Causas de la sequedad bucal (o «nuefán al-reeq»)
La sequedad bucal, conocida médicamente como xerostomía, es una condición que ocurre cuando las glándulas salivales no producen suficiente saliva para mantener la boca húmeda. Esta condición puede generar una sensación incómoda en la boca, dificultar la digestión y afectar la salud bucal en general. La saliva es esencial para la lubricación de la cavidad bucal, así como para el proceso de masticación y deglución de los alimentos. Además, juega un papel protector contra infecciones, ya que ayuda a eliminar bacterias y a neutralizar los ácidos que pueden dañar los dientes.

El desajuste en la producción de saliva puede ser causado por diversas razones, desde factores temporales, como el estrés o la deshidratación, hasta condiciones más serias, como trastornos autoinmunes. A continuación, exploraremos en detalle las principales causas de la sequedad bucal.
1. Deshidratación
Una de las causas más comunes de la sequedad bucal es la deshidratación. El cuerpo necesita agua para funcionar correctamente, y cuando no se consume suficiente líquido, todos los sistemas del cuerpo, incluida la producción de saliva, pueden verse afectados. La deshidratación puede ser provocada por una variedad de factores, como:
- Falta de ingesta adecuada de líquidos: No beber suficiente agua a lo largo del día es una causa directa de deshidratación.
- Exposición prolongada al calor o al sol: Las altas temperaturas pueden hacer que el cuerpo pierda agua rápidamente a través del sudor.
- Enfermedades o infecciones: Fiebre, vómitos, diarrea y sudoración excesiva pueden contribuir a una pérdida significativa de líquidos.
- Uso excesivo de bebidas diuréticas: El consumo excesivo de café, té o alcohol puede aumentar la producción de orina y, en consecuencia, deshidratar el cuerpo.
2. Medicamentos
Numerosos medicamentos pueden afectar la producción de saliva, causando sequedad bucal como efecto secundario. Estos medicamentos incluyen:
- Antihistamínicos: Utilizados para tratar alergias, estos medicamentos pueden reducir la producción de saliva.
- Antidepresivos y ansiolíticos: Muchos de estos fármacos alteran las funciones de las glándulas salivales.
- Medicamentos para la hipertensión: Algunos tratamientos para la presión arterial alta pueden interferir con la producción de saliva.
- Diuréticos: Al aumentar la eliminación de líquidos del cuerpo, los diuréticos pueden contribuir a la sequedad bucal.
- Analgésicos y antipsicóticos: Algunos fármacos utilizados para tratar el dolor y trastornos mentales también pueden provocar xerostomía.
Es importante señalar que los efectos secundarios de los medicamentos pueden variar entre las personas, y la sequedad bucal puede ser solo uno de los muchos posibles efectos adversos.
3. Enfermedades autoinmunes
Algunas enfermedades autoinmunes, en las cuales el sistema inmunológico ataca por error a los propios tejidos del cuerpo, pueden causar sequedad bucal. La más conocida es el síndrome de Sjögren, una enfermedad que afecta las glándulas que producen saliva y lágrimas, lo que lleva a una disminución significativa en la producción de ambas. Las personas con síndrome de Sjögren suelen experimentar una sequedad persistente tanto en la boca como en los ojos, lo que puede resultar en problemas de visión y dificultades para hablar o tragar.
4. Enfermedades sistémicas
La sequedad bucal también puede ser un síntoma de varias enfermedades sistémicas, que afectan al cuerpo en su conjunto:
- Diabetes: El mal control de los niveles de azúcar en sangre puede llevar a la deshidratación y, como resultado, a la sequedad bucal. Las personas con diabetes también tienen un mayor riesgo de infecciones bucales.
- HIV/SIDA: Las personas que viven con VIH/SIDA pueden experimentar sequedad bucal como parte de los efectos secundarios de la infección o de los medicamentos antirretrovirales.
- Hipotiroidismo: Esta condición ocurre cuando la glándula tiroides no produce suficientes hormonas, lo que puede afectar varias funciones del cuerpo, incluida la producción de saliva.
- Enfermedades renales crónicas: Los trastornos renales pueden alterar el equilibrio de líquidos en el cuerpo, lo que aumenta el riesgo de deshidratación y sequedad bucal.
5. Enfermedades bucales
Las enfermedades orales, como la caries dental y la gingivitis, pueden contribuir a la sequedad bucal. Si las glándulas salivales se ven afectadas por infecciones o inflamaciones en la cavidad bucal, su capacidad para producir saliva puede verse disminuida. Además, las prótesis dentales mal ajustadas o mal mantenidas pueden irritar los tejidos de la boca, afectando también la producción de saliva.
6. Radioterapia y quimioterapia
Los pacientes que reciben tratamientos de radioterapia para el cáncer, especialmente aquellos que se someten a radioterapia en la cabeza o el cuello, pueden experimentar una reducción en la producción de saliva debido al daño en las glándulas salivales. De manera similar, la quimioterapia, que afecta las células de rápido crecimiento en el cuerpo, puede dañar las glándulas salivales, resultando en sequedad bucal.
7. Tabaquismo y consumo de alcohol
El consumo de tabaco y alcohol puede tener efectos adversos sobre la producción de saliva. Ambos actúan como deshidratantes, y fumar, en particular, puede dañar las glándulas salivales. Los fumadores suelen experimentar un mayor riesgo de sequedad bucal y otros problemas orales, como el mal aliento y la pérdida de dientes. Además, el consumo excesivo de alcohol puede reducir la secreción salival, agravando la sequedad bucal.
8. Enfermedades neurológicas
Las enfermedades que afectan el sistema nervioso central también pueden alterar la capacidad del cuerpo para producir saliva. Algunas condiciones neurológicas, como el accidente cerebrovascular, el Parkinson y la esclerosis múltiple, pueden afectar los nervios que controlan las glándulas salivales, lo que resulta en una disminución de la producción de saliva.
9. Estrés y ansiedad
El estrés y la ansiedad son factores psicológicos que pueden desencadenar una variedad de síntomas físicos, incluida la sequedad bucal. El estrés puede alterar la función de las glándulas salivales, reduciendo su capacidad para producir saliva. Además, las personas que experimentan niveles elevados de estrés pueden respirar por la boca, lo que también contribuye a la sequedad bucal.
10. Envejecimiento
A medida que las personas envejecen, las glándulas salivales pueden funcionar menos eficientemente. La disminución natural de la producción de saliva asociada con la edad puede causar sequedad bucal, especialmente en personas mayores que toman varios medicamentos o padecen de enfermedades crónicas.
11. Alteraciones hormonales
Las fluctuaciones hormonales, como las que ocurren durante el embarazo, la menopausia o el uso de anticonceptivos orales, también pueden influir en la producción de saliva. Durante la menopausia, por ejemplo, las mujeres pueden experimentar sequedad bucal debido a la reducción de los niveles de estrógeno, lo que afecta la función de las glándulas salivales.
Conclusión
La sequedad bucal es un problema común que puede tener múltiples causas, desde la deshidratación y los medicamentos hasta enfermedades autoinmunes y trastornos sistémicos. Si bien la xerostomía puede ser incómoda y afectar la calidad de vida, existen tratamientos disponibles para aliviar sus síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo. Es fundamental identificar la causa subyacente para poder abordarla adecuadamente. Si la sequedad bucal persiste o empeora, es recomendable consultar a un profesional de la salud para recibir un diagnóstico adecuado y opciones de tratamiento personalizadas.