La corrección de la oración (salah) es un tema fundamental dentro de la práctica islámica, ya que es uno de los pilares más importantes de la fe. Es crucial realizar la oración de manera adecuada, tanto en su forma como en su intención, para que sea aceptada por Allah (SWT). Este artículo profundiza en los aspectos esenciales que contribuyen a la corrección de la oración, desde los requisitos previos hasta los detalles específicos de la ejecución durante cada una de las posturas y recitaciones.
La importancia de la oración en el Islam
La oración (salah) es una de las cinco bases fundamentales del Islam, y se considera el medio más directo de comunicación con Allah. Esta práctica no solo tiene un significado espiritual, sino también un impacto físico, mental y social, ya que es una forma de purificación y disciplina diaria. El acto de orar cinco veces al día mantiene al musulmán conectado con su fe y le ayuda a mantener la humildad y la conciencia de su dependencia de Allah.
La corrección de la oración es, por lo tanto, esencial para garantizar que el acto de adoración cumpla con los estándares establecidos en la jurisprudencia islámica (fiqh). A continuación, exploraremos en detalle los aspectos técnicos y espirituales involucrados en la correcta ejecución de la oración.
Requisitos previos para una oración válida
Antes de comenzar una oración, existen ciertos requisitos que deben cumplirse para asegurar que la oración sea válida:
1. La pureza ritual (wudu)
Para que la oración sea válida, es necesario que la persona esté en estado de pureza ritual. Esto se logra a través del wudu, que es un proceso de ablución que limpia ciertas partes del cuerpo, como las manos, la boca, la nariz, los brazos, la cara y los pies. En caso de que la persona esté en estado de impureza mayor (como después de tener relaciones sexuales o de la menstruación), debe realizarse un baño ritual (ghusl).
2. La cobertura adecuada (sitr)
La vestimenta durante la oración debe ser modesta y cubrir las partes del cuerpo que deben permanecer ocultas según las enseñanzas islámicas. Para los hombres, es obligatorio cubrir desde el ombligo hasta las rodillas, mientras que para las mujeres, la cobertura debe ser total, exceptuando la cara y las manos, según la mayoría de las escuelas de jurisprudencia.
3. El lugar de oración
El lugar donde se realice la oración debe ser limpio y libre de impurezas. Es recomendable usar una alfombra o un espacio dedicado para la oración (musalla), aunque cualquier lugar limpio es adecuado.
4. La dirección de la oración (qibla)
El musulmán debe orar en dirección a La Meca, es decir, hacia la Kaaba. Esto se conoce como la qibla. Si bien en algunos lugares es difícil determinar la dirección exacta, existen herramientas y métodos para encontrarla, como las brújulas de qibla y las aplicaciones móviles.
El proceso de oración: desde la intención hasta el saludo final
La corrección de la oración implica no solo los movimientos físicos, sino también la intención correcta (niyyah) y la recitación precisa de las palabras del Corán. A continuación, se detallan los pasos clave para una oración correcta.
1. La intención (niyyah)
Antes de comenzar la oración, es imprescindible tener la intención de orar para Allah. La intención debe ser un acto mental y consciente de dedicarse a este acto de adoración. Esta intención no necesita ser pronunciada en voz alta, pero debe estar en el corazón de quien ora. La intención también implica tener en mente cuál es la oración que se va a realizar, ya sea una oración obligatoria (fard) o voluntaria (nafl).
2. El Takbir al-Ihram
La oración comienza con el Takbir al-Ihram, que es el primer «Allahu Akbar» (Allah es el Más Grande). Durante este momento, se debe levantar las manos hasta los hombros o las orejas (según la escuela de jurisprudencia que se siga). Este gesto simboliza la entrada en la oración y la liberación de cualquier distracción externa.
