Salud fetal

Cambio de Posición Fetal

El Cambio de Posición Fetal: De la Presentación de Nalgas a la Presentación Cefálica

El cambio de posición fetal, de una presentación de nalgas (o presentación de nalgas) a una presentación cefálica (con la cabeza hacia abajo), es un proceso fundamental en la preparación del parto, especialmente en las últimas semanas de gestación. Este fenómeno puede ocurrir de forma espontánea, pero también se puede inducir mediante técnicas médicas o maniobras, dependiendo de las circunstancias. En este artículo, exploraremos cómo ocurre este cambio, los métodos utilizados para facilitarlo, los riesgos asociados y las implicaciones clínicas para la madre y el bebé.

1. La Presentación Fetal: Conceptos Básicos

Antes de abordar el proceso de cambio de posición, es importante comprender lo que se entiende por presentación fetal. La presentación se refiere a la parte del cuerpo del feto que se encuentra más cerca del cuello uterino y que, por tanto, será la primera en salir durante el parto. En condiciones normales, la presentación fetal es cefálica, lo que significa que el bebé está en posición cabeza hacia abajo. Sin embargo, en algunos casos, el feto se presenta en una posición de nalgas, es decir, con las piernas y glúteos orientados hacia el cuello uterino.

Existen varias tipos de presentación de nalgas, que incluyen:

  • Presentación de nalgas completas: El bebé está en posición sentada, con las piernas dobladas hacia el abdomen, lo que puede permitir una transición más fácil al canal de parto.
  • Presentación de nalgas incompletas: En esta postura, uno o ambos pies del bebé están hacia abajo en dirección al canal de parto.
  • Presentación de nalgas de pies: El bebé tiene las piernas extendidas hacia abajo, con los pies cerca del cuello uterino.

Si bien la presentación cefálica es la más común y segura para el parto, alrededor del 3-4% de los embarazos a término presentan una posición de nalgas.

2. La Importancia de la Posición Cefálica

La posición cefálica del feto es considerada la más favorable para el parto vaginal. En esta postura, la cabeza del bebé es la primera en entrar en el canal de parto, lo que facilita su descenso y paso a través de las vías vaginales. Además, la forma redondeada y la estructura ósea de la cabeza del bebé son las que mejor se adaptan al espacio de la pelvis materna, lo que reduce el riesgo de complicaciones durante el parto.

Cuando el bebé se encuentra en presentación de nalgas, hay un mayor riesgo de complicaciones durante el trabajo de parto, como el prolapso del cordón umbilical, la dificultad para el descenso del feto, o incluso el sufrimiento fetal. En algunos casos, esta posición también puede aumentar el riesgo de cesárea, ya que el parto vaginal puede ser más difícil o no seguro.

3. Mecanismos de Cambio de Posición

El cambio de posición del feto de presentación de nalgas a presentación cefálica puede ocurrir de manera espontánea o inducida. A lo largo del embarazo, los fetos son muy móviles dentro del útero, y aunque en la mayoría de los casos la posición se estabiliza en la presentación cefálica hacia el final del embarazo, algunos fetos permanecen en la posición de nalgas hasta las últimas semanas.

3.1. Factores que Influyen en el Cambio de Posición

Varios factores pueden influir en la posibilidad de que un feto cambie de posición por sí mismo:

  • Espacio en el útero: Un útero espacioso, como en los embarazos múltiples o en mujeres que han tenido embarazos previos, puede permitir una mayor movilidad fetal.
  • Tamaño y forma del útero: Un útero que tiene una forma anómala o que presenta fibromas puede dificultar que el feto se mueva a la posición cefálica.
  • Liquido amniótico: Un volumen adecuado de líquido amniótico facilita el movimiento del feto dentro del útero. La oligohidramnios (bajo volumen de líquido) puede restringir este movimiento, aumentando la probabilidad de que el bebé permanezca en posición de nalgas.
  • Posición de la placenta: La localización de la placenta puede afectar la movilidad fetal. Si la placenta se encuentra en una posición baja (placenta previa), esto puede impedir que el bebé gire hacia la presentación cefálica.

