DAIHATSU Applause 1989-1992: Un Modelo Innovador en el Mercado de Automóviles Compactos
En 1989, Daihatsu, el fabricante japonés de automóviles, lanzó un modelo que marcaría un hito en la industria automotriz: el DAIHATSU Applause. Este vehículo, que estuvo en producción hasta 1992, fue diseñado para competir en el mercado de los autos compactos con una propuesta única que combinaba elementos de un sedán de tres volúmenes con los de un hatchback. Aunque Daihatsu era conocido por su antigüedad como fabricante de motores de combustión interna en Japón, con modelos emblemáticos como el Charade o el Rocky, la compañía necesitaba innovar para mantenerse competitiva. Así nació el Applause, un automóvil que, si bien no dejó una huella profunda en la historia de la automoción, sí logró destacarse en su segmento.
Diseño Exterior: Una Fusión entre Sedán y Hatchback
El diseño del Daihatsu Applause era un equilibrio entre lo convencional y lo vanguardista. Externamente, el Applause parecía ser un sedán compacto, pero al examinarlo más de cerca, se podía notar que su estructura era diferente. La parte delantera contaba con dos faros horizontales que no recorrían las esquinas del vehículo, una característica que lo diferenciaba de muchos otros modelos de la época. Los indicadores de dirección estaban integrados en el parachoques de plástico, algo que también ofrecía un toque distintivo. Dependiendo de la versión, el Applause incluía un faldón en la parte inferior del vehículo.
Uno de los aspectos más notables del Applause fue su diseño lateral, que incorporaba manijas de puertas empotradas que no solo mejoraban la estética del vehículo, sino que también ayudaban a reducir la resistencia aerodinámica. La parte trasera del coche presentaba una solución innovadora: aunque visualmente se asemejaba a un sedán de tres volúmenes, el maletero se abría en conjunto con la ventana trasera, creando una suerte de hatchback con un añadido de cuerpo. Este diseño fue único en su tiempo, proporcionando más versatilidad en el espacio de carga.
Diseño Interior: Espacios y Funcionalidad
En el interior, Daihatsu optó por un diseño funcional pero sobrio. El concepto de línea recta prevaleció, con un tablero de instrumentos plano y montado a baja altura. La consola central albergaba la radio y los controles del clima, con las rejillas de ventilación situadas en la parte inferior para un acceso más cómodo. El cuadro de instrumentos mostraba los indicadores esenciales, como las revoluciones del motor, la velocidad, y los niveles de temperatura del refrigerante y del combustible. Además, el vehículo incorporaba varias luces de advertencia, que proporcionaban la información crucial sobre el estado del coche.
Una característica interesante del Applause era la configuración de los asientos traseros. Estos asientos, a diferencia de otros modelos, se inclinaban hacia atrás, lo que aumentaba el confort para los pasajeros. Sin embargo, no podían plegarse completamente, lo que limitaba un poco su versatilidad en comparación con otros vehículos de la época.
Motores y Rendimiento: Opciones para Todos los Gustos
En cuanto a la mecánica, el Daihatsu Applause ofrecía a sus compradores una variedad de opciones para adaptarse a diferentes necesidades y preferencias. El modelo se presentó con dos opciones de motor y tres tipos de transmisión: una manual de cinco marchas, otra manual de seis marchas, y una automática de tres marchas.
Uno de los motores más destacados fue el de 1.6 litros y 105 caballos de fuerza. Este motor de cuatro cilindros en línea (L4) contaba con una capacidad de desplazamiento de 1589 cm³ y una potencia de 77.2 kW a 6000 revoluciones por minuto, lo que se traducía en unos 105 caballos de fuerza a la misma velocidad de revoluciones. El par motor alcanzaba los 134 Nm a 4800 RPM, lo que permitía al Applause ofrecer una experiencia de conducción aceptable en su categoría. El sistema de combustible era de inyección multipunto, lo que aseguraba un buen rendimiento en términos de eficiencia y control de emisiones.
Aunque el Applause no estaba diseñado para ser un coche de alto rendimiento, la opción de la transmisión automática de tres velocidades ofrecía una conducción más relajada, adecuada para el uso urbano y el tráfico diario. En cuanto a su diseño de suspensión, el Applause contaba con frenos de disco ventilados en la parte delantera y discos sólidos en la parte trasera, lo que garantizaba un frenado eficaz y seguro.
Dimensiones y Capacidad
El Applause, con sus 4260 mm de longitud, 1661 mm de ancho y 1374 mm de altura, se encontraba dentro de las dimensiones estándar para los vehículos compactos de la época. Su distancia entre ejes de 2469 mm le proporcionaba una buena estabilidad en la carretera, mientras que su despeje del suelo de 150 mm ayudaba a mantener un buen equilibrio entre comodidad y maniobrabilidad. Además, su capacidad de carga era bastante competitiva, con un volumen de maletero de 411 litros, lo que lo hacía práctico para viajes largos o para transportar objetos de tamaño medio.
Características de Seguridad y Confort
Aunque el Applause no contaba con los sistemas de seguridad avanzados que los vehículos modernos pueden ofrecer, incluía varias características de confort y seguridad básicas para la época. El vehículo estaba equipado con un sistema de frenos de disco en ambas axilas, lo que aumentaba su capacidad de frenado y reducía la posibilidad de sobrecalentamiento en condiciones de uso intensivo.
En términos de confort, el diseño interior del Applause era simple pero funcional. Los asientos traseros reclinables proporcionaban comodidad en viajes largos, aunque su incapacidad para plegarse completamente limitaba su flexibilidad. Sin embargo, el espacio interior y el diseño intuitivo de la consola central hicieron del Applause un coche fácil de usar y cómodo para el conductor y los pasajeros.
Conclusión: Un Vehículo que Ofreció una Alternativa Diferente
El Daihatsu Applause fue un intento innovador de un fabricante japonés para captar la atención en el segmento de los vehículos compactos. Aunque no fue un éxito comercial masivo, el Applause dejó una huella por su diseño peculiar, que combinaba las características de un sedán tradicional con los beneficios de un hatchback. Con opciones de motorización que ofrecían un buen equilibrio entre potencia y eficiencia, y un diseño interior que priorizaba la funcionalidad, el Applause se posicionó como una alternativa interesante para aquellos que buscaban algo diferente en el mercado de autos pequeños.
Si bien no se puede considerar un automóvil icónico, el Applause representa un capítulo significativo en la historia de Daihatsu y la evolución de los vehículos compactos en Japón. El modelo, producido hasta 1992, sigue siendo un ejemplo de cómo la automoción japonesa fue capaz de ofrecer soluciones innovadoras, incluso cuando la marca no contaba con el reconocimiento de gigantes como Toyota o Honda.
