aire libre. Sin embargo, la versión moderna del balonmano en pista se popularizó en el país en las décadas posteriores, sentando las bases para lo que sería una de las potencias europeas en este deporte.
El balonmano se institucionalizó en Dinamarca con la fundación de la Federación Danesa de Balonmano (Dansk Håndbold Forbund) en 1935, lo que permitió un mayor desarrollo del deporte tanto a nivel local como internacional. Desde entonces, el balonmano ha ocupado un lugar destacado en la cultura deportiva danesa, y su equipo nacional ha sido un protagonista constante en las competiciones más prestigiosas.
Primeros años de éxitos
El equipo nacional masculino de Dinamarca logró sus primeros éxitos internacionales a mediados del siglo XX. En 1967, el equipo alcanzó la final del Campeonato Mundial de Balonmano Masculino, organizado por Suecia, donde consiguió una histórica medalla de plata tras caer ante Checoslovaquia. Este subcampeonato marcó un hito para el balonmano danés, ya que colocó al país en el mapa como una potencia emergente en el deporte.
Durante las décadas de los 70 y 80, Dinamarca continuó desarrollándose como una fuerza importante en el balonmano europeo, aunque no logró sumar más títulos importantes en ese período. Sin embargo, el balonmano siguió creciendo en popularidad y el país continuó formando jugadores con gran potencial, preparándose para la era dorada que estaba por venir.
La era moderna: Renacimiento y gloria
A principios del siglo XXI, Dinamarca experimentó un renacimiento en el balonmano, consolidándose como una potencia a nivel mundial. Bajo la dirección de entrenadores visionarios y con una generación de jugadores de gran talento, el equipo nacional danés empezó a ganar trofeos de manera constante.
Uno de los momentos más significativos en la historia reciente del equipo danés fue su victoria en el Campeonato Europeo de Balonmano Masculino de 2008, celebrado en Noruega. En aquella ocasión, Dinamarca, liderada por el técnico Ulrik Wilbek y jugadores como Mikkel Hansen, derrotó a Croacia en la final, logrando su primer título europeo. Esta victoria fue el resultado de años de trabajo y dedicación, y cimentó a Dinamarca como uno de los equipos más temidos de Europa.
El éxito continuó en 2012, cuando Dinamarca volvió a ganar el Campeonato Europeo, esta vez en Serbia. En esta edición, el equipo danés mostró un nivel de juego impresionante, superando a selecciones de renombre como España y Croacia. El segundo título europeo confirmó que Dinamarca no era un simple equipo revelación, sino una de las grandes potencias del balonmano mundial.
Dominio en los Campeonatos Mundiales
A pesar de sus éxitos en Europa, el ansiado título mundial se le escapaba a Dinamarca, que había alcanzado varias veces las fases finales del Campeonato Mundial de Balonmano Masculino. Sin embargo, en 2019, el equipo danés finalmente conquistó el mundo en un torneo celebrado en su propio territorio, en conjunto con Alemania. Dinamarca ganó el Campeonato Mundial de 2019 con una actuación impecable, derrotando a Noruega en la final con un contundente 31-22, coronándose así campeones del mundo por primera vez en su historia.
El equipo, liderado por el entrenador Nikolaj Jacobsen y con jugadores clave como Mikkel Hansen, Niklas Landin y Rasmus Lauge, no solo ganó el torneo, sino que lo hizo invicto, demostrando un nivel de juego y consistencia que pocos equipos han logrado en la historia de los mundiales.
En 2021, Dinamarca repitió la hazaña, ganando su segundo Campeonato Mundial consecutivo en Egipto, donde nuevamente mostró su poderío en el balonmano internacional al derrotar a Suecia en la final. Esta victoria consolidó el estatus de Dinamarca como una superpotencia en el balonmano, capaz de dominar tanto a nivel europeo como mundial.
Los Juegos Olímpicos: La culminación del éxito
El único trofeo importante que le faltaba a la selección danesa era el oro olímpico, pero eso cambió en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. En esa ocasión, Dinamarca tuvo un torneo memorable, derrotando a equipos poderosos como Croacia en cuartos de final y a Francia en la gran final. La victoria sobre Francia, que había sido el equipo dominante en los últimos Juegos Olímpicos, marcó un punto culminante en la historia del balonmano danés. Mikkel Hansen, una de las figuras más destacadas de ese torneo, fue clave en la obtención del oro, que se convirtió en el primer título olímpico en la historia de la selección.
El impacto de los jugadores estrella
Uno de los factores que ha contribuido al éxito sostenido de Dinamarca en el balonmano ha sido la aparición de jugadores excepcionales que han llevado al equipo a nuevos niveles de excelencia. Mikkel Hansen, por ejemplo, ha sido uno de los mejores jugadores de balonmano del mundo durante más de una década. Su capacidad para anotar goles en situaciones difíciles, su visión de juego y su habilidad técnica lo han convertido en un referente tanto en la selección como en los clubes europeos.
Niklas Landin, el portero estrella, también ha sido una pieza clave para los éxitos de Dinamarca. Con su capacidad para realizar paradas espectaculares y su liderazgo dentro del equipo, Landin ha sido un factor decisivo en muchos de los títulos obtenidos por la selección.
Jugadores como Rasmus Lauge, Henrik Møllgaard y Lasse Svan también han dejado una huella importante en el equipo, contribuyendo tanto con su talento individual como con su trabajo colectivo.
Un estilo de juego distintivo
El equipo danés es conocido por su estilo de juego dinámico, que combina velocidad, precisión y una fuerte organización táctica. El balonmano moderno exige no solo fuerza física, sino también una gran agudeza mental, y Dinamarca ha demostrado ser experta en ambas áreas. La capacidad de adaptarse a diferentes estilos de juego, la versatilidad táctica y la profundidad del equipo han sido