CITROËN Saxo 5 puertas (1996-1998): Un hito en el segmento compacto
El CITROËN Saxo 5 puertas, lanzado entre 1996 y 1998, es un ejemplo de cómo una marca puede transformar una situación complicada en una historia de éxito en la industria automotriz. Este modelo, basado completamente en el Peugeot 106, se destacó como un vehículo del segmento pequeño, fabricado en grandes cantidades, y disponible en versiones de tres y cinco puertas. A pesar de compartir la plataforma y muchos elementos con su hermano el Peugeot 106, el Saxo logró una recepción mucho más positiva, especialmente entre el público joven europeo.
Contexto y Origen del Citroën Saxo
A finales de la década de 1980 y principios de la década de 1990, el mercado de vehículos pequeños en Europa estaba siendo dominado por marcas como Fiat, Renault y Volkswagen. Citroën había tenido dificultades para encontrar su lugar en este sector, especialmente después de la retirada de la marca del modelo Citroën AX, un vehículo que, aunque innovador, no tuvo el impacto esperado en ventas. El AX fue una versión de transición que nunca alcanzó el nivel de éxito deseado. Sin embargo, la llegada del Citroën Saxo cambió esta dinámica, no solo para la marca sino también para el mercado en general.
El Saxo fue desarrollado bajo la misma plataforma que el Peugeot 106, pero mientras que el 106 tuvo una acogida tibia, el Saxo encontró un público más receptivo, especialmente en Europa. El modelo fue capaz de captar la atención del público joven gracias a su diseño moderno y asequible, además de ofrecer una gran versatilidad tanto en sus versiones de tres como de cinco puertas.
Diseño Exterior
El diseño exterior del Saxo 5 puertas 1996-1998 era un claro ejemplo de las tendencias de la época, con una estética que reflejaba dinamismo y modernidad. Su carrocería compacta, con una longitud de 3721 mm y una altura de 1379 mm, lo hacía fácil de maniobrar en las estrechas calles urbanas. El diseño de la parte frontal fue uno de los puntos que marcó la diferencia en el mercado, destacándose por sus faros rectangulares y los intermitentes separados montados en las esquinas, lo que le daba un aire de frescura y juventud. Además, la parrilla delantera, con dos aberturas horizontales estrechas, ayudaba a mejorar la refrigeración del motor, algo que Citroën había aprendido de los errores cometidos con el AX, cuyo diseño de parrilla completamente cerrado había afectado su rendimiento en condiciones de calor.
Los laterales del vehículo mostraban detalles simples pero efectivos. La versión de cinco puertas incorporaba espejos retrovisores y manijas de puerta negras, y un moldeado de plástico negro en las puertas delanteras que no solo protegía la carrocería de los rasguños de las puertas en los aparcamientos, sino que también servía como indicativo del nivel de equipamiento del coche.
Diseño Interior y Confort
El interior del CITROËN Saxo 5 puertas de 1996-1998 era tan versátil como su exterior, con una gama de opciones que variaba según el nivel de equipamiento. El modelo de entrada, sin características de lujo, no incluía cierre centralizado, pero aún así ofrecía un interior práctico con un diseño sencillo y funcional. Los modelos más equipados, sin embargo, incluían asientos tipo bucket, aire acondicionado, y sistemas de sonido más avanzados, lo que convertía al Saxo en un vehículo atractivo para un segmento más exigente.
Una de las características más destacadas del interior del Saxo fue la posibilidad de ampliar el volumen del maletero. Aunque el espacio inicial del maletero era de 280 litros (9.9 pies cúbicos), la opción de montar un banco trasero plegable permitía aumentar la capacidad del maletero hasta 953 litros (33.6 pies cúbicos), lo que hacía al Saxo un vehículo extremadamente versátil, especialmente para aquellos que necesitaban más espacio para transportar carga.
Motorización y Rendimiento
En cuanto a la motorización, el Saxo 5 puertas 1996-1998 se ofreció con una gama de motores tanto de gasolina como diésel, cubriendo así un amplio espectro de necesidades y preferencias de los conductores. Una de las versiones más populares fue el modelo 1.1i de 60 caballos de fuerza, que combinaba un motor de 1.1 litros (1124 cm³) con una transmisión manual de cinco marchas. Este motor entregaba una potencia de 60 HP a 6200 RPM y un par motor de 88 Nm a 3800 RPM, lo que le permitía alcanzar una velocidad máxima de 162 km/h (100.7 mph), una cifra bastante competitiva para un vehículo de su segmento.
Además de este motor, el Saxo también estuvo disponible con opciones diésel más eficientes, que ofrecían una economía de combustible aún mayor. El consumo combinado del modelo de 1.1i fue de 6.7 L/100 km (35.1 mpg), con un rendimiento de 8.9 L/100 km (26.4 mpg) en ciudad y 6.7 L/100 km (35.1 mpg) en carretera, lo que lo convertía en un vehículo económico para su época.
Chasis y Suspensión
El CITROËN Saxo 5 puertas contaba con una suspensión delantera independiente tipo McPherson, mientras que la suspensión trasera era de eje de torsión. Esta configuración permitía un manejo ágil y una conducción cómoda, que se adaptaba bien tanto a la ciudad como a carreteras secundarias. A pesar de no ser un coche deportivo, el Saxo ofrecía una experiencia de conducción agradable, ideal para aquellos que buscaban un vehículo práctico y económico, pero sin sacrificar por completo el confort y la maniobrabilidad.
Seguridad y Equipamiento
En términos de seguridad, el Saxo 5 puertas ofrecía características básicas para la época. Incluía frenos de disco en las ruedas delanteras y frenos de tambor en las traseras, un sistema que era común en los vehículos de su clase en ese entonces. Aunque no contaba con los sofisticados sistemas de seguridad que se encuentran en los modelos actuales, el Saxo ofrecía elementos como los cinturones de seguridad de tres puntos, una estructura de carrocería reforzada y la posibilidad de incorporar airbags dependiendo del nivel de equipamiento.
El Éxito Comercial
El CITROËN Saxo 5 puertas fue un éxito rotundo en el mercado europeo, especialmente entre los conductores jóvenes y los que buscaban un primer coche con características modernas y económicas. A pesar de ser técnicamente un gemelo del Peugeot 106, el Saxo se benefició de un diseño más atractivo para su público objetivo, lo que lo ayudó a destacarse y ganar popularidad. Además, el hecho de que estuviera disponible con una gama de motorizaciones eficientes y una excelente relación calidad-precio hizo que se convirtiera en una opción muy atractiva en el competitivo mercado de los coches pequeños.
Conclusión
El CITROËN Saxo 5 puertas 1996-1998 representa un hito dentro de la industria automotriz europea. A través de un diseño atractivo, opciones de motorización variadas y un enfoque en la funcionalidad y la economía, el Saxo se consolidó como un modelo exitoso en su segmento. Si bien la historia del Citroën Saxo terminó en 2002, su impacto sigue siendo recordado como uno de los vehículos más importantes en la renovación de la marca Citroën y como un referente para aquellos que buscan vehículos compactos y económicos con un diseño joven y fresco.