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BMW M 535i: Icono Deportivo

BMW M 535i (E12) 1979-1981: Un ícono de potencia y elegancia en su máxima expresión

La BMW M 535i (E12), lanzada entre 1979 y 1981, marcó un hito en la historia de la marca alemana, siendo el primer modelo de producción en serie bajo la división Motorsport GmbH. Esta berlina deportiva no solo representó un salto en la potencia de los vehículos de producción, sino que también simbolizó el inicio de la competencia en términos de caballos de fuerza en el mercado automovilístico. Con un diseño sofisticado, una mecánica de alto rendimiento y una producción limitada, el M 535i se convirtió rápidamente en un referente en su segmento, fusionando la elegancia de un sedán con las prestaciones de un vehículo de carreras.

Orígenes y Diseño: La unión perfecta entre elegancia y deportividad

El BMW M 535i comenzó su vida como parte de la famosa serie 5, que BMW había lanzado en 1972. Este modelo, conocido como el E12, ya estaba en circulación como un vehículo de lujo y confort, pero la versión M se encargó de llevarlo un paso más allá. El diseño del E12 fue obra del reconocido diseñador Paul Bracq, quien trazó una silueta elegante con un enfoque aerodinámico que se traducía en una carrocería con una apariencia esculpida, casi agresiva. La parte delantera, con su fascia inclinada hacia adelante, le otorgaba un aire de predador, asemejándose a un tiburón.

Para el M 535i, los ingenieros de BMW realizaron ajustes sustanciales para optimizar su comportamiento dinámico. La versión M contaba con un faldón delantero adicional con tomas de aire bajo el parachoques, lo que no solo mejoraba la estética, sino que también contribuyó a una mejor refrigeración del motor. En los laterales, los distintivos rines de magnesio, exclusivos de esta versión, otorgaban un toque deportivo sin sacrificar la estética de lujo. Además, la parte trasera recibió un alerón de labios en el maletero, diseñado específicamente para generar un efecto de carga aerodinámica y mejorar la estabilidad a altas velocidades.

Interior: Tecnología y confort al servicio de la deportividad

Dentro del M 535i, la firma de BMW se hacía presente en cada detalle. La cabina, aunque claramente inspirada en el diseño de la serie 5, incorporaba elementos únicos que marcaban la diferencia con el resto de la gama. Los asientos deportivos Recaro, con un diseño de cubo y un alto nivel de sujeción, proporcionaban el confort necesario para quienes se adentraran en este sedán de altas prestaciones. Los pasajeros delanteros se beneficiaban de una experiencia de conducción envolvente, mientras que el resto del habitáculo mantenía un equilibrio entre lujo y tecnología.

El tablero de instrumentos, típicamente BMW, estaba orientado hacia el conductor, con una consola central inclinada y un reloj ubicado en la parte superior, como una característica distintiva. En el panel de instrumentos, se encontraban grandes relojes para el tacómetro y el velocímetro, junto con dos medidores más pequeños para el nivel de combustible y la temperatura del motor. Estos detalles no solo proporcionaban información clara y precisa, sino que también reflejaban la intención de la marca de combinar la funcionalidad con el diseño estético.

Motorización y desempeño: Un motor de carreras en un sedán

El verdadero corazón del M 535i residía bajo el capó, donde BMW instaló un motor de seis cilindros en línea de 3.5 litros (3453 cm³), que producía una potencia de 218 caballos de fuerza (160 kW) a 5200 RPM, lo que le permitía alcanzar una velocidad máxima de 229 km/h (142 mph). Este motor, con un sistema de inyección electrónica, no solo se destacaba por su potencia, sino por su capacidad para ofrecer un desempeño impresionante sin comprometer la fiabilidad.

La transmisión estándar era manual de cinco marchas, lo que otorgaba al conductor un control absoluto sobre la entrega de potencia. Además, el M 535i contaba con una suspensión más rígida que la de los modelos convencionales de la serie 5, permitiéndole alcanzar velocidades de paso por curva superiores, algo que lo diferenciaba de sus hermanos de gama. A pesar de ser una berlina, el M 535i se comportaba más como un vehículo deportivo, capaz de ofrecer una experiencia de conducción única y emocionante.

Prestaciones y cifras: Una berlina deportiva de altas capacidades

Aunque el M 535i era una berlina de lujo, sus capacidades deportivas eran innegables. Con una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 7.2 segundos, el M 535i competía directamente con vehículos de alto rendimiento de su época. Su aerodinámica, con un coeficiente de resistencia al aire (Cd) de 0.37, contribuía a una mayor estabilidad a altas velocidades, y su suspensión, diseñada para manejar las demandas de la conducción deportiva, aseguraba un comportamiento ejemplar en todo tipo de carreteras.

En términos de dimensiones, el M 535i medía 4618 mm de largo, 1689 mm de ancho y 1422 mm de altura, con una distancia entre ejes de 2637 mm. Su peso sin carga era de 1390 kg, lo que le otorgaba una buena relación entre potencia y peso. A pesar de su rendimiento superior, el M 535i mantenía un nivel de confort comparable al de otros sedanes de lujo de la época, gracias a su espacioso interior y sus características de equipamiento.

Producción y legado: Un modelo limitado que marcó el camino

BMW produjo solo 1400 unidades del M 535i entre 1979 y 1981, lo que lo convierte en un modelo de producción limitada y coleccionable hoy en día. Aunque no fue tan conocido como el M1, otro modelo emblemático de la división Motorsport de BMW, el M 535i desempeñó un papel crucial en el posicionamiento de la marca como un referente en la fabricación de vehículos de alto rendimiento. Al ser el primer automóvil de serie producido por BMW Motorsport GmbH, el M 535i abrió el camino para otros modelos M que seguirían en los años posteriores, como el famoso M3.

El M 535i se destacó por su capacidad para ofrecer una combinación de lujo, confort y rendimiento sin precedentes en su segmento. Con su motor potente, su diseño distintivo y su manejo deportivo, este modelo marcó una era en la que BMW comenzó a redefinir lo que significaba ser un vehículo de alto rendimiento en la carretera.

Conclusión: Un clásico que sigue vivo en el recuerdo

El BMW M 535i (E12) de 1979 a 1981 no solo fue un automóvil que rompió moldes en su época, sino que también dejó una huella imborrable en la historia de la marca alemana. Su combinación de diseño elegante, prestaciones deportivas y exclusividad lo convirtieron en un modelo muy apreciado por los entusiastas de la marca y coleccionistas alrededor del mundo. Aunque la producción fue limitada, el M 535i sigue siendo un referente de lo que puede lograrse cuando se combinan la ingeniería de precisión y el amor por el automovilismo. Hoy en día, aquellos que tuvieron la oportunidad de poseer uno de estos ejemplares tienen en sus manos un verdadero tesoro, una pieza fundamental en el legado de BMW.

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