Cómo Elegir la Tinte de Cabello que Más Te Conviene
El cabello es una de las características más notables de nuestro aspecto físico, y uno de los elementos que más influye en nuestra imagen personal. Ya sea que estemos buscando un cambio radical o simplemente queramos retocar el color de nuestro cabello, elegir el tinte adecuado es esencial para conseguir el look deseado sin comprometer la salud del cabello. Existen múltiples factores a tener en cuenta para elegir el tinte de cabello que mejor se adapta a nuestro tipo de piel, forma de rostro, personalidad y, por supuesto, al estado de nuestro cabello. En este artículo, abordaremos cómo elegir el tinte de cabello que más te conviene, desde los tonos que favorecen a cada tipo de piel, hasta la forma de preparar y cuidar tu cabello antes y después de teñirlo.
1. Considera tu tono de piel
El primer paso para elegir un tinte de cabello que te favorezca es identificar el tono de tu piel. El tono de piel se puede clasificar en cálido, frío o neutro, y cada uno de estos tonos armoniza mejor con ciertos colores de cabello. Si bien la elección de un color depende del gusto personal, saber qué tonos favorecen a tu tono de piel puede hacer una gran diferencia en el resultado final.
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Tonos cálidos: Si tienes un tono de piel cálido, caracterizado por tonos amarillos, dorados o melocotones, lo ideal es elegir tintes con matices cálidos. Los tonos rubios dorados, castaños cálidos, cobrizos y rojizos serán tus mejores aliados. Estos colores no solo complementarán tu tono de piel, sino que también aportarán calidez a tu rostro.
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Tonos fríos: Si tu piel tiene matices rosados, azules o violetas, es probable que tengas un tono de piel frío. Para este tipo de piel, los tintes con bases frías, como los rubios ceniza, castaños oscuros, morados y negros azules, son opciones ideales. Estos colores armonizan perfectamente con la tonalidad fría de tu piel y ayudan a resaltar tus rasgos de manera equilibrada.
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Tonos neutros: Si no puedes identificar si tu piel tiene un subtono cálido o frío, es posible que tengas un tono neutro. Afortunadamente, las personas con este tipo de piel pueden experimentar con una amplia variedad de colores, desde rubios cálidos hasta castaños oscuros, sin preocuparse por desentonar con su piel.
2. Ten en cuenta la forma de tu rostro
La forma de tu rostro también influye en la elección del color de tu cabello. Algunos colores pueden suavizar los rasgos y aportar más armonía a la forma del rostro. Si bien esto es más una cuestión estética que de tono, vale la pena considerar cómo un cambio de color puede impactar en la percepción de la forma de tu rostro.
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Rostros redondos: Si tienes un rostro redondo, lo mejor es optar por tonos de cabello más oscuros en las raíces y más claros en las puntas. Este contraste de tonos genera la ilusión de un rostro más alargado y estiliza la figura. Los tonos rubios o cenizos también pueden ser útiles para suavizar la redondez.
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Rostros alargados: Para los rostros alargados, es recomendable evitar colores demasiado claros, ya que tienden a hacer que la cara se vea aún más larga. Los tonos medios o oscuros, como los castaños o los rojos, equilibrarán las proporciones de tu rostro.
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Rostros cuadrados o angulosos: Si tienes un rostro con características más angulosas, los tonos suaves y cálidos son perfectos. Optar por un color de cabello que suavice los ángulos, como un rubio cálido o un castaño claro, puede ayudar a equilibrar tu rostro.
3. La salud de tu cabello
Antes de decidirte por un color específico, es crucial considerar la salud de tu cabello. El tinte de cabello puede ser dañino si no se realiza adecuadamente o si el cabello ya está dañado. Si tu cabello es fino o está debilitado por tratamientos previos, como alisado o decoloración, es recomendable optar por tintes menos agresivos. Busca productos sin amoníaco o tintes que estén específicamente formulados para cabellos dañados. Además, siempre es bueno realizar una prueba de alergia para asegurarte de que no habrá reacciones adversas en tu piel.
Si tu cabello está sano y fuerte, podrás experimentar con colores más intensos y diferentes técnicas, como reflejos o balayage, sin mucho riesgo de daño. Para mantener el cabello teñido saludable, es importante utilizar productos adecuados, como champús sin sulfatos y acondicionadores hidratantes. También es recomendable evitar el uso excesivo de calor, como planchas o rizadores, que pueden resecar aún más el cabello.
4. Elige el tipo de tinte según tus necesidades
El mercado ofrece diferentes tipos de tintes de cabello, desde los temporales hasta los permanentes. Es importante elegir el tipo de tinte que más se ajuste a lo que necesitas, ya sea un cambio temporal o un color duradero.
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Tintes temporales: Los tintes temporales son ideales si deseas probar un color nuevo sin comprometerte a largo plazo. Estos tintes se desvanecen con el lavado, por lo que son perfectos para ocasiones especiales o si simplemente te gusta experimentar con colores diferentes. Los tintes temporales no dañan tanto el cabello, ya que no penetran la fibra capilar, sino que solo cubren la capa externa del cabello.
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Tintes semipermanentes: A diferencia de los tintes temporales, los tintes semipermanentes duran más tiempo y se desvanecen lentamente con los lavados. Son una excelente opción si quieres mantener el color por un periodo prolongado sin los efectos agresivos de los tintes permanentes. Además, no requieren de amoníaco, lo que los hace menos dañinos.
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Tintes permanentes: Los tintes permanentes ofrecen resultados duraderos y son ideales si estás buscando un cambio de color más duradero. Sin embargo, el proceso es más invasivo y puede dañar el cabello si no se cuida correctamente. Los tintes permanentes penetran profundamente en la fibra capilar y, a menudo, requieren mantenimiento en las raíces cada cierto tiempo.
5. Realiza un test previo
Una vez que hayas decidido el color y el tipo de tinte que más te conviene, es fundamental hacer una prueba de alergia 48 horas antes de la aplicación. Esto se hace para asegurarte de que no tendrás una reacción adversa a los productos químicos del tinte. Para hacerla, aplica una pequeña cantidad del tinte en el interior de tu codo o detrás de la oreja y espera 48 horas para ver si hay signos de irritación.
Además, si no estás segura de qué tono es el que más te favorece, es recomendable consultar con un estilista profesional que pueda ayudarte a elegir el color que resalte lo mejor de ti.
6. Cuida tu cabello después de teñirlo
Después de teñir tu cabello, es importante mantenerlo bien cuidado para evitar que se reseque o se dañe. Usa productos especializados para cabellos teñidos, como mascarillas nutritivas, aceites y serums que ayuden a mantener la hidratación y el brillo. No olvides también protegerlo del sol, ya que los rayos UV pueden desvanecer el color más rápidamente y dañar la fibra capilar.
En resumen, elegir el tinte adecuado para tu cabello es una decisión que involucra varios factores, como el tono de tu piel, la salud de tu cabello y el tipo de resultado que esperas. Siempre es importante considerar tus necesidades personales y el cuidado posterior para mantener tu cabello saludable y con un color vibrante durante mucho tiempo.