Información nutricional

Dieta para Enfermedad Renal Crónica

Para entender qué puede comer un paciente con enfermedad renal crónica (ERC), es crucial considerar cómo esta condición afecta la función de los riñones y, por ende, las necesidades dietéticas. La ERC implica una disminución gradual pero progresiva de la capacidad de los riñones para filtrar desechos y líquidos del cuerpo, lo que puede llevar a la acumulación de toxinas y desequilibrios en los electrolitos y nutrientes esenciales en la sangre.

Principios de la Dieta para Pacientes con Enfermedad Renal Crónica

La dieta para pacientes con ERC está diseñada para reducir la carga de trabajo de los riñones y minimizar la acumulación de desechos en el cuerpo. Los principales principios dietéticos incluyen:

  1. Control de Proteínas: Limitar la ingesta de proteínas es crucial, ya que las proteínas se descomponen en desechos nitrogenados que los riñones no pueden filtrar eficazmente en etapas avanzadas de la ERC. La cantidad de proteínas recomendada varía según el estadio de la enfermedad y las necesidades individuales del paciente.

  2. Restricción de Sodio: El sodio puede aumentar la presión arterial y provocar retención de líquidos. Reducir la sal y alimentos procesados ricos en sodio es fundamental para controlar la hipertensión y la hinchazón.

  3. Control de Potasio: Los riñones afectados por la ERC pueden tener dificultades para eliminar el potasio en exceso. Consumir alimentos con moderado contenido de potasio ayuda a prevenir niveles peligrosamente altos o bajos en la sangre.

  4. Monitoreo de Fósforo: Con el tiempo, los riñones dañados tienen dificultades para eliminar el fósforo, lo que puede llevar a niveles elevados en la sangre. Limitar la ingesta de alimentos ricos en fósforo es esencial para prevenir complicaciones óseas y cardiovasculares.

Alimentos Recomendados

  1. Proteínas de Alta Calidad: Incluir proteínas como el pollo, pavo, pescado blanco (como la merluza y el bacalao) y claras de huevo. Estas fuentes son más fáciles de digerir y generan menos desechos nitrogenados.

  2. Frutas y Verduras Bajas en Potasio: Manzanas, peras, uvas, arándanos, zanahorias, pepinos y judías verdes son opciones seguras en términos de contenido de potasio.

  3. Cereales y Almidones: Arroz blanco, pasta, pan blanco y cereales bajos en sodio y fósforo son preferibles en comparación con sus contrapartes integrales.

  4. Líquidos Controlados: Limitar la ingesta de líquidos según las indicaciones del médico para prevenir la acumulación de líquidos en el cuerpo.

Alimentos a Evitar o Limitar

  1. Alto Contenido de Potasio: Plátanos, naranjas, tomates, espinacas, patatas dulces y productos derivados del tomate (como salsa de tomate).

  2. Alimentos Procesados y Salados: Comida rápida, comidas congeladas, aperitivos salados y condimentos ricos en sodio como la salsa de soja y el caldo concentrado.

  3. Productos lácteos ricos en fósforo: Leche entera, queso curado, yogur y helado contienen niveles elevados de fósforo y deben consumirse con moderación o reemplazarse por alternativas lácteas bajas en fósforo.

Planificación de Comidas y Consulta Médica

El diseño de una dieta para pacientes con ERC debe realizarse en colaboración con un dietista especializado en enfermedades renales o un médico nefrólogo. Estos profesionales pueden adaptar la dieta según el estadio de la ERC, las necesidades nutricionales individuales y cualquier otra condición médica concurrente.

En resumen, una dieta equilibrada y bien planificada desempeña un papel crucial en la gestión de la enfermedad renal crónica al ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Además de seguir pautas dietéticas específicas, es importante mantener un seguimiento regular con el equipo médico para ajustar la dieta según sea necesario y monitorear la progresión de la enfermedad renal.

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