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CITROËN XM Break 1997-2000

CITROËN XM Break 1997-2000: Un estudio profundo sobre la evolución de un clásico olvidado

El CITROËN XM Break 1997-2000 representa una de las últimas iteraciones de un vehículo que marcó un hito en la historia de la automoción, tanto por su diseño revolucionario como por los desafíos que enfrentó durante su producción. La gama XM, que debutó en 1989 como sustituto del CX, tuvo un impacto inmediato en el mercado, pero no sin dificultades. El modelo Break, o station wagon, fue una de las versiones más características y emblemáticas de este modelo, que vivió un periodo de evolución y adaptación en los años 90, hasta su desaparición en el 2000.

Contexto histórico y evolución del CITROËN XM

Cuando el CITROËN XM fue lanzado en 1989, la marca francesa había alcanzado una etapa de gran creatividad e innovación. El XM fue una apuesta audaz para reemplazar al venerado CITROËN CX, que había sido un símbolo del diseño automovilístico de la marca en los años 70 y 80. Desde el principio, el XM se distinguió por su diseño futurista, su tecnología avanzada y una nueva suspensión Hydractive, que ofrecía un confort sin precedentes en el segmento de los sedanes grandes.

Sin embargo, a pesar de las buenas críticas iniciales, el XM pronto se vio afectado por problemas técnicos relacionados con su compleja suspensión, lo que provocó una pérdida de confianza entre los consumidores y, en última instancia, una caída en las ventas. A pesar de los intentos de Citroën por solucionar estos problemas con una actualización en 1994, el modelo no logró recuperar la popularidad que había tenido al principio.

Para 1997, Citroën decidió realizar una última actualización de su modelo XM, con la esperanza de revitalizar las ventas y restaurar la imagen del vehículo. Este cambio de imagen no afectó drásticamente el diseño, pero sí introdujo algunas mejoras en el equipamiento y la seguridad, además de un rediseño más moderno en algunos aspectos del modelo.

El CITROËN XM Break: Diseño y características

El CITROËN XM Break, que es la versión station wagon de este modelo, continuó con el diseño de la versión sedán, manteniendo la línea estética que había sido tan revolucionaria a finales de los 80. El Break compartía el mismo chasis y plataforma que el modelo de 4 puertas, pero su carrocería extendida le confería una mayor practicidad, haciéndolo ideal para aquellos que necesitaban un vehículo con un mayor volumen de carga y más espacio interior.

Estética exterior y cambios

El diseño exterior del XM Break se mantuvo fiel a las líneas suaves y redondeadas que lo caracterizaban. Sin embargo, la versión de 1997 incorporó algunos detalles sutiles que, aunque no modificaron radicalmente el coche, sí contribuyeron a actualizar su aspecto. Las características más destacadas de esta actualización fueron la adición de nuevos tapacubos y la mejora en los elementos de iluminación, como los faros traseros ahumados y la puerta trasera alta, que mantenían la esencia de la versión original sin recurrir a un rediseño completo que pudiera alejarlo de la imagen establecida.

Tecnología y seguridad

Una de las principales modificaciones que Citroën introdujo en el modelo de 1997 fue la incorporación de bolsas de aire laterales (airbags) como parte de un esfuerzo por mejorar la seguridad del vehículo. En un contexto de creciente demanda por parte de los consumidores de vehículos más seguros, la marca francesa intentó competir con las características de otros fabricantes que ya estaban adoptando estas tecnologías. La decisión de incluir los airbags laterales no solo fue una medida positiva desde el punto de vista de la seguridad, sino que también mostró el compromiso de Citroën por actualizar el modelo a los estándares de la industria, que en ese momento se estaban volviendo más estrictos.

Sin embargo, aunque la seguridad mejoró, Citroën no logró resolver los problemas técnicos más graves que aquejaban al XM desde su introducción, como la suspensión Hydractive II, que continuaba siendo una fuente de fallos en la carretera. La complejidad de este sistema, aunque innovadora, resultó ser poco confiable a largo plazo, lo que contribuyó aún más al declive de las ventas.

Motor y desempeño

Una de las principales áreas en las que Citroën intentó revivir al XM fue en su motorización. El modelo Break 1997-2000 estuvo disponible con varias opciones de motorización, pero la más destacada fue la versión con el motor V6 de 3.0 litros, que buscaba ofrecer una experiencia de conducción más potente y dinámica. Este motor, capaz de generar hasta 135 caballos de fuerza a 5.500 rpm, proporcionaba al XM una aceleración respetable y un rendimiento general que podía competir con otros vehículos de su segmento.

El motor de 2.0 litros y 135 caballos de fuerza que estaba disponible en algunas versiones también era bastante competente, con un par motor de 180 Nm a 4.200 rpm. Aunque estas cifras no eran excepcionales para la época, el XM Break ofrecía una experiencia de conducción cómoda y eficiente, especialmente en viajes largos y en carreteras donde su suspensión Hydractive II podía mostrar su potencial.

En cuanto a la velocidad máxima, el XM Break 2.0i alcanzaba los 198 km/h (123 mph), lo que lo colocaba en un buen nivel para su clase. La aceleración de 0 a 100 km/h en 11.8 segundos era más que adecuada para los estándares de los vehículos de su categoría en ese entonces.

Dimensiones y confort interior

El tamaño del XM Break también era un factor clave en su atractivo. Con una longitud de 4.961 mm y una anchura de 1.791 mm, el vehículo ofrecía una cantidad generosa de espacio interior, especialmente para los pasajeros traseros. La capacidad de carga, aunque no especificada, era suficiente para hacer de este modelo una opción popular entre aquellos que necesitaban espacio adicional, ya sea para viajes familiares o para el transporte de objetos más voluminosos.

El interior del XM Break era espacioso y confortable, con materiales de calidad y una configuración ergonómica que ofrecía un gran nivel de confort en viajes largos. Sin embargo, a pesar de estos aspectos positivos, la falta de fiabilidad en algunos de los sistemas técnicos (como la suspensión) y la competencia creciente en el mercado de los años 90 fueron factores que no ayudaron al modelo a recuperar la popularidad que había disfrutado en sus primeros años de vida.

Despedida del mercado y legado del CITROËN XM

A pesar de los esfuerzos por mejorar el XM en su última versión, el modelo nunca logró recuperar el impulso que había tenido en sus primeros años. La combinación de problemas técnicos no resueltos, una oferta insuficiente en términos de motorizaciones y la competencia cada vez más fuerte de otras marcas hicieron que las ventas del XM cayeran aún más durante los últimos años de su producción.

En 2000, Citroën decidió cesar la producción del XM, poniendo fin a una de las historias más interesantes y complejas de la automoción francesa. Aunque el modelo Break 1997-2000 no logró alcanzar el éxito comercial esperado, sigue siendo una pieza interesante para los coleccionistas y los aficionados a los vehículos clásicos, especialmente por su diseño único y la avanzada tecnología que intentaba ofrecer en su época.

El CITROËN XM Break es un claro ejemplo de cómo un vehículo innovador puede ser víctima de su propia complejidad. Si bien su diseño futurista y su confort de marcha le valieron una admiración a nivel de diseño, los problemas técnicos y una falta de soluciones definitivas para estos defectos acabaron por sepultar su futuro en el mercado. A pesar de ello, su legado perdura como un símbolo de la creatividad y la ambición de CITROËN en los años 90.

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