Etapas del desarrollo fetal

Desarrollo fetal en el noveno mes

El desarrollo del feto en el noveno mes de gestación

El embarazo es un proceso biológico fascinante y extremadamente complejo que involucra el crecimiento y desarrollo de un nuevo ser humano desde la fecundación hasta el nacimiento. Cada mes de gestación representa un conjunto único de cambios y progresos tanto para el feto como para la madre. En particular, el noveno mes es uno de los más significativos, ya que es el mes en el que el bebé está en sus etapas finales de preparación para el nacimiento. Durante este tiempo, el feto completa su maduración y el cuerpo de la madre se adapta para el proceso de parto.

El mes nueve abarca desde la semana 36 hasta la 40 de gestación, y cada semana juega un papel crucial en asegurar que el bebé esté listo para sobrevivir y prosperar fuera del útero. A continuación, se exploran los aspectos claves del desarrollo fetal durante este mes y los cambios que experimenta el cuerpo de la madre.

Semana 36: Comienza la fase final

En la semana 36, el feto se encuentra casi completamente desarrollado. Todos los órganos han alcanzado un estado de maduración suficiente para funcionar por sí mismos, aunque algunos, como los pulmones, continúan perfeccionándose. Esta semana suele marcar el comienzo del «descenso» del bebé, lo que significa que la cabeza del bebé comienza a moverse hacia la pelvis de la madre en preparación para el parto.

  • Tamaño y peso: El feto mide aproximadamente entre 45 y 47 cm y pesa alrededor de 2.5 a 2.7 kg.
  • Posición: La mayoría de los bebés adoptan una posición cefálica (con la cabeza hacia abajo) durante esta semana. Esta es la posición más común para un parto vaginal.
  • Pulmones: Aunque los pulmones están casi completamente desarrollados, continúan produciendo surfactante, una sustancia que permitirá que los pulmones se expandan adecuadamente después del nacimiento.
  • Sistema inmunológico: El bebé sigue recibiendo anticuerpos de la madre a través de la placenta, lo que fortalece su sistema inmunológico para combatir infecciones en las primeras semanas de vida.

Cambios en la madre:

  • El útero alcanza su tamaño máximo, lo que puede hacer que la madre sienta mayor incomodidad, con dificultades para respirar o molestias digestivas.
  • La fatiga aumenta debido al peso adicional y al esfuerzo que implica cargar al bebé.

Semana 37: El bebé a término temprano

A partir de la semana 37, el embarazo se considera «a término temprano». Si bien el bebé podría nacer en este momento y ser saludable, aún puede beneficiarse de las próximas semanas en el útero para perfeccionar algunos de sus sistemas.

  • Tamaño y peso: El feto ha ganado un poco más de peso, aproximadamente entre 2.7 y 2.9 kg, y mide unos 48 cm.
  • Reflejos: Los reflejos del bebé, como el de succión y de agarre, están completamente desarrollados, lo que le permitirá alimentarse tras el nacimiento.
  • Piel: La capa de vérnix caseosa, una sustancia cerosa que ha protegido la piel del feto dentro del útero, comienza a desprenderse, aunque una pequeña cantidad aún estará presente al nacer.

Cambios en la madre:

  • Es posible que la madre sienta un aumento en la presión en la pelvis, debido a que el bebé continúa descendiendo.
  • Se pueden experimentar contracciones de Braxton Hicks con mayor frecuencia, lo que es una señal de que el cuerpo se está preparando para el trabajo de parto.

Semana 38: A punto de nacer

El bebé ahora se encuentra casi listo para nacer, con solo unos pequeños ajustes finales necesarios para adaptarse a la vida fuera del útero. Esta semana se centra en el crecimiento y la ganancia de peso.

  • Tamaño y peso: El bebé mide entre 48 y 50 cm y pesa alrededor de 3 kg.
  • Cerebro: Aunque el cerebro del bebé ya es funcional, seguirá desarrollándose rápidamente durante los primeros años de vida. En esta etapa, el cráneo del bebé aún no se ha fusionado completamente para facilitar su paso por el canal de parto.
  • Sistema digestivo: Aunque los intestinos del bebé están formados, aún no han procesado ningún alimento. El primer alimento será el calostro de la madre, seguido de la leche materna, lo que activará el funcionamiento de los intestinos.

Cambios en la madre:

  • Las contracciones de Braxton Hicks pueden volverse más intensas, confundiendo a veces con las verdaderas contracciones de parto.
  • La madre puede sentir una mayor fatiga debido al peso adicional y a la presión constante en la pelvis y vejiga.

Semana 39: El bebé está a término

Al llegar a la semana 39, el embarazo se considera «a término completo», lo que significa que el bebé está completamente preparado para el parto en cualquier momento. En este punto, la madre puede sentir una mezcla de emoción y ansiedad mientras espera los primeros signos del trabajo de parto.

  • Tamaño y peso: El bebé ahora pesa entre 3 y 3.3 kg y mide alrededor de 50 cm. Estos valores pueden variar según cada embarazo.
  • Placentación: La placenta sigue suministrando nutrientes al bebé, pero está cerca del final de su ciclo de vida, ya que ha cumplido con su función durante todo el embarazo.
  • Maduración final: Los pulmones del bebé continúan produciendo surfactante y el sistema nervioso sigue perfeccionándose, aunque ya está lo suficientemente maduro para regular funciones básicas como la respiración y la digestión tras el nacimiento.

Cambios en la madre:

  • A medida que el bebé ha descendido hacia la pelvis, la madre puede sentir que respirar se vuelve un poco más fácil.
  • Las señales de trabajo de parto, como la pérdida del tapón mucoso o el inicio de contracciones regulares, pueden presentarse en cualquier momento.

Semana 40: El nacimiento está cerca

La semana 40 marca el final oficial del embarazo. Aunque el bebé puede nacer en cualquier momento, algunos embarazos pueden prolongarse una o dos semanas más sin causar preocupación.

  • Tamaño y peso: El bebé promedio mide entre 50 y 52 cm y pesa entre 3.2 y 3.5 kg.
  • Cabello y uñas: Muchos bebés nacen con una buena cantidad de cabello, y sus uñas también están completamente formadas, incluso pudiendo necesitar corte poco después del nacimiento.
  • Posición fetal: El bebé está completamente preparado para el nacimiento, generalmente en una posición cefálica. Si el bebé no está en esta posición, podría ser necesaria una cesárea para garantizar un parto seguro.

Cambios en la madre:

  • El cuerpo de la madre está completamente preparado para el parto. Es probable que las contracciones comiencen a intensificarse, y el cuello del útero comienza a dilatarse para permitir el paso del bebé.
  • Los movimientos del bebé pueden reducirse debido al espacio limitado en el útero, pero todavía es importante estar atenta a los movimientos para asegurar que el bebé esté bien.

El proceso de parto: Signos y síntomas

Uno de los primeros signos de que el trabajo de parto está cerca es el descenso del bebé a la pelvis, lo que puede ocurrir entre semanas antes o justo antes del parto. Otros síntomas incluyen la aparición de contracciones regulares, la ruptura de la bolsa amniótica (comúnmente conocida como romper aguas), y la pérdida del tapón mucoso, una señal de que el cuello del útero está comenzando a dilatarse.

Fases del trabajo de parto:

  1. Fase de dilatación: Las contracciones ayudan a dilatar el cuello del útero hasta 10 cm.
  2. Fase de expulsión: La madre empuja al bebé a través del canal de parto.
  3. Fase de alumbramiento: Se expulsa la placenta después del nacimiento del bebé.

Conclusión

El noveno mes de embarazo es un momento crucial en el que tanto la madre como el bebé se preparan para el nacimiento. Aunque el bebé está completamente formado, las semanas adicionales en el útero permiten un mayor perfeccionamiento de sus sistemas, particularmente los pulmones y el cerebro. Para la madre, es un tiempo de espera y anticipación, lleno de ajustes físicos y emocionales mientras se aproxima el momento del parto. Entender estos cambios puede proporcionar tranquilidad y preparación para el extraordinario evento que está por llegar: el nacimiento de un nuevo ser humano.

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