Fiebre y temperatura alta

Cómo Reducir la Fiebre Infantil

Cómo Reducir la Fiebre en Niños: Guía Completa y Actualizada

La fiebre en los niños es uno de los síntomas más comunes que los padres enfrentan durante los primeros años de vida. Aunque la fiebre en sí misma no es una enfermedad, sino un síntoma de que el cuerpo está combatiendo una infección, su aparición siempre genera preocupación en los padres. Saber cómo reducir la fiebre de forma segura y efectiva es crucial para garantizar el bienestar del niño, evitando complicaciones y mejorando su confort.

¿Qué es la fiebre y cómo se mide?

La fiebre se define como un aumento de la temperatura corporal por encima de los valores normales, que en promedio rondan los 36.5°C a 37°C en un adulto. En los niños, esta temperatura puede ser ligeramente más variable dependiendo de la edad, la hora del día y el entorno. La fiebre se considera cuando la temperatura supera los 38°C, aunque puede variar dependiendo de la fuente de medición (oral, rectal, axilar).

¿Cómo medir la temperatura en niños?

Existen varias maneras de medir la temperatura en los niños, pero las más comunes son:

  1. Termómetros digitales: Son precisos y fáciles de usar. Se pueden usar en la boca, axila o recto, siendo este último el más fiable para los bebés.
  2. Termómetros infrarrojos: Miden la temperatura sin contacto directo y son especialmente útiles para los niños más pequeños. Algunos modelos permiten medir la temperatura en la frente o en el oído.
  3. Termómetros de mercurio: Aunque ya no se usan tanto debido a la preocupación por la toxicidad del mercurio, algunos padres aún recurren a ellos por su precisión.

Causas comunes de fiebre en los niños

Las causas de la fiebre son diversas, y pueden incluir desde infecciones virales hasta bacterianas, y otros factores menos comunes, como trastornos autoinmunes o reacciones a medicamentos. Entre las causas más frecuentes están:

  • Infecciones virales: Resfriados, gripes, varicela, etc.
  • Infecciones bacterianas: Como faringitis estreptocócica, neumonía o infecciones del oído.
  • Vacunas: Las vacunas, especialmente en los primeros meses de vida, pueden causar fiebre como parte de la respuesta inmunológica del cuerpo.
  • Teething (dentición): En algunos niños pequeños, la fiebre ligera puede estar asociada con la dentición.
  • Reacciones a medicamentos: Ciertos medicamentos pueden desencadenar fiebre como efecto secundario.

Cuándo preocuparse por la fiebre en un niño

La fiebre, por lo general, no es peligrosa y puede manejarse en casa con medidas sencillas. Sin embargo, hay situaciones que requieren atención médica inmediata:

  • Menores de 3 meses: En bebés tan pequeños, cualquier fiebre (por encima de 38°C) requiere atención médica urgente.
  • Fiebre persistente: Si la fiebre dura más de 48 horas, debe ser evaluada por un profesional de la salud.
  • Síntomas graves: Si el niño presenta síntomas como dificultad para respirar, convulsiones, somnolencia excesiva o rigidez en el cuello, debe buscarse atención médica inmediata.
  • Fiebre muy alta: Temperaturas superiores a 40°C (104°F) pueden ser peligrosas y deben ser tratadas de inmediato.

¿Cómo reducir la fiebre de forma segura en los niños?

El tratamiento de la fiebre debe enfocarse en aliviar las molestias del niño y controlar la temperatura corporal. Existen varias estrategias que pueden ayudar a reducir la fiebre de manera segura:

1. Uso de medicamentos antipiréticos

Los medicamentos antipiréticos son una de las formas más comunes de reducir la fiebre en los niños. Los más utilizados son:

  • Paracetamol (acetaminofén): Es un medicamento seguro y eficaz para reducir la fiebre y aliviar el dolor. Puede administrarse a niños de todas las edades, pero siempre en la dosis adecuada según el peso y la edad del niño.
  • Ibuprofeno: También es efectivo para reducir la fiebre y aliviar el dolor. Sin embargo, no debe administrarse a niños menores de 6 meses sin la recomendación de un médico, y debe tomarse con alimentos para evitar irritación estomacal.

