Oído, nariz y garganta

Cómo manejar el sangrado nasal

Cómo manejar el sangrado nasal en los niños: Causas, prevención y tratamiento

El sangrado nasal, también conocido como epistaxis, es una afección común entre los niños. Aunque puede ser alarmante para los padres, en su mayoría no es grave y suele resolverse rápidamente con los cuidados adecuados. Sin embargo, es importante entender las causas, cómo prevenirlo y qué hacer cuando ocurre, para evitar complicaciones y asegurar que el niño se sienta seguro y cómodo.

Causas del sangrado nasal en los niños

Existen varias razones por las cuales un niño podría experimentar un sangrado nasal. Las causas pueden clasificarse en factores internos y externos:

Factores internos:

  1. Sequedad del aire: Uno de los factores más comunes, especialmente durante el invierno, cuando la calefacción central reduce la humedad del aire. La sequedad puede hacer que las membranas nasales se resequen y se agrieten, lo que aumenta la probabilidad de que se rompan y sangren.

  2. Alergias nasales: Los niños que sufren de rinitis alérgica o cualquier otro tipo de alergia pueden experimentar inflamación y picazón en las fosas nasales, lo que puede llevar a que se rasquen y, por ende, sangren.

  3. Uso excesivo de medicamentos nasales: Algunos medicamentos, como los descongestionantes nasales, si se usan de manera excesiva, pueden secar y dañar los vasos sanguíneos en el interior de la nariz, causando sangrado.

  4. Trastornos de la coagulación: En raras ocasiones, los sangrados nasales pueden ser un síntoma de un trastorno de la coagulación de la sangre, como la hemofilia o la enfermedad de von Willebrand.

  5. Infecciones respiratorias: Resfriados o infecciones de las vías respiratorias superiores pueden inflamar la mucosa nasal y debilitar los vasos sanguíneos, facilitando su ruptura.

  6. Lesiones: Cualquier golpe o trauma en la nariz, incluso un rascado o frotado fuerte, puede provocar un sangrado.

Factores externos:

  1. Clima frío o cálido: Los cambios bruscos de temperatura pueden irritar las vías respiratorias y predisponer a un sangrado nasal. El aire frío puede secar las mucosas nasales y el calor extremo puede dilatar los vasos sanguíneos, ambos favoreciendo el sangrado.

  2. Ambientes con humo o contaminantes: La exposición a ambientes con aire sucio, humo de cigarro o productos químicos también puede irritar las fosas nasales, aumentando el riesgo de sangrado.

Prevención del sangrado nasal en los niños

Aunque no siempre es posible prevenir por completo el sangrado nasal, hay varias estrategias que los padres pueden implementar para reducir su frecuencia e intensidad:

  1. Mantener la humedad en el ambiente: Usar humidificadores en las habitaciones, especialmente en invierno, puede ayudar a mantener el aire húmedo y evitar que las fosas nasales se resequen. También es importante ventilar bien la casa para evitar la acumulación de aire seco.

  2. Aplicar un ungüento nasal o solución salina: Los ungüentos nasales o las gotas de solución salina pueden ayudar a mantener la humedad en las fosas nasales. Aplicar una pequeña cantidad en el interior de la nariz del niño puede prevenir la sequedad.

  3. Evitar el rascado o frotado de la nariz: Enseñar a los niños a no frotarse ni rascarse la nariz es clave para prevenir lesiones en los vasos sanguíneos. Si el niño está acostumbrado a hacerlo por picazón, se puede tratar de controlar las alergias o la sequedad nasal.

  4. Mantener la nariz limpia: Incentivar a los niños a sonarse la nariz suavemente, sin hacer presión, para evitar dañar los vasos sanguíneos. Además, se puede enseñar a los niños a usar pañuelos desechables de forma adecuada.

  5. Controlar las alergias: Si el niño tiene alergias nasales, es importante controlarlas con el tratamiento adecuado, que puede incluir antihistamínicos o descongestionantes bajo la supervisión de un médico.

¿Cómo tratar el sangrado nasal en los niños?

Si un niño presenta un sangrado nasal, es importante mantener la calma y seguir los siguientes pasos para detener el sangrado de manera segura y eficaz:

1. Mantén la calma

El primer paso en el tratamiento del sangrado nasal es mantener la calma y tranquilizar al niño. Aunque el sangrado nasal puede ser alarmante, en la mayoría de los casos es inofensivo y se detiene rápidamente.

2. Posiciona al niño correctamente

Es fundamental que el niño esté en posición vertical y ligeramente inclinado hacia adelante, nunca hacia atrás. Si el niño se acuesta o se inclina hacia atrás, la sangre puede deslizarse hacia la garganta, lo que puede provocar náuseas, vómitos o dificultad para respirar.

3. Presiona la parte inferior de la nariz

Pide al niño que se apriete suavemente la parte inferior de la nariz (las fosas nasales) con los dedos pulgar e índice, manteniendo una presión constante durante 5 a 10 minutos. Esto ayuda a cerrar los vasos sanguíneos rotos.

4. Aplicar frío en la nariz o el cuello

Colocar una compresa fría o una bolsa de hielo envuelta en un paño en la parte posterior del cuello o en la nariz puede ayudar a reducir la inflamación y hacer que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que favorece la detención del sangrado.

5. Evitar sonarse la nariz o hacer esfuerzo

Después de que el sangrado se detenga, es importante que el niño evite sonarse la nariz o hacer esfuerzos durante las siguientes horas, ya que esto podría provocar que el sangrado se reanude.

6. Hidratación adecuada

Asegúrate de que el niño esté bien hidratado, especialmente si el sangrado nasal es recurrente debido a la sequedad del ambiente. Beber agua ayuda a mantener la mucosa nasal humectada y reduce la probabilidad de que se agrieten los vasos sanguíneos.

¿Cuándo consultar al médico?

Aunque los episodios de sangrado nasal son generalmente benignos, existen situaciones en las que es necesario consultar con un médico:

  1. Sangrados frecuentes: Si el niño experimenta sangrados nasales recurrentes o continuos, se debe consultar a un pediatra para investigar si hay problemas subyacentes, como alergias graves, trastornos de coagulación o infecciones crónicas.

  2. Sangrado profuso o prolongado: Si el sangrado no se detiene después de 20 minutos de compresión o si el niño está perdiendo mucha sangre, es importante buscar atención médica de emergencia.

  3. Trauma severo: Si el sangrado nasal es el resultado de una lesión fuerte, como un golpe en la cabeza o la nariz, es necesario acudir al hospital para descartar fracturas o lesiones internas.

  4. Síntomas adicionales: Si el sangrado nasal viene acompañado de moretones fáciles, sangrados inexplicables en otras partes del cuerpo o problemas de coagulación, es fundamental consultar a un médico para una evaluación más profunda.

Conclusión

El sangrado nasal en los niños es una afección común que, en la mayoría de los casos, no representa un riesgo grave para la salud. Sin embargo, es fundamental que los padres conozcan las posibles causas, cómo prevenirlo y cómo actuar en caso de que ocurra. Mantener un ambiente adecuado, controlar las alergias y enseñar a los niños hábitos saludables para cuidar su nariz son medidas efectivas para reducir la frecuencia de los episodios. Si el sangrado es recurrente o severo, es esencial buscar atención médica para descartar problemas más graves y garantizar el bienestar del niño.

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