3. La postura de pie (qiyam)
Una vez que se ha dicho el Takbir, se pasa a la postura de pie, en la que el musulmán recita la Fatiha (la primera sura del Corán) y, a continuación, un versículo o sura adicional del Corán. La Fatiha es obligatoria en todas las unidades de oración, y se debe recitar en voz baja en las oraciones realizadas en solitario o en el caso de oraciones en grupo si no se está liderando. Durante la recitación, las manos deben permanecer en la posición de la primera toma de «Allahu Akbar».
4. La inclinación (ruku)
Tras la recitación, el siguiente paso es la inclinación, o ruku. Durante esta postura, el cuerpo se dobla a la mitad, manteniendo la espalda recta y la cabeza alineada con la columna. Las manos deben estar sobre las rodillas, y es importante que los dedos se extiendan para mantener el equilibrio. En esta posición, se debe recitar la alabanza a Allah, como «Subhana Rabbiyal Adheem» (Glorificado sea mi Señor, el Más Grande).
5. El levantamiento (I’tidal)
Luego de inclinarse, se regresa a la posición erguida. Es fundamental que en este momento se diga «Sami’ Allahu liman hamidah» (Allah escucha a quien lo alaba) y se recite «Rabbana lakal hamd» (Nuestro Señor, a Ti sea la alabanza).
6. La postración (sujud)
La siguiente fase de la oración es la postración. En esta posición, la frente, la nariz, las palmas de las manos, las rodillas y los dedos de los pies deben tocar el suelo. Es un acto de humildad y sumisión total a Allah. Durante la postración, se debe recitar «Subhana Rabbiyal A’la» (Glorificado sea mi Señor, el Más Alto). Esta postura debe repetirse dos veces en cada unidad de oración (rak’ah).
7. El descanso (julus)
Entre las postraciones, el musulmán se sienta en una posición de descanso (julus). Durante este momento, se puede recitar una oración de invocación (du’a). Es una pausa breve antes de regresar a la postura de postración.
8. El testimonio (tahiyyat)
Después de completar las postraciones, el musulmán se sienta nuevamente en la postura de descanso y recita el testimonio (tahiyyat): «At-tahiyyatu lil-lahi wa-as-salawatu wa-at-tayyibat». Esta es una invocación que afirma la unicidad de Allah y la posición de Muhammad (PBUH) como Su mensajero.
9. El saludo final (taslim)
La oración concluye con el saludo final, en el que se gira la cabeza hacia la derecha y luego hacia la izquierda, diciendo «Assalamu Alaikum wa Rahmatullah» (La paz y la misericordia de Allah sean sobre ustedes). Esto marca el final de la oración y el regreso a la actividad cotidiana.
Errores comunes y cómo corregirlos
Durante la oración, es posible cometer ciertos errores, que van desde olvidos de recitaciones hasta movimientos incorrectos. Algunos de los errores más comunes incluyen:
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Olvidar recitar la Fatiha: Si se olvida recitar la Fatiha, se debe realizar una corrección, que generalmente consiste en hacer una prostración de olvido (sujood as-sahw) al final de la oración.
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Posturas incorrectas: Es importante que las posturas, como el ruku y el sujud, sean correctas, ya que cualquier alteración de estas podría invalidar la oración.
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Hablar o hacer ruido durante la oración: Hablar o distraerse durante la oración es un error que puede invalidar la misma. Es importante mantenerse concentrado en la oración y en la adoración de Allah.
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La intención inadecuada: Si la intención no es correcta desde el principio, la oración no será válida. Es crucial que la intención esté dirigida exclusivamente hacia Allah y que se realice de manera consciente.
Conclusión
La corrección de la oración no es solo un asunto de técnica, sino también de intención y dedicación espiritual. Cada acción y palabra debe ser realizada con reverencia y en conformidad con las enseñanzas del Islam. La oración es un medio para purificar el alma, mantener la conexión con Allah y vivir una vida disciplinada. La corrección de la oración asegura que este acto de adoración sea aceptado y eficaz, lo que permite que el musulmán obtenga el máximo beneficio espiritual y moral de esta práctica diaria.