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BMW M5 E28: Leyenda Deportiva

BMW M5 (E28) 1985-1988: Un Hito en el Mundo de las Berlina Deportivas

El BMW M5 (E28), fabricado entre 1985 y 1988, marcó un antes y un después en la historia de las berlinas deportivas. Aunque a simple vista podría parecer un BMW 5-Series común, el M5 escondía un verdadero monstruo bajo su capó, capaz de desafiar a muchos deportivos de la época. En este artículo, se profundizará en el impacto de este modelo en la industria automotriz, sus especificaciones técnicas, y cómo se convirtió en un referente de desempeño y lujo en su segmento.

Orígenes y Desarrollo del BMW M5 (E28)

La historia del BMW M5 comienza con la aparición del E28, la segunda generación de la exitosa serie 5 de BMW, lanzada en 1981. Este vehículo estaba dirigido a un público exigente, que buscaba un automóvil con una mezcla de comodidad, lujo y un manejo superior al de la competencia. Con una carrocería de cuatro puertas, el E28 no era, en principio, un automóvil orientado al rendimiento. Sin embargo, a medida que la marca fue evolucionando, la idea de un modelo que combinara las características de una berlina premium con el rendimiento de un deportivo tomó forma.

En 1984, BMW lanzó el M535i, una versión más deportiva del E28, equipada con un motor de 218 caballos de fuerza. Aunque este modelo fue un éxito comercial, la marca decidió que era hora de llevar las capacidades del modelo aún más lejos. Así, en 1985, se presentó al mundo el primer BMW M5, un automóvil que no solo sobresalía por su rendimiento, sino que también era capaz de ofrecer el confort y la elegancia de una berlina premium.

Motor y Rendimiento: La Magia del M88/3

El corazón del BMW M5 (E28) es su motor M88/3, un bloque de seis cilindros en línea de 3.5 litros, que compartía con el icónico BMW M1, el deportivo que revolucionó el segmento de los autos de alto rendimiento en los años 70. Este motor era capaz de producir 286 caballos de fuerza a 6,500 rpm, lo que lo convertía en un verdadero monstruo en su categoría, y una de las berlinas más rápidas de su tiempo.

La potencia se gestionaba mediante una transmisión manual de 5 velocidades, lo que no solo aseguraba una conducción más conectada, sino que también ofrecía una experiencia de manejo que lo diferenciaba de muchos de sus competidores, que recurrían a transmisiones automáticas. Este tipo de configuración estaba alineado con la filosofía de BMW de ofrecer vehículos que brindaran una experiencia de conducción única, enfocada en el conductor.

Gracias a este motor y la transmisión manual, el M5 E28 era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h (62 mph) en tan solo 6.5 segundos, lo que en su época lo convertía en una de las berlinas más rápidas del mundo. Su velocidad máxima era de 245 km/h (152.2 mph), lo que lo hacía más rápido que muchos deportivos contemporáneos, una hazaña impresionante para un sedán de lujo.

Diseño Exterior y Diferenciación del M5

Desde el punto de vista estético, el BMW M5 (E28) mantenía un diseño sobrio y elegante, propio de la serie 5, pero con algunos detalles que lo distinguían de los modelos estándar. Aunque el coche no presentaba cambios radicales en su carrocería, algunos elementos lo hacían destacar y denotar su carácter deportivo. Uno de los detalles más evidentes era el parachoques especial y los faldones laterales, que no solo mejoraban la aerodinámica, sino que también daban al M5 una presencia más robusta y agresiva.

En la parte trasera, el vehículo contaba con un alerón sutil que ayudaba a mejorar la estabilidad a altas velocidades. Además, en la parrilla y en la parte trasera, se encontraba el distintivo emblema «M5», que servía como una firma de identidad para los conocedores de la marca. Los neumáticos eran de la marca BBS, con llantas de aleación ligera, lo que no solo mejoraba la estética, sino que también contribuía a la reducción de peso y al rendimiento del vehículo.

A pesar de estas modificaciones, el M5 se mantenía dentro de los parámetros de un automóvil de lujo, lo que permitía a los conductores disfrutar de la emoción de manejar un deportivo sin sacrificar el confort ni la practicidad de una berlina convencional.

Comodidad y Equipamiento Interior

El interior del BMW M5 (E28) estaba a la altura de las expectativas de los clientes más exigentes. Con asientos tapizados en cuero de alta calidad y un tablero de instrumentos cuidadosamente diseñado, el M5 proporcionaba un ambiente de lujo que contrastaba con su naturaleza deportiva. El equipamiento de serie incluía detalles como aire acondicionado, un sistema de sonido de calidad, y asientos delanteros ajustables eléctricamente.

El diseño del habitáculo no solo se enfocaba en la estética, sino también en la ergonomía y la funcionalidad. Los controles eran intuitivos y estaban al alcance del conductor, lo que facilitaba una conducción cómoda incluso en viajes largos. A pesar de ser un automóvil de alto rendimiento, el M5 no sacrificaba el confort, logrando un equilibrio perfecto entre el lujo y la deportividad.

Prestaciones y Manejo: La Suma de la Potencia y la Precisión

Uno de los aspectos más impresionantes del BMW M5 (E28) era su manejo. El vehículo estaba equipado con un sistema de suspensión independiente, que le otorgaba una estabilidad excepcional, incluso en curvas cerradas a altas velocidades. A esto se sumaba un sistema de frenos de discos ventilados en las ruedas delanteras y traseras, que ofrecía un excelente rendimiento de frenado, algo esencial en un automóvil de estas características.

El manejo del M5 era un verdadero deleite para los aficionados a la conducción. La dirección, precisa y sensible, permitía al conductor sentir cada movimiento de las ruedas y reaccionar de manera instantánea ante cualquier cambio en el terreno. Esto, combinado con la potencia de su motor y la distribución del peso en el chasis, hacía que el M5 fuera tan divertido de conducir en una carretera sinuosa como en una autopista.

El Legado del BMW M5 (E28)

El BMW M5 (E28) es considerado por muchos como el pionero de las berlinas deportivas de lujo. A pesar de que han pasado más de tres décadas desde su lanzamiento, este modelo sigue siendo un referente para los entusiastas del automóvil y coleccionistas. Su combinación de lujo, desempeño y tecnología avanzada para su época, le permitió dejar una huella imborrable en la historia de la automoción.

Además de su rendimiento impresionante, el M5 (E28) también abrió el camino para futuras generaciones de la serie M, que continuarían redefiniendo lo que significa ser una berlina deportiva. Aunque el mundo de los automóviles ha cambiado considerablemente desde 1985, el M5 sigue siendo un símbolo de la ingeniería alemana y de la capacidad de BMW para fusionar el lujo con el rendimiento de una manera única.

Conclusión

El BMW M5 (E28), producido entre 1985 y 1988, es un automóvil que definió una era y dejó una marca imborrable en la industria automotriz. Con su motor M88/3 de 286 caballos de fuerza, su diseño refinado y su manejo excepcional, el M5 E28 ofreció una experiencia de conducción que aún hoy es admirada por los amantes de los coches deportivos y de lujo. Este modelo no solo fue un éxito en su época, sino que también cimentó el legado de la serie M de BMW, que continúa siendo una de las líneas de autos más respetadas del mundo. Sin lugar a dudas, el M5 (E28) sigue siendo un clásico atemporal.

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