Es importante nunca administrar aspirina a los niños debido al riesgo de una complicación rara pero grave llamada síndrome de Reye, especialmente en niños con infecciones virales.

2. Baños de agua tibia

Los baños tibios pueden ayudar a reducir la fiebre al enfriar el cuerpo del niño. Sin embargo, es fundamental evitar el uso de agua fría, ya que esto puede causar un aumento en la temperatura corporal debido a la contracción de los vasos sanguíneos. El baño debe ser de temperatura templada, no helada, y debe durar solo unos minutos.

3. Mantener al niño hidratado

La fiebre puede causar deshidratación, por lo que es esencial asegurarse de que el niño beba líquidos con frecuencia. Los líquidos recomendados son agua, suero oral (especialmente para niños pequeños) y jugos naturales. Evitar bebidas azucaradas o con cafeína es clave, ya que estas pueden empeorar la deshidratación.

4. Ropa ligera y ventilación adecuada

Cuando el niño tiene fiebre, es importante evitar el sobrecalentamiento, por lo que es recomendable vestirlo con ropa ligera y permitir una circulación adecuada del aire en la habitación. El uso de mantas gruesas o el exceso de ropa puede aumentar la temperatura corporal. Asegúrate de que el entorno esté fresco, pero no excesivamente frío.

5. Descanso adecuado

El descanso es fundamental para que el sistema inmunológico del niño pueda combatir la infección. Asegúrate de que el niño esté cómodo y en un ambiente tranquilo. No es recomendable forzar a un niño con fiebre a realizar actividades físicas intensas.

Dieta y cuidados adicionales durante la fiebre

Durante un episodio febril, la alimentación debe ser fácil de digerir, equilibrada y rica en líquidos. Ofrece alimentos suaves y apetitosos como purés, sopas, yogur y frutas frescas. Evita forzar al niño a comer si no tiene apetito, ya que el cuerpo puede centrarse más en la recuperación de la infección que en la digestión.

Remedios caseros y alternativas naturales

Existen varios remedios naturales que algunas familias emplean para reducir la fiebre, aunque no todos tienen respaldo científico. Entre ellos destacan:

  • Infusiones de hierbas como manzanilla, menta o jengibre. Se cree que algunas hierbas tienen propiedades antiinflamatorias o relajantes.
  • Compresas frías: Aplicar una toalla húmeda y fresca en la frente del niño puede proporcionar alivio temporal.
  • Aromaterapia: El aceite esencial de eucalipto o lavanda puede tener un efecto calmante en algunos niños, aunque debe usarse con precaución y siempre diluido.

Prevención de la fiebre en los niños

Aunque no siempre es posible evitar que los niños tengan fiebre, existen medidas preventivas que pueden reducir su frecuencia:

  1. Vacunas: Mantener el calendario de vacunación actualizado es crucial para prevenir infecciones virales y bacterianas que causan fiebre.
  2. Higiene: Enseñar a los niños a lavarse las manos regularmente puede prevenir muchas infecciones.
  3. Evitar el contacto con personas enfermas: Limitar la exposición a individuos que están enfermos puede reducir el riesgo de infecciones.

Conclusión

La fiebre en los niños es una respuesta natural del cuerpo ante infecciones y otros factores. Aunque en la mayoría de los casos no es peligrosa, es fundamental saber cómo manejarla de manera segura. El uso adecuado de medicamentos antipiréticos, mantener al niño hidratado, ofrecer un ambiente cómodo y proporcionar reposo son algunas de las estrategias clave para controlar la fiebre en los más pequeños. En todo caso, siempre es recomendable consultar a un médico si la fiebre persiste o si aparecen otros síntomas preocupantes.

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