Obligaciones y Sunnahs

Cómo Realizar el Sujúd Correctamente

El acto del sujúd o sajda (sagrado postrarse en oración) tiene un significado profundo dentro de las prácticas del Islam. Este gesto de humildad total es uno de los momentos más significativos en el ritual de la oración, en el cual el musulmán se acerca de manera más directa y sincera a Dios (Allah). A pesar de su importancia en la religión, el sujud a menudo es malinterpretado o realizado de manera incorrecta, lo que puede interferir en la calidad y la corrección de la oración.

En este artículo, se abordará cómo realizar el sujúd correctamente, su significado y la forma adecuada de llevarlo a cabo, a fin de maximizar el beneficio espiritual y cumplir con las enseñanzas del Islam.

El Significado Espiritual del Sujúd

En el contexto islámico, el sujúd simboliza la sumisión total y la humildad ante Dios. Durante este acto, el musulmán se postra de tal manera que su frente, nariz, manos, rodillas y los dedos de los pies tocan el suelo. Esta postura es una manifestación de la completa entrega de uno mismo ante Allah, reconociendo su supremacía y la debilidad del ser humano.

El Corán menciona el acto del sujud en varios versículos, subrayando la importancia de este gesto:

“Prosternándose ante Él, alaban a Él los cielos y la tierra, todos los que en ellos están…” (Corán 17:109).

De acuerdo con los hadices, el sujúd es el momento en el que el creyente se encuentra más cercano a Allah. El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones sean con él) dijo:

“El siervo se encuentra más cerca de su Señor cuando está en su postración.” (Sahih Muslim).

La Importancia del Sujúd en la Oración

La oración (Salat) es uno de los pilares fundamentales del Islam, y el sujúd constituye una de sus partes más importantes. Realizar el sujúd correctamente no solo es crucial para la validez de la oración, sino que también se considera una forma de purificación del alma y de fortalecimiento de la conexión espiritual con Allah.

Al igual que las demás posturas de la oración, el sujúd debe ser realizado con conciencia plena y respeto. El acto de postrarse implica un profundo acto de fe, donde el musulmán se libera de sus egoísmos y se presenta ante su Creador con total humildad.

El Proceso del Sujúd: Pasos para una Postura Correcta

A continuación, se detallan los pasos correctos para realizar el sujúd de manera adecuada durante la oración:

1. Preparación y Colocación Inicial

Antes de realizar el sujúd, es esencial estar en una postura de pie o en una postura previa de inclinación (ruku). Tras la inclinación, el siguiente paso es realizar el sujúd.

  • Postura inicial: Desde la posición de ruku, debes levantarte ligeramente antes de proceder al sujúd.
  • Colocación de las manos: Coloca tus manos sobre el suelo de forma firme y estable, asegurándote de que tus dedos estén extendidos hacia la Qibla (dirección hacia la Meca). Las manos deben estar a la altura de los hombros o ligeramente por delante.

2. El Contacto con el Suelo

El sujúd implica que el cuerpo se incline hacia el suelo de manera que varias partes del cuerpo entren en contacto con el suelo.

  • Frente y nariz: El primer punto de contacto es la frente. Debe tocar el suelo de manera que la frente se incline completamente y se apoye. Al mismo tiempo, la nariz debe estar en contacto con el suelo.
  • Manos: Las manos deben quedar completamente apoyadas sobre el suelo, con los dedos extendidos.
  • Rodillas: Las rodillas también deben estar en contacto con el suelo, y los muslos deben estar relajados.
  • Pies: Los dedos de los pies deben estar completamente apoyados, apuntando en dirección a la Qibla, y las plantas de los pies deben descansar sobre el suelo.

3. La Postura de la Prostración

Una vez que las partes del cuerpo mencionadas (frente, nariz, manos, rodillas y pies) estén en contacto con el suelo, es importante asegurarse de que el cuerpo se mantenga en una postura recta y equilibrada.

  • La espalda debe ser recta, sin arqueos ni inclinaciones excesivas.
  • El cuello debe alinearse con la espalda, sin levantar la cabeza ni dejarla caer.
  • Los codos deben estar alejados del torso, y las rodillas deben estar separadas.
  • Los muslos deben estar alineados con el abdomen, y los pies deben permanecer firmes en el suelo.

4. La Súplica Durante el Sujúd

Durante el sujúd, es recomendable que el musulmán recite una de las súplicas tradicionales del sujúd, como la siguiente:

«Subhana Rabbiyal A’la» (Glorificado sea mi Señor, el Altísimo).

Esto se puede repetir varias veces según la preferencia personal. Además de esta súplica, se pueden hacer otras oraciones, pidiendo perdón o suplicando por las bendiciones de Allah.

5. Levantarse del Sujúd

Para levantarse del sujúd y pasar a la siguiente posición en la oración, se debe hacerlo de manera pausada, sin apresurarse. El musulmán debe primero levantar su cuerpo utilizando las manos y luego sentarse sobre las piernas de forma tranquila antes de pasar al siguiente ciclo de la oración.

Errores Comunes al Realizar el Sujúd

A pesar de la simplicidad de la acción, muchas personas cometen errores durante el sujúd, lo que puede afectar la validez de la oración. A continuación, se enumeran algunos errores comunes:

  1. No tocar el suelo con todos los puntos del cuerpo: El sujúd debe involucrar el contacto con todos los puntos mencionados (frente, nariz, manos, rodillas y pies). Si alguna de estas partes no toca el suelo, la oración puede ser inválida.

  2. Levantar los codos o las rodillas: En el sujúd, los codos deben estar alejados del cuerpo y las rodillas deben estar firmemente en el suelo. Si alguna de estas partes se eleva, el sujúd no se realiza correctamente.

  3. Curvar la espalda: La espalda debe mantenerse recta en todo momento. Una curvatura en la espalda interrumpe la postura de sumisión completa.

  4. Falta de humildad en el sujúd: El sujúd no debe ser apresurado o realizado sin concentración. La humildad y la devoción son esenciales durante este acto, y no se debe realizar con prisa ni superficialidad.

El Sujúd en las Oraciones Voluntarias

Aunque el sujúd es obligatorio en las cinco oraciones diarias (Salah), también se realiza en muchas oraciones voluntarias (nawafil). En este tipo de oraciones, el sujúd tiene una importancia igualmente central, aunque su frecuencia puede variar.

En algunas oraciones voluntarias, puede haber una prostración adicional después de ciertos versículos o momentos especiales. Este sujúd adicional es conocido como sujúd as-sahw y es una forma de compensar ciertos errores cometidos en la oración.

Conclusión

El sujúd es mucho más que un simple gesto físico dentro de la oración. Es un acto profundo de devoción y humildad, que refleja la total sumisión del musulmán ante la grandeza de Allah. Realizarlo correctamente no solo garantiza la validez de la oración, sino que también permite una conexión más íntima con el Creador. Consciencia, humildad y precisión son claves para un sujúd adecuado. Al comprender y aplicar estos aspectos, el musulmán puede elevar su espiritualidad y alcanzar mayores niveles de cercanía con Allah.

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