Salud psicológica

Cómo apoyar a una pareja depresiva

Siete maneras de tratar con una pareja que sufre de depresión

La depresión es un trastorno mental complejo que afecta a millones de personas en todo el mundo, y aunque sus síntomas son profundamente personales, los efectos de la enfermedad también repercuten en las relaciones interpersonales, especialmente en las relaciones de pareja. Cuando uno de los miembros de una pareja experimenta depresión, es común que el otro se vea afectado por el estrés emocional, las dificultades de comunicación y la sensación de impotencia al intentar ayudar. Sin embargo, si se aborda de manera adecuada, se pueden encontrar formas efectivas de brindar apoyo y fortalecer la relación.

Este artículo tiene como objetivo proporcionar siete estrategias fundamentales para tratar con una pareja que está lidiando con la depresión. Es importante recordar que, aunque estas sugerencias pueden ser útiles, cada individuo y relación son diferentes, y lo que funciona para una pareja puede no ser aplicable en otro caso. Además, la depresión es una enfermedad médica que requiere el acompañamiento de profesionales de la salud mental. No se debe asumir que el apoyo emocional es un sustituto de la intervención profesional.

1. Educarse sobre la depresión

Uno de los primeros pasos cruciales para poder ofrecer un apoyo efectivo es entender lo que es la depresión, cómo se manifiesta y cómo puede afectar a la persona que la padece. La depresión no es simplemente «sentirse triste» o «tener un mal día». Es una condición médica que puede incluir síntomas como fatiga crónica, pérdida de interés en actividades antes placenteras, dificultad para concentrarse, sentimientos de desesperanza y cambios en el apetito o el sueño.

Informarse acerca de la depresión permite a la pareja no solo comprender mejor lo que su ser querido está experimentando, sino también reducir las expectativas poco realistas. Es importante reconocer que la depresión no es algo que se pueda «superar» rápidamente o con la voluntad propia. La comprensión profunda de la enfermedad puede hacer que la pareja sea más paciente, empática y menos propensa a sentirse frustrada o herida por las conductas del ser querido.

2. Escuchar sin juzgar

Una de las cosas más difíciles para las personas con depresión es hablar de sus sentimientos, especialmente cuando sienten que sus emociones no son comprendidas o que están siendo juzgadas. A menudo, la depresión se acompaña de un sentimiento de vergüenza, lo que puede llevar a la persona a guardar sus pensamientos y emociones para sí misma.

Es esencial ofrecer un espacio seguro y sin juicios en el que la persona pueda hablar de su experiencia. Escuchar activamente, sin interrumpir ni dar consejos inmediatos, puede ser increíblemente reconfortante. A veces, lo que más necesita una persona con depresión no son soluciones, sino alguien que la escuche y le haga sentir que no está sola en su lucha.

3. Mantener una comunicación abierta y sincera

La depresión puede alterar la forma en que una persona se comunica. Es posible que la pareja deprimida se vuelva más cerrada, irritable o distante. Sin embargo, es importante que, como pareja, se mantenga un canal de comunicación abierto. Aunque puede ser difícil, la honestidad sobre las emociones, las expectativas y las preocupaciones es fundamental para mantener la relación sana.

Es importante, además, asegurarse de que ambas partes tengan espacio para expresar sus necesidades. El cuidador emocional también puede experimentar sentimientos de frustración, tristeza o agotamiento, y es crucial poder compartir estos sentimientos con el ser querido de manera respetuosa. La clave está en la empatía mutua y la comunicación clara.

4. Establecer límites saludables

Mientras que la comprensión y el apoyo son esenciales, también es importante establecer límites saludables. Tratar con una pareja que tiene depresión puede ser emocionalmente demandante, y si no se cuidan los propios límites, puede haber un agotamiento emocional o incluso resentimiento.

Esto puede significar reconocer cuándo es necesario pedir ayuda externa, ya sea en forma de amigos, familiares o profesionales de la salud. También puede implicar la necesidad de tomarse tiempo para uno mismo, para recargar energías y mantener el bienestar personal. Establecer estos límites no solo es esencial para la salud mental de la pareja que apoya, sino también para la dinámica de la relación.

5. Fomentar el autocuidado y la búsqueda de ayuda profesional

Si bien el apoyo emocional de una pareja es valioso, no reemplaza la atención profesional que una persona con depresión necesita. La depresión es una enfermedad seria que generalmente requiere tratamiento médico, como terapia cognitivo-conductual, medicamentos o una combinación de ambos.

Es importante alentar a la pareja a que busque y siga un tratamiento profesional adecuado. Esto puede ser complicado, ya que las personas con depresión a menudo sienten que no hay esperanza o que no merecen ayuda. Sin embargo, ofrecer apoyo para hacer este primer paso puede marcar una gran diferencia en su recuperación.

A la vez, es vital cuidar de uno mismo. Las parejas de personas con depresión a menudo pasan mucho tiempo cuidando a su ser querido, pero deben asegurarse de no descuidar su propio bienestar físico y emocional. Practicar actividades que fomenten el autocuidado, como hacer ejercicio, meditar o realizar actividades placenteras, puede ayudar a reducir el estrés y mantener un equilibrio saludable.

6. Ser paciente y realista sobre las expectativas

La recuperación de la depresión no es un proceso lineal. Habrá días buenos y días malos. En algunos momentos, la persona deprimida puede parecer más optimista, mientras que en otros, puede volverse más retraída o irritable. Es importante reconocer que la depresión no se «cura» de un día para otro, y no es algo que se pueda «superar» por pura fuerza de voluntad.

Como pareja, es fundamental ser paciente y tener expectativas realistas. Esto significa aceptar que el progreso será gradual y que las recaídas pueden ocurrir. La clave es brindar apoyo constante y estar preparado para los altibajos sin perder la esperanza en la recuperación a largo plazo.

7. Mantener una conexión emocional y física

Aunque la depresión puede hacer que la persona se distancie emocionalmente, es importante seguir intentando mantener una conexión emocional y física. El contacto físico, como abrazos, tomarse de las manos o compartir momentos de intimidad, puede ser una forma de apoyo que no requiere palabras. Estos gestos, aunque simples, pueden transmitir amor y apoyo de una manera profunda.

Además, compartir actividades cotidianas que ambos disfruten, como ver una película, pasear al aire libre o cocinar juntos, puede ayudar a fortalecer la relación y recordarle a la persona deprimida que hay momentos de alegría y apoyo incluso en medio de la lucha. Mantener la conexión también es crucial para no dejar que la depresión cree un aislamiento aún mayor dentro de la relación.

Conclusión

Enfrentar la depresión de una pareja es un desafío significativo, pero con las estrategias adecuadas, es posible proporcionar el apoyo necesario para facilitar la recuperación. Es crucial recordar que la depresión es una enfermedad médica y que, aunque el apoyo emocional es importante, el tratamiento profesional es indispensable. Mantener una comunicación abierta, educarse sobre la enfermedad, ser paciente y fomentar el autocuidado son pasos esenciales para manejar la situación de manera saludable. En última instancia, la empatía, el amor y la comprensión mutua pueden ser los pilares que ayuden a la pareja a superar este difícil momento juntos.

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