Familia y sociedad

Cómo apoyar a los niños en crisis

Cómo tratar con los niños durante las crisis

Las crisis pueden ser situaciones difíciles de manejar, no solo para los adultos, sino también para los niños. Ya sea una crisis familiar, económica, social o sanitaria, los niños son muy sensibles a los cambios y a los eventos que ocurren a su alrededor. Por eso, es fundamental saber cómo tratarlos durante estos momentos difíciles para garantizar su bienestar emocional y psicológico. Aquí te ofrecemos algunas pautas clave para tratar con los niños durante una crisis.

1. Mantén la calma y la estabilidad

Los niños son muy perceptivos y suelen reflejar las emociones de los adultos. Si los padres o cuidadores muestran miedo o angustia, los niños pueden sentirse inseguros. Es esencial mantener la calma para transmitirles seguridad. Aunque puedas estar pasando por momentos difíciles, intenta mostrar serenidad y tranquilidad. Asegúrate de que los niños sepan que, aunque haya cambios o situaciones difíciles, están a salvo.

2. Escucha a los niños

Durante una crisis, los niños pueden sentirse confundidos, preocupados o incluso aterrados. En lugar de minimizar sus sentimientos, es importante escucharles. Haz preguntas abiertas para que se sientan cómodos expresando sus emociones y pensamientos. Por ejemplo, puedes decir: «¿Cómo te sientes con todo lo que está pasando?» o «¿Hay algo que te preocupe?» A través de la escucha activa, puedes identificar sus miedos y ayudarles a gestionarlos.

3. Proporciona información apropiada para su edad

Los niños, dependiendo de su edad, pueden no comprender por completo lo que está sucediendo a su alrededor. Es fundamental darles información clara y apropiada para su nivel de desarrollo. A los más pequeños, por ejemplo, se les debe explicar de manera simple, mientras que los adolescentes pueden necesitar detalles más específicos. Evita el uso de palabras o conceptos complicados que puedan generar más ansiedad.

4. Crea rutinas y estabilidad

En tiempos de crisis, los niños se sienten más seguros cuando pueden mantener algo de normalidad en sus vidas. Establecer una rutina diaria les ofrece un sentido de control y seguridad. Aunque las circunstancias cambien, intenta mantener hábitos como la hora de las comidas, las horas de juego, las tareas escolares, y el horario de dormir. Esta estabilidad les ayudará a sentirse más tranquilos y les proporcionará un marco en el que puedan organizar sus emociones.

5. Fomenta la expresión emocional

Es importante que los niños sepan que está bien sentirse tristes, asustados o frustrados. Fomentar que expresen sus emociones de manera saludable es fundamental. Las actividades como dibujar, escribir un diario, o simplemente hablar sobre lo que sienten pueden ser muy útiles. Asegúrate de que el niño sepa que sus sentimientos son válidos y que no está solo en lo que está viviendo.

6. Evita sobrecargar a los niños con información

Es tentador querer explicar todo lo que está sucediendo, pero a veces es mejor no abrumar a los niños con demasiada información, especialmente si se trata de situaciones complejas o alarmantes. Si un niño ve que los adultos están preocupados, podría interpretar esto de forma excesiva y angustiante. Hazlo a su ritmo, proporcionando detalles según lo necesiten, y sin sobrecargarlos con noticias o información que no puedan procesar.

7. Busca apoyo profesional si es necesario

Si la crisis es particularmente grave, como un evento traumático o una pérdida importante, es posible que los niños necesiten apoyo profesional. Los psicólogos infantiles o terapeutas especializados pueden ayudar a los niños a procesar sus emociones y enfrentar sus miedos de manera adecuada. No dudes en buscar ayuda si notas que tu hijo está teniendo dificultades para adaptarse a la situación.

8. Mantén el contacto con la familia y amigos

El aislamiento puede ser perjudicial para los niños durante una crisis. Mantener el contacto con otros miembros de la familia o amigos cercanos puede proporcionarles un sentido de apoyo y comunidad. Las videollamadas o encuentros virtuales pueden ser una excelente manera de mantener las relaciones, especialmente si las circunstancias impiden los encuentros físicos.

9. Promueve actividades recreativas

Durante una crisis, las actividades recreativas o de esparcimiento son esenciales para el bienestar de los niños. El juego, el arte, el deporte o incluso las actividades al aire libre (si las circunstancias lo permiten) pueden ayudar a reducir el estrés y a mejorar el estado de ánimo. Estas actividades también permiten que los niños se desconecten un poco de la situación difícil y se enfoquen en el disfrute y la diversión.

10. Sé paciente

Los niños procesan las crisis de manera diferente a los adultos. Pueden tener momentos de regresión o pueden manifestar comportamientos como berrinches, miedo o ansiedad. Es crucial ser paciente y comprensivo. En lugar de frustrarse, intenta ver la situación desde la perspectiva de tu hijo y brindarles el tiempo y el apoyo que necesiten para superar la crisis.

Conclusión

Tratar con los niños durante una crisis requiere empatía, paciencia y una comunicación clara. Es fundamental crear un entorno seguro y de apoyo, donde puedan expresar sus emociones y encontrar consuelo. Aunque la situación sea difícil, recuerda que tu presencia y tu actitud tranquila pueden hacer una gran diferencia en la forma en que el niño enfrenta y supera la crisis. Al seguir estos consejos, puedes ayudarles a mantener su bienestar emocional y a adaptarse mejor a los cambios que les rodean.

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