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CITROËN CX Break 1982-1985

CITROËN CX Break 1982-1985: Un Ícono de Innovación y Comodidad

En la historia de la automoción, ciertos modelos se destacan no solo por su desempeño, sino también por su capacidad de marcar un hito en términos de diseño y tecnología. Uno de esos vehículos es el CITROËN CX Break, fabricado entre 1982 y 1985. Esta variante familiar del CX, un modelo que marcó la transición de Citroën a su integración con Peugeot, se convirtió en un emblema de la ingeniería avanzada y el confort sin compromisos. En este artículo, exploraremos en detalle las características de este vehículo, su relevancia en el contexto automovilístico de la época, y el impacto que tuvo en la industria.

El Contexto del CITROËN CX

El CITROËN CX fue lanzado en 1974 como un modelo que sustituiría al legendario Citroën DS, conocido por su tecnología avanzada y su revolucionario diseño. Desde su presentación, el CX se ganó la admiración de la industria automotriz, destacándose por sus innovaciones tecnológicas, especialmente en cuanto a suspensiones hidroneumáticas, un sistema heredado del DS que garantizaba un confort excepcional al absorber las irregularidades del terreno. Además, fue el primer vehículo de su segmento en montar el motor transversalmente, una solución técnica que optimizaba el espacio interior y mejoraba la estabilidad del vehículo.

En 1975, el CX recibió el prestigioso galardón de Coche del Año en Europa, un reconocimiento a su diseño futurista y sus prestaciones. A lo largo de su producción, se mantuvo como uno de los modelos más apreciados de la marca francesa, con una producción que se extendió hasta 1991. La versión CX Break, lanzada en 1982, representó una evolución de este concepto, con un enfoque particular en el confort de los ocupantes y la versatilidad del vehículo.

Diseño y Estilo Exterior

El diseño del CX Break fue obra del reconocido diseñador Robert Opron, quien también estuvo detrás de la estética de otros modelos icónicos de Citroën, como el GS y el SM. La silueta del CX Break, aunque claramente inspirada en los modelos anteriores de la marca, no cayó en la trampa de parecer una simple repetición de ellos. Opron logró imprimirle una personalidad única, con líneas suaves y elegantes que combinaban funcionalidad con un estilo avanzado.

El CX Break fue ligeramente restilizado en 1982, una actualización que incluyó cambios sutiles pero significativos. El frontal recibió una nueva máscara, un parrilla de rejilla más fluida y un parachoques delantero más grande, lo que le dio una presencia más robusta y moderna. La parte trasera del vehículo, por su parte, mantuvo el característico alerón integrado que mejoraba la aerodinámica, un aspecto que no solo tenía beneficios estéticos sino también funcionales.

El Interior: Confort y Tecnología

El interior del CX Break era una oda al confort. A pesar de ser un vehículo familiar, Citroën no escatimó en lujo ni en tecnología. Los asientos eran amplios y ergonómicos, ofreciendo un excelente soporte tanto para los pasajeros delanteros como para los traseros. Además, el uso de materiales de alta calidad, como el cuero y los tejidos suaves, proporcionaba un ambiente agradable y sofisticado.

Una de las principales características del CX Break era su espacio interior, que se aprovechaba al máximo gracias a la distribución inteligente de los componentes del vehículo. La configuración transversal del motor permitió que el espacio disponible en el habitáculo fuera superior al de otros modelos de la época. Esto se tradujo en un mayor confort, especialmente en los viajes largos, donde el CX Break se sentía como un salón sobre ruedas.

A nivel tecnológico, el CX Break incorporaba varias innovaciones, como un sistema de dirección asistida, ventanas eléctricas y cierre centralizado de puertas, que en ese entonces eran opciones bastante raras, pero que se hicieron estándar en esta versión.

Motor y Desempeño

El CITROËN CX Break 2.0L 5MT de 1982-1985 estaba propulsado por un motor de 4 cilindros en línea con una cilindrada de 1995 cm³, que producía 106 caballos de fuerza (78 kW) a 5500 rpm. Este motor permitía al CX Break alcanzar una velocidad máxima de 168 km/h (104.4 mph), lo que lo colocaba en la categoría de los vehículos familiares con un rendimiento notable. Aunque no era un coche deportivo, el CX Break ofrecía una conducción cómoda y ágil, especialmente para los estándares de su época.

El sistema de suspensión hidroneumática, una de las características más emblemáticas de Citroën, garantizaba que el vehículo absorbiera las irregularidades del terreno con una suavidad excepcional. Esto, combinado con la transmisión manual de 5 marchas, ofrecía una experiencia de conducción que pocas veces se encontraba en vehículos de su segmento.

A nivel de frenos, el CX Break contaba con un sistema de discos ventilados en las cuatro ruedas, lo que mejoraba significativamente la capacidad de frenado, especialmente en condiciones exigentes. Esta característica era notablemente avanzada para la época y contribuía a la seguridad del vehículo.

Espacio y Capacidad de Carga

El CX Break era, ante todo, un vehículo familiar, y uno de sus puntos fuertes era su capacidad de carga. Con un volumen de 1161 litros (41 pies cúbicos) en el maletero, el CX Break ofrecía un espacio considerable para equipaje, lo que lo hacía ideal para viajes largos o para quienes necesitaban transportar objetos voluminosos.

Además, la configuración de los asientos traseros, que se podían abatir fácilmente, permitía ampliar aún más la capacidad de carga, lo que lo convertía en un vehículo extremadamente versátil. Este aprovechamiento del espacio interno era una de las razones por las que el CX Break se convirtió en un favorito de las familias y de quienes necesitaban un coche espacioso sin sacrificar el confort.

Consumo y Eficiencia

En cuanto a la eficiencia de combustible, el CITROËN CX Break 2.0L 5MT se desempeñaba razonablemente bien para su tamaño y potencia. Con un consumo combinado de 23.1 mpg (10.2 L/100 km), el CX Break no era uno de los vehículos más económicos en términos de consumo, pero su rendimiento era aceptable para un modelo de su tamaño y categoría.

La capacidad de su tanque de combustible era de 68.1 litros (18 galones), lo que le otorgaba una autonomía considerable, especialmente en viajes largos, lo que complementaba su perfil de vehículo ideal para distancias medias y largas.

Características de Seguridad

El CX Break también estaba diseñado con la seguridad en mente. El sistema de frenos de disco ventilados y la suspensión hidroneumática mejoraban la estabilidad y el control en diversas condiciones de conducción. Aunque el CX Break no estaba equipado con airbags ni con las tecnologías de seguridad modernas que encontramos en los coches actuales, sus frenos de alto rendimiento y su suspensión avanzada ofrecían un nivel de seguridad destacado para la época.

Conclusión

El CITROËN CX Break 1982-1985 es un ejemplo de la vanguardia tecnológica y el confort que Citroën supo ofrecer en una época de grandes cambios para la industria automotriz. Con su motor de 2.0L, suspensión hidroneumática, y un diseño exterior elegante, el CX Break se erige como un vehículo adelantado a su tiempo. Su capacidad de carga, confort interior y la innovación en su manejo siguen siendo una referencia para los vehículos familiares de alto rendimiento. Hoy en día, el CX Break sigue siendo un clásico que los entusiastas de los automóviles aprecian no solo por su rendimiento, sino por la historia que representa dentro de la automoción.

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