CITROËN CX (1985-1989): Una Leyenda de la Automoción Francesa
La industria automotriz siempre ha sido un espacio donde las innovaciones tecnológicas y las transformaciones de diseño marcan la diferencia entre los modelos que perduran y los que quedan relegados al olvido. Entre los automóviles que han logrado trascender el paso del tiempo, el Citroën CX ocupa un lugar especial. Su historia comienza en 1974, cuando la marca francesa introdujo un modelo que, con su diseño revolucionario y tecnología avanzada, rápidamente se ganó el corazón de los conductores. Sin embargo, no fue hasta la revisión de 1985, que el CX vivió una transformación significativa, consolidando su lugar en la historia de la automoción.
Un Coche con Historia: El Citroën CX Original
El CX original, que debutó en 1974, fue una continuación del legado dejado por el legendario Citroën DS, otro de los modelos más innovadores de la marca. Aunque el CX fue bien recibido desde su lanzamiento, con el paso de los años se fue percibiendo como un modelo que, en algunos aspectos, comenzaba a mostrar signos de envejecimiento. Para 1985, cuando Citroën decidió realizar una actualización importante del CX, el modelo ya tenía más de una década en el mercado. A pesar de ello, el CX seguía siendo una pieza de tecnología avanzada, destacándose por su suspensión hidroneumática, su aerodinámica y su diseño futurista.
En 1985, Citroën se enfrentaba al desafío de revitalizar un modelo que ya había conquistado a los conductores, pero que ahora necesitaba adaptarse a las nuevas tendencias del mercado. Así nació el Citroën CX 1985, una actualización que no solo modificó aspectos estéticos, sino que también mejoró la tecnología y la experiencia de conducción.
Diseño Exterior: Una Nueva Era
En términos de diseño, la versión de 1985 del Citroën CX experimentó un cambio significativo. En la década de 1980, los parachoques cromados metálicos, que hasta entonces eran un símbolo de lujo y sofisticación, empezaron a pasar de moda. Citroën, consciente de esta tendencia, decidió introducir parachoques envolventes de plástico en el CX, lo que le dio un aspecto más moderno y actualizado, acorde con las tendencias de la época. Esta transformación no solo le confería una nueva estética, sino que también mejoraba la seguridad del vehículo.
Además, la parrilla del CX de 1985 fue rediseñada para integrarse mejor con la carrocería del automóvil, adoptando un tono de color que le daba un aspecto más homogéneo y menos recargado. Dependiendo del nivel de equipamiento, las manillas de las puertas podían ser de color negro o cromadas, lo que agregaba un toque de distinción a las versiones más lujosas del modelo.
En general, el Citroën CX 1985 se presentó como un automóvil con un aire fresco y renovado, como un cantante pop que, tras someterse a una exitosa cirugía estética, volvía a cautivar a su público.
Interior: Innovación y Comodidad
El habitáculo del CX también experimentó cambios notables. Si bien el CX original ya era conocido por su confort y diseño avanzado, la versión de 1985 incorporó nuevas mejoras. Una de las principales novedades fue el volante de un solo radio, que ofrecía un esfuerzo de dirección dependiente de la velocidad. Este volante moderno mejoró la experiencia de conducción, proporcionando mayor comodidad y un control más preciso del automóvil.
Otro de los cambios más evidentes fue en el cuadro de instrumentos. El CX original contaba con un diseño único, con esferas de reloj que se asemejaban a barriles, lo que le daba un aire futurista y distintivo. Sin embargo, el modelo de 1985 adoptó un diseño más tradicional, con esferas redondas para los instrumentos. Este cambio fue una forma de hacer el automóvil más accesible a un público más amplio, que prefería una disposición más convencional y fácil de interpretar.
Para la versión turboalimentada, se añadió un medidor de turbo que se ubicaba en la parte inferior del tacómetro, lo que brindaba al conductor información adicional sobre el rendimiento del motor, una característica apreciada por aquellos que buscaban un mayor control sobre la potencia del vehículo.
Motorización y Rendimiento
El Citroën CX 1985 no solo presentó mejoras en el diseño, sino que también trajo consigo una nueva gama de motorizaciones, con un enfoque especial en la eficiencia y el rendimiento. Uno de los motores más destacados fue el 2.0L turboalimentado, que proporcionaba 102 caballos de fuerza a 5,500 revoluciones por minuto (RPM). Esta motorización se combinaba con una transmisión manual de cinco marchas, lo que mejoraba la experiencia de conducción al permitir una mayor precisión y control en el cambio de marchas.
El motor de 2.0 litros ofrecía una potencia de 75 kW (102 hp) y un torque de 159 Nm a 3,250 RPM, lo que otorgaba al CX un rendimiento satisfactorio tanto en carretera como en ciudad. Con una velocidad máxima de 175 km/h (108.7 mph), el CX 1985 demostraba ser un automóvil rápido y eficiente para su tiempo.
En términos de consumo, el CX 1985 era relativamente económico, con un consumo combinado de 9.3 L/100 km (25.3 mpg US). Esta eficiencia era una de las características que lo hacía atractivo para los conductores de la época, quienes valoraban tanto el confort como la economía en el uso diario.
Características Técnicas
Entre las características técnicas más destacadas del Citroën CX 1985 se encuentran las siguientes:
- Motor: 2.0L, 4 cilindros en línea (L4)
- Transmisión: Manual de 5 velocidades
- Potencia: 102 hp a 5,500 RPM
- Torque: 159 Nm a 3,250 RPM
- Sistema de combustible: Carburetor
- Tipo de tracción: Tracción delantera (FWD)
- Frenos: Discos ventilados en la parte delantera y discos en la parte trasera
- Neumáticos: 185/70R14
- Aceleración (0-100 km/h): 12.4 segundos
- Consumo combinado: 25.3 mpg (9.3 L/100 km)
- Dimensiones:
- Longitud: 4,661 mm
- Ancho: 1,770 mm
- Altura: 1,359 mm
- Distancia entre ejes: 2,840 mm
- Capacidad de carga: 507 L
- Peso sin carga: 1,220 kg
- Despeje al suelo: 155 mm
- Peso bruto máximo: 1,780 kg
Un Modelo que Continuó la Tradición
El Citroën CX 1985-1989 es una muestra de cómo una marca puede reinventarse para mantenerse relevante en un mercado competitivo. Si bien el CX original ya había establecido un estándar en términos de innovación, el modelo de 1985 supo aprovechar la herencia del vehículo y adaptarse a las necesidades cambiantes de los conductores. Su rediseño exterior, sus mejoras tecnológicas y su nueva oferta de motorización contribuyeron a mantener al CX como un automóvil deseado y moderno, incluso después de más de una década en el mercado.
Conclusión: La Persistencia de un Clásico
Hoy en día, el Citroën CX sigue siendo un ejemplo de cómo la innovación y la tradición pueden combinarse en un solo vehículo. A pesar de ser un modelo que pertenece a una era pasada, el CX 1985-1989 sigue siendo admirado por los coleccionistas y entusiastas de los coches clásicos. Su diseño futurista, combinado con una tecnología avanzada para su época, lo convirtió en un referente de la automoción francesa.
En resumen, el Citroën CX de 1985 a 1989 no solo representó una actualización del modelo, sino una revalorización de un clásico. El coche logró mantenerse relevante y seguir siendo competitivo en un mercado que se volvía cada vez más exigente, y eso le ha permitido ganar un lugar destacado en la historia del automóvil.