El Citroën CX Break de 1985: Un Estudio en Evolución y Modernización del Clásico Francés
El Citroën CX fue un automóvil que marcó un hito en la industria automotriz cuando fue lanzado por primera vez en 1974. Con una silueta futurista y tecnologías avanzadas para su época, el CX no solo se destacó por su diseño innovador, sino también por su sofisticación técnica. A lo largo de su ciclo de vida, que se extendió desde 1976 hasta 1991, el CX pasó por varias actualizaciones y renovaciones, manteniéndose relevante y atractivo para los conductores de todo el mundo. Entre esas actualizaciones, la versión Break de 1985 es uno de los modelos más representativos de esta evolución, destacándose tanto por sus cambios estéticos como por su rendimiento mejorado.
El CX Break de 1985: Un Diseño Moderno para los Nuevos Tiempos
Para 1985, el Citroën CX, en su variante Break (wagon), ya mostraba signos de envejecimiento. A pesar de haber sido una de las propuestas más innovadoras de su clase a principios de la década de 1970, para mediados de los 80 se encontraba un tanto desfasado en comparación con los nuevos modelos que comenzaban a dominar el mercado. El CX había sido objeto de un primer facelift en 1983, pero para seguir siendo competitivo, Citroën decidió realizar una actualización adicional en 1985.
El diseño exterior del CX Break se actualizó significativamente para mejorar su estética y aerodinámica. Una de las modificaciones más destacadas fue la sustitución de los antiguos parachoques metálicos cromados, que se habían vuelto obsoletos, por unos de plástico envolventes, más modernos y aerodinámicos. Estos nuevos parachoques no solo daban al vehículo un aspecto más fresco, sino que también mejoraban la eficiencia aerodinámica. Dependiendo del nivel de equipamiento, los parachoques eran del mismo color que la carrocería, lo que aumentaba la armonía visual del conjunto.
El modelo Break, con su amplio techo largo, también presentaba una parte trasera mejorada. El parachoques trasero, que debía soportar el peso de la carga durante el proceso de carga y descarga, era más delgado pero funcional, mientras que la gran puerta trasera permitía un acceso más fácil al voluminoso maletero, una característica esencial para un vehículo familiar como el CX Break. Esta adaptación al diseño moderno ayudaba a que el automóvil fuera más práctico sin sacrificar la estética, una cualidad fundamental para Citroën.
Cambios en el Interior: Rediseño Funcional y Práctico
Dentro del habitáculo, el Citroën CX Break de 1985 también experimentó algunos cambios significativos, aunque algunos de estos se debieron más a la demanda de los consumidores que a la intención de innovar. Uno de los elementos más llamativos del interior del CX era el diseño de su cuadro de instrumentos. Originalmente, el velocímetro presentaba un diseño de barril, una característica única y distintiva de los modelos anteriores, pero no fue bien recibido por los conductores. Por esta razón, Citroën optó por reemplazarlo por una configuración de diales más convencional, lo que resultó ser más cómodo y práctico para la mayoría de los usuarios.
Otra modificación en el interior fue el rediseño del volante, que pasó de tener un diseño de doble radio a uno de una sola radio. Este cambio, aunque más sutil, también contribuyó a una sensación de mayor modernidad en el CX Break de 1985, al tiempo que mejoraba la ergonomía y la facilidad de manejo. Los ajustes interiores no fueron tan radicales como los cambios externos, pero fueron suficientes para darle un aire renovado al modelo sin perder las características que lo hicieron popular.
Nuevas Motorizaciones: Más Potencia y Eficiencia
Una de las áreas en las que el CX Break de 1985 realmente brilló fue en la mejora de su rendimiento. Si bien el CX original ya había sido conocido por su ingeniería avanzada, la actualización de 1985 introdujo motores más eficientes y potentes, lo que permitió al modelo Break mantenerse competitivo en términos de rendimiento.
Uno de los motores más importantes de esta actualización fue el 2.0L de 5 velocidades manual, que producía una potencia de 106 caballos de fuerza a 5500 revoluciones por minuto (RPM). Este motor de 4 cilindros ofrecía una buena combinación de potencia y eficiencia, permitiendo al CX Break alcanzar una velocidad máxima de 169 km/h. El torque de 163 Nm a 3250 RPM proporcionaba una conducción bastante ágil para un vehículo de su tamaño y peso.
Además, la versión turbo-diesel del CX Break, que generaba 120 caballos de fuerza, fue especialmente popular debido a su notable eficiencia en combustible, una característica muy valorada por los conductores que buscaban un vehículo familiar con un buen rendimiento en carretera. La versión diésel del CX Break era capaz de ofrecer una excelente economía de combustible sin comprometer el rendimiento, lo que la convertía en una opción atractiva para aquellos que necesitaban un vehículo de largo alcance con bajo consumo.
Especificaciones Técnicas del Citroën CX Break 1985
Las especificaciones técnicas del CX Break de 1985 reflejan las mejoras en rendimiento y comodidad que hicieron de este modelo un vehículo destacado. A continuación se detallan algunas de las especificaciones clave:
- Motor: 2.0L, 4 cilindros, 106 caballos de fuerza a 5500 RPM
- Transmisión: Manual de 5 velocidades
- Tracción: Delantera
- Aceleración 0-100 km/h (0-62 mph): 14.1 segundos
- Velocidad máxima: 169 km/h (105 mph)
- Consumo combinado: 23.3 mpg (10.1 L/100 km)
- Capacidad del tanque de combustible: 68.1 litros (18.0 galones)
- Capacidad de carga: 1161 litros (41 pies cúbicos)
- Peso no cargado: 1360 kg (2998 lbs)
- Suspensión: Discos ventilados en la parte delantera y discos en la parte trasera
- Neumáticos: 195/70 R14
- Distancia al suelo: 155 mm (6.1 pulgadas)
- Altura: 1461 mm (57.5 pulgadas)
- Longitud: 4950 mm (194.9 pulgadas)
- Distancia entre ejes: 3091 mm (121.7 pulgadas)
Conclusión: Un Legado de Innovación y Estilo
El Citroën CX Break de 1985 sigue siendo un ejemplo de cómo una marca puede evolucionar un modelo de éxito para mantenerlo actualizado en un mercado cada vez más competitivo. Con su combinación de diseño refinado, motores más eficientes y una notable capacidad de carga, el CX Break de 1985 demostró que incluso un modelo que ya mostraba signos de envejecimiento podía seguir siendo relevante en el mundo de los autos familiares. La innovación fue, sin duda, uno de los pilares fundamentales de este modelo, que mantuvo su popularidad hasta 1991, año en que se retiró definitivamente del mercado.
A pesar de la competencia cada vez más feroz, el Citroën CX Break siguió siendo un coche que marcaba tendencia, una muestra de la capacidad de Citroën para innovar y adaptarse a los tiempos cambiantes sin perder su esencia única. Para los amantes de los automóviles clásicos y los vehículos familiares, el CX Break de 1985 sigue siendo un ejemplo impresionante de diseño y funcionalidad.