La noción de la «más antigua» o «primera» entidad política reconocida como un estado puede ser un tema de debate y conjetura, debido a la falta de registros históricos completos y a la evolución de las sociedades humanas a lo largo del tiempo. Sin embargo, hay varias civilizaciones antiguas que han sido propuestas como las más antiguas del mundo en términos de establecer formas rudimentarias de organización política, social y económica.
Entre estas civilizaciones antiguas se encuentra la sumeria, ubicada en la región de Mesopotamia, en lo que hoy es el sur de Irak. La civilización sumeria floreció aproximadamente entre el 4000 a.C. y el 2000 a.C., aunque las fechas exactas pueden variar según los expertos. Se cree que los sumerios fueron los primeros en desarrollar una forma de escritura, conocida como escritura cuneiforme, así como en establecer ciudades-estado autónomas.
Ur, Uruk y Lagash son solo algunas de las ciudades-estado sumerias más conocidas que surgieron en esta región. Estas ciudades-estado tenían sus propios gobernantes y sistemas de gobierno, y a menudo estaban en conflicto unos con otros por el control de recursos y territorios. Sin embargo, también cooperaban y comerciaban entre sí, lo que sugiere una forma incipiente de relaciones diplomáticas y económicas.
La organización social en Sumeria estaba altamente estratificada, con una clase gobernante formada por reyes o sacerdotes que gobernaban sobre una población compuesta por agricultores, artesanos y esclavos. La religión también jugaba un papel importante en la vida cotidiana de los sumerios, con la adoración de una amplia variedad de dioses y diosas que controlaban diferentes aspectos del mundo natural y sobrenatural.
El legado de los sumerios es vasto e influyente. Además de sus logros en la escritura y la organización política, también hicieron importantes contribuciones en áreas como la astronomía, las matemáticas y la arquitectura. La invención del arco y la bóveda en la arquitectura, por ejemplo, se atribuye a los sumerios, así como el desarrollo del calendario lunar y la rueda.
Aunque la civilización sumeria eventualmente cayó ante las invasiones de pueblos vecinos como los acadios y los babilonios, su legado perduró a través de los siglos y siguió influyendo en las culturas posteriores en Mesopotamia y más allá. Por lo tanto, se considera que la civilización sumeria es una de las primeras y más influyentes en la historia del mundo, y su legado continúa siendo objeto de estudio y admiración en la actualidad.
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Por supuesto, profundicemos más en la civilización sumeria y su legado en la historia mundial.
La civilización sumeria emergió en la región de Mesopotamia, una vasta llanura entre los ríos Tigris y Éufrates en lo que ahora es el sur de Irak. La geografía de Mesopotamia fue fundamental en el desarrollo de la civilización sumeria, ya que los ríos proporcionaban agua para la agricultura y el comercio, pero también presentaban desafíos como inundaciones estacionales que requerían una coordinación y cooperación social para manejar.
Uno de los logros más destacados de los sumerios fue el desarrollo de la escritura cuneiforme. Esta forma de escritura consistía en hacer marcas en tabletas de arcilla húmeda con una caña biselada, creando formas de cuña que representaban palabras o sílabas. La escritura cuneiforme se utilizaba para llevar registros comerciales, administrativos y religiosos, y su complejidad aumentó con el tiempo para incluir una variedad de géneros literarios, como epopeyas, mitos y leyes.
Las ciudades-estado sumerias, como Ur, Uruk, Lagash y Nippur, eran centros de actividad política, económica y cultural. Cada ciudad-estado estaba gobernada por un rey o una asamblea de líderes, y tenía su propio conjunto de dioses patrones y templos religiosos. El zigurat, una estructura de terrazas escalonadas con un templo en la cima, era una característica distintiva de la arquitectura sumeria y servía como centro religioso y administrativo.
La economía sumeria se basaba principalmente en la agricultura, con cultivos como la cebada, el trigo, las legumbres y las frutas, que se cultivaban en campos irrigados por los ríos. También practicaban la cría de ganado y el pastoreo. El comercio desempeñaba un papel importante en la economía sumeria, tanto dentro de Mesopotamia como con civilizaciones vecinas, como los acadios, los babilonios y los hititas.
La religión sumeria era politeísta, con una amplia variedad de dioses y diosas que representaban diferentes aspectos del mundo natural y humano. Los sumerios creían que los dioses controlaban todos los aspectos de la vida, desde el clima y las cosechas hasta la guerra y la fertilidad. Los templos sumerios eran centros de adoración y actividad religiosa, y los sacerdotes desempeñaban un papel importante en la sociedad como intermediarios entre los dioses y los seres humanos.
Además de sus logros en escritura, arquitectura y religión, los sumerios también hicieron importantes contribuciones en áreas como las matemáticas y la astronomía. Desarrollaron un sistema numérico basado en el número 60, que aún se utiliza en la medida del tiempo (60 segundos en un minuto, 60 minutos en una hora) y en la medida de los círculos (360 grados en una circunferencia). También fueron pioneros en la observación del cielo y la elaboración de calendarios lunares y solares.
La caída de la civilización sumeria comenzó alrededor del 2000 a.C., cuando fueron invadidos por los acadios, un pueblo semítico del norte de Mesopotamia. Aunque los acadios adoptaron muchas de las tradiciones y logros culturales de los sumerios, la civilización sumeria nunca se recuperó por completo. Sin embargo, su legado perduró a través de los siglos, influyendo en las culturas posteriores en Mesopotamia y más allá.
En resumen, la civilización sumeria es reconocida como una de las primeras y más influyentes de la historia mundial, con importantes contribuciones en áreas como la escritura, la arquitectura, la religión y las ciencias. Su legado continúa siendo objeto de estudio y admiración, y su influencia se puede ver en muchas de las culturas que les sucedieron en la región de Mesopotamia y más allá.