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Cómo Hacer Queso Kassat Casero

Cómo hacer Queso de Kassat: Una Deliciosa Receta Tradicional

El queso de Kassat es una delicia muy popular en muchas regiones de Oriente Medio y partes del mundo árabe, especialmente en Marruecos y países vecinos. Este queso, también conocido como «queso de cuajada», se caracteriza por su suavidad, textura cremosa y sabor ligeramente salado, lo que lo hace perfecto para acompañar pan, ensaladas, o incluso disfrutarlo solo. En este artículo, te enseñaremos paso a paso cómo preparar este delicioso queso en casa, utilizando ingredientes fáciles de conseguir y un procedimiento accesible para todos.

Historia y Origen del Queso de Kassat

El queso de Kassat tiene sus raíces en las tradiciones culinarias del Magreb. A menudo se asocia con la cultura marroquí, pero también se encuentra en otras regiones cercanas como Túnez y Argelia. Este queso tradicional se elabora principalmente a base de leche de vaca, cabra o oveja, y en su versión casera se busca replicar la textura y el sabor de los quesos frescos que se consumen en estos países.

La clave para preparar un buen queso de Kassat radica en la curación de la cuajada, el proceso de escurrir el suero de la leche y dejar que el queso se forme adecuadamente. A pesar de que el queso de Kassat no requiere largos períodos de maduración, el proceso de coagulación debe hacerse con cuidado para garantizar su suavidad y consistencia.

Ingredientes Necesarios para Hacer Queso de Kassat Casero

La receta tradicional de queso de Kassat es sencilla, pero requiere ingredientes frescos de calidad para asegurar que el queso tenga la mejor textura y sabor. A continuación, te presentamos los ingredientes básicos:

  • Leche (preferiblemente entera, aunque también se puede hacer con leche descremada o de cabra):
    • 2 litros de leche fresca (de vaca, cabra o una mezcla)
  • Cuajo:
    • 1 tableta de cuajo o 1 cucharadita de cuajo líquido (puedes encontrarlo en tiendas de productos naturales o tiendas especializadas en quesos)
  • Sal:
    • 1-2 cucharaditas de sal (al gusto)
  • Ácido cítrico o vinagre:
    • 1 cucharadita de ácido cítrico o 2 cucharaditas de vinagre blanco, para ayudar a la coagulación
  • Agua:
    • 1/4 de taza de agua tibia para disolver el cuajo

Preparación Paso a Paso del Queso de Kassat

Paso 1: Calentar la Leche

En una cacerola grande, vierte los 2 litros de leche y caliéntala a fuego medio, revolviendo constantemente para evitar que se queme en el fondo. La leche debe alcanzar una temperatura de aproximadamente 38°C a 40°C, es decir, debe estar tibia al tacto, no demasiado caliente ni demasiado fría.

Paso 2: Añadir el Ácido Cítrico o Vinagre

Una vez que la leche haya alcanzado la temperatura deseada, añade el ácido cítrico o el vinagre blanco. Esto ayudará a acidificar la leche, lo que favorece la coagulación. Remueve bien y permite que la leche repose durante unos minutos para que comience a cuajarse ligeramente.

Paso 3: Preparar el Cuajo

En un pequeño recipiente, disuelve el cuajo en 1/4 de taza de agua tibia. Remueve bien hasta que se disuelva completamente. El cuajo es el ingrediente principal que ayudará a separar la cuajada del suero, por lo que es crucial asegurarse de que se disuelva correctamente.

Paso 4: Añadir el Cuajo a la Leche

Una vez que el cuajo esté bien disuelto, añádelo a la leche tibia. Mezcla suavemente con una cuchara de madera o una espátula para distribuir el cuajo de manera uniforme en toda la leche. Luego, cubre la cacerola con un paño limpio y deja reposar durante unos 30-45 minutos, en un lugar cálido. Durante este tiempo, la leche se coagulará y comenzará a formar una cuajada sólida.

Paso 5: Cortar la Cuajada

Después de haber dejado reposar la leche el tiempo necesario, notarás que se ha formado una capa sólida en la superficie, conocida como cuajada. Usando un cuchillo largo y afilado, corta la cuajada en pequeños cubos (aproximadamente de 2 a 3 cm de lado). Esto ayudará a que el suero se separe de la cuajada más fácilmente.

Paso 6: Calentar la Cuajada

Coloca la cacerola de nuevo sobre fuego muy bajo y calienta la cuajada durante unos 10-15 minutos, removiendo suavemente de vez en cuando. El calor ayudará a que la cuajada se compacte y que el suero se separe. Es importante no hervir la cuajada, ya que esto podría hacer que el queso quede demasiado firme.

Paso 7: Separar el Suero

Una vez que el suero se haya separado de la cuajada, vierte la mezcla a través de un colador o una gasa limpia para escurrir el suero. Si deseas un queso más seco, puedes presionar ligeramente la cuajada con una cuchara o con tus manos para eliminar más suero.

Paso 8: Salado de la Cuajada

Una vez que hayas escurrido el suero, coloca la cuajada en un tazón grande. Añade la sal al gusto y mezcla bien para que se distribuya de manera uniforme en toda la masa de queso. La sal no solo mejora el sabor, sino que también ayuda a conservar el queso.

Paso 9: Darle Forma al Queso

Después de haber mezclado la sal, puedes darle la forma deseada al queso de Kassat. Para esto, puedes usar moldes especiales para queso, o simplemente hacer pequeñas bolitas o bloques con las manos. Coloca el queso en un recipiente con agujeros para que continúe drenando el exceso de suero.

Paso 10: Reposo y Conservación

Deja reposar el queso en su molde durante al menos 6 horas o hasta que adquiera la textura deseada. Si prefieres un queso más cremoso, puedes consumirlo al día siguiente. En cuanto a la conservación, el queso de Kassat puede mantenerse en la nevera durante varios días, si se conserva en un recipiente hermético.

Beneficios del Queso de Kassat

El queso de Kassat no solo es delicioso, sino que también ofrece varios beneficios nutricionales. A continuación, te presentamos algunos de los principales:

  • Fuente de proteínas: El queso es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, esenciales para el crecimiento y la reparación de tejidos.
  • Rico en calcio: Al igual que otros quesos, el queso de Kassat es una buena fuente de calcio, lo que es esencial para mantener huesos y dientes fuertes.
  • Fácil digestión: Al ser un queso fresco y no madurado, el queso de Kassat es más fácil de digerir para algunas personas que los quesos curados.
  • Versatilidad: Puedes usar el queso de Kassat en una variedad de platos, desde ensaladas hasta sopas o como acompañante de pan.

Variaciones del Queso de Kassat

Existen algunas variaciones del queso de Kassat dependiendo de los ingredientes y el proceso de preparación. En algunas regiones, se puede agregar hierbas o especias como comino, orégano o incluso menta para darle un toque especial al queso. También puedes experimentar con el uso de diferentes tipos de leche, como leche de cabra, para darle un sabor más intenso.

Conclusión

El queso de Kassat es una opción deliciosa y fácil de preparar que puede ser un excelente acompañante en tu mesa. Con esta receta, podrás disfrutar de un queso fresco, cremoso y con un sabor único, ideal para cualquier ocasión. Ya sea que lo disfrutes solo, acompañado de pan o como parte de una ensalada, este queso sin duda será una adición sabrosa y nutritiva a tu dieta. No dudes en experimentar con diferentes variaciones y adaptarlo a tus gustos personales.

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