BMW i3 2013-2017: El Revolucionario Vehículo Eléctrico de BMW
Cuando BMW presentó el i3 en 2013, no solo rompió con las convenciones del diseño automovilístico, sino que también dejó claro que la marca alemana estaba dispuesta a liderar el cambio hacia la movilidad eléctrica. El BMW i3 fue un modelo que destacó por su enfoque vanguardista y por su capacidad de adaptarse a las nuevas necesidades de los consumidores urbanos, todo mientras mantenía el prestigio y la calidad de los vehículos de la marca. Este automóvil no solo fue un salto tecnológico en términos de electrificación, sino también un ejemplo de cómo un vehículo puede combinar sostenibilidad, innovación y diseño radical.
Diseño Exterior: Innovación y Controversia
El BMW i3 se presentó con una forma única que no dejó indiferente a los entusiastas de la marca ni a los críticos. Su carrocería tipo monovolumen y sus dimensiones compactas (solo 3998 mm de largo y 1775 mm de ancho) lo hicieron especialmente adecuado para el uso en ciudad, donde el espacio y la maniobrabilidad son cruciales. Sin embargo, esta apariencia peculiar también generó opiniones divididas. Mientras algunos admiraban su diseño futurista, otros no podían evitar compararlo con un «huevo sobre ruedas».
Una de las características más llamativas del i3 fue su parte frontal, que mantenía la famosa parrilla de riñón de BMW, aunque ya no cumplía la función tradicional de enfriar un motor de combustión interna. Las luces delanteras eran de diseño envolvente y presentaban la firma característica de BMW con las luces diurnas en forma de «corona». Además, las puertas del i3 se abren de manera inusual: las traseras no tienen pilar B y son de apertura contraria, lo que facilita el acceso y la salida del vehículo, algo particularmente útil en espacios reducidos.
El diseño trasero también fue innovador. La parte posterior del i3 presenta una puerta del maletero con luces traseras altas, protegidas por un diseño que minimiza el riesgo de daños al estacionar. Esta atención al detalle no solo le dio un aspecto distintivo, sino que también pensó en la funcionalidad urbana.
Interior: Sostenibilidad y Tecnología
El interior del BMW i3 es otra de sus grandes sorpresas. BMW apostó por un habitáculo que combinara materiales sostenibles con un diseño minimalista y de alta calidad. Los asientos están revestidos en cuero tratado de manera natural, y los paneles interiores incluyen materiales como lana, madera y plásticos reciclados. Esta combinación de materiales no solo buscaba un acabado premium, sino también un compromiso con el medio ambiente, alineándose con la filosofía de BMW sobre vehículos más sostenibles.
En términos de tecnología, el i3 estuvo muy por delante de su tiempo. El automóvil contaba con dos pantallas digitales: una para el cuadro de instrumentos y otra para el sistema de infoentretenimiento. La interfaz de usuario era clara y fácil de usar, ofreciendo toda la información necesaria sobre el estado de la batería, la autonomía restante, el control de la climatización y otros parámetros esenciales para el conductor.
Motorización: El Futuro de la Movilidad Eléctrica
Uno de los mayores logros del BMW i3 fue su plataforma completamente nueva, diseñada específicamente para alojar una batería eléctrica. Esta decisión no solo permitió un aprovechamiento óptimo del espacio interior, sino que también marcó un cambio fundamental en la manera en que BMW pensaba sobre los vehículos eléctricos. A diferencia de otros fabricantes que convertían vehículos de combustión interna a eléctricos, el i3 fue concebido desde el principