El término «derviche» proviene del persa «darvīsh», que significa «mendigo» o «pobre». En su contexto histórico y cultural, un derviche es un miembro de una orden Sufi, una rama mística del Islam. Estas órdenes, también conocidas como tariqas, han existido desde los primeros días del Islam y han desempeñado un papel importante en la difusión de la fe y la enseñanza de la espiritualidad. Los derviches son conocidos por su estilo de vida ascético, su devoción religiosa y sus prácticas espirituales, que a menudo incluyen la danza giratoria, conocida como «dhikr» o «sama».
La danza giratoria de los derviches, también llamada «dervichismo» o «sama», es una forma de meditación en movimiento que busca la unión con lo divino. Esta práctica se originó en el siglo XIII con el poeta y místico persa Rumi, fundador de la orden de los derviches giróvagos. En la danza giratoria, los derviches realizan movimientos circulares mientras giran sobre sí mismos, simbolizando la rotación de los planetas alrededor del sol y la búsqueda espiritual de acercarse a Dios.
La vestimenta distintiva de los derviches durante la danza giratoria es un símbolo importante de su compromiso con la humildad y la renuncia al mundo material. Consiste en una túnica larga y amplia llamada «khirqah» o «jubba», que simboliza la tumba, y un manto pesado llamado «sikke» que representa la lápida. Al girar, los derviches extienden un brazo hacia arriba para recibir la gracia divina y el otro hacia abajo para compartirla con la humanidad.
La práctica de la danza giratoria ha sido objeto de fascinación y estudio en todo el mundo, tanto por su belleza estética como por su profundo significado espiritual. Ha inspirado a artistas, filósofos y académicos, quienes han explorado sus aspectos religiosos, culturales y psicológicos. Además, la danza giratoria de los derviches se ha convertido en una atracción turística en países como Turquía, donde los visitantes pueden presenciar actuaciones en los lugares sagrados de la orden Mevlevi.
La vida de los derviches también está marcada por la práctica de la pobreza voluntaria, la renuncia a los bienes materiales y el servicio a los demás. Viven en comunidades llamadas «khaniqah» o «tekke», donde comparten sus recursos y se dedican a la oración, el estudio religioso y la ayuda mutua. Muchas órdenes sufíes también tienen un líder espiritual conocido como «shaykh» o «pir», que guía a los discípulos en su búsqueda espiritual y les enseña los principios del Sufismo.
En resumen, los derviches son miembros de órdenes Sufis que practican una forma de espiritualidad islámica centrada en la búsqueda de la unión con lo divino. Su vida está marcada por la devoción religiosa, la práctica de la pobreza voluntaria y la danza giratoria como forma de meditación en movimiento. Su influencia cultural y espiritual se extiende más allá de las fronteras del Islam, inspirando a personas de todas las religiones y culturas.
Más Informaciones
Por supuesto, profundicemos en algunos aspectos clave relacionados con los derviches y su práctica espiritual.
Orígenes y desarrollo del sufismo:
El sufismo es una corriente mística dentro del Islam que se remonta a los primeros siglos de la religión. Surgió como una respuesta espiritual al Islam ortodoxo, centrándose en la búsqueda de una conexión personal y directa con Dios. Los sufíes creen en la importancia de la experiencia religiosa interior, la introspección y la renuncia al ego para alcanzar la unión con lo divino. A lo largo de los siglos, el sufismo ha dado lugar a diversas órdenes o tariqas, cada una con sus propias prácticas y enseñanzas, entre las cuales se encuentran los derviches.
La Orden Mevlevi y la danza giratoria:
Una de las órdenes sufíes más conocidas es la Orden Mevlevi, fundada en el siglo XIII en la ciudad de Konya, en la actual Turquía, por el poeta y místico persa Rumi, también conocido como Mevlana. Rumi fue un prolífico escritor cuyos poemas y enseñanzas han tenido una profunda influencia en la literatura y la espiritualidad islámica. La práctica más distintiva de la Orden Mevlevi es la danza giratoria, que se conoce como «sama» en turco. Esta danza es una forma de meditación en movimiento destinada a inducir un estado de trance espiritual y a acercar al practicante a Dios.
Simbolismo de la danza giratoria:
La danza giratoria de los derviches está imbuida de simbolismo y significado espiritual. Cada elemento de la danza tiene un propósito específico que refleja los principios del sufismo. Por ejemplo, los movimientos circulares representan la rotación de los planetas alrededor del sol y simbolizan el anhelo del derviche por acercarse a Dios. El gesto de extender un brazo hacia arriba y otro hacia abajo simboliza la conexión entre lo divino y lo terrenal, así como la transmisión de la gracia divina a la humanidad.
La vestimenta de los derviches:
La vestimenta usada por los derviches durante la danza giratoria también tiene un significado simbólico profundo. La túnica larga y amplia, llamada «khirqah» o «jubba», representa la tumba y simboliza la renuncia al mundo material. El manto pesado, conocido como «sikke», representa la lápida y simboliza la muerte del ego. Al usar esta vestimenta durante la danza, los derviches muestran su disposición a renunciar a las vanidades del mundo y a entregarse por completo a la búsqueda espiritual.
Principios del sufismo:
Además de la práctica de la danza giratoria, los derviches siguen una serie de principios y enseñanzas derivadas del sufismo. Estos principios incluyen la búsqueda del conocimiento interior, la devoción a Dios, la compasión hacia todos los seres vivos y la práctica de la humildad y la renuncia. Los derviches también valoran la importancia del amor como un camino hacia la unión con lo divino, inspirados en los escritos poéticos de figuras como Rumi.
Impacto cultural y espiritual:
La práctica de la danza giratoria de los derviches ha tenido un impacto significativo en la cultura y la espiritualidad islámica, así como en la cultura mundial en general. Ha inspirado a artistas, músicos, escritores y filósofos de todo el mundo, que han encontrado en ella una fuente de inspiración y contemplación espiritual. Además, la danza giratoria de los derviches se ha convertido en una atracción turística en países como Turquía, donde los visitantes pueden presenciar actuaciones en los lugares sagrados de la Orden Mevlevi.
En conclusión, los derviches y su práctica espiritual, incluida la danza giratoria, son una expresión única del sufismo, una corriente mística dentro del Islam. Su búsqueda de la unión con lo divino, su devoción religiosa y su estilo de vida ascético continúan siendo fuentes de inspiración y admiración en todo el mundo.