3.2. Manejo Médico y Maniobras para el Cambio de Posición

Si bien muchos fetos cambian de posición de manera espontánea antes del parto, existen técnicas médicas para intentar favorecer este cambio, especialmente si la presentación de nalgas persiste cerca de la fecha de parto.

  • Versión cefálica externa (VCE): Esta es una técnica obstétrica en la que se aplican presiones manuales sobre el abdomen materno para intentar girar al feto de presentación de nalgas a cefálica. Se realiza bajo supervisión médica en un entorno controlado, normalmente después de las 36 semanas de gestación. La VCE tiene una tasa de éxito variable, que depende de factores como la cantidad de líquido amniótico y la posición exacta del bebé.

    La VCE no está exenta de riesgos, ya que puede provocar el desprendimiento de la placenta, el prolapso del cordón umbilical o el inicio prematuro del trabajo de parto. Es por eso que generalmente se realiza en hospitales con unidades de cuidados intensivos neonatales disponibles.

  • Técnicas de posicionamiento materno: Existen diversos métodos que pueden ayudar a favorecer el giro del bebé. Estos incluyen ejercicios específicos como la posición inversa (donde la madre se coloca en una postura con las caderas elevadas) o utilizar la gravedad para fomentar el giro del bebé. Aunque estos métodos no siempre son efectivos, algunos estudios han demostrado que pueden aumentar las posibilidades de una presentación cefálica, especialmente si se combinan con la VCE.

  • Acupuntura y moxibustión: La moxibustión, que es una técnica de la medicina tradicional china, consiste en aplicar calor a puntos específicos del cuerpo con el objetivo de estimular el cambio de posición del bebé. Aunque la evidencia científica sobre su eficacia es limitada, algunas mujeres recurren a esta técnica como complemento a otros métodos.

4. Riesgos y Complicaciones Asociadas a la Presentación de Nalgas

La presentación de nalgas está asociada con un mayor riesgo de complicaciones en el parto. A continuación, se detallan algunas de las principales:

  • Prolapso del cordón umbilical: Cuando el bebé está en posición de nalgas, el cordón umbilical puede deslizarse hacia abajo antes del bebé, lo que puede comprometer el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno al feto. Esta es una complicación grave que requiere intervención inmediata.
  • Parto traumático: La forma en que el bebé entra en el canal de parto en presentación de nalgas puede aumentar el riesgo de lesiones en el bebé o en la madre. Las fuerzas que se aplican durante el parto vaginal pueden provocar fracturas en los huesos del bebé o daño en los nervios.
  • Cesárea: En muchos casos, la posición de nalgas puede hacer que el parto vaginal sea inviable o demasiado riesgoso. En tales situaciones, se puede optar por una cesárea electiva para reducir los riesgos para la madre y el bebé.

5. Implicaciones Clínicas y Decisiones de Parto

La decisión sobre el método de parto (vaginal o cesárea) en caso de presentación de nalgas depende de varios factores, como el bienestar del bebé, la experiencia del equipo médico y las preferencias de la madre. En muchos países, la cesárea es la opción preferida cuando el bebé se encuentra en presentación de nalgas, debido a los riesgos asociados al parto vaginal.

Sin embargo, algunas mujeres optan por un parto vaginal, especialmente si el bebé tiene una presentación de nalgas completa, la pelvis materna es lo suficientemente amplia y el trabajo de parto progresa de manera favorable.

6. Conclusión

El cambio de posición fetal de presentación de nalgas a presentación cefálica es un proceso importante y a menudo deseado en el embarazo. Aunque en muchos casos este cambio ocurre de manera espontánea, existen varias técnicas médicas y estrategias que pueden facilitar la conversión de una presentación de nalgas en una presentación cefálica. Sin embargo, es crucial que el cambio de posición y el manejo del parto se realicen bajo supervisión médica, teniendo en cuenta los riesgos y las posibles complicaciones. El objetivo final es siempre asegurar un parto seguro tanto para la madre como para el bebé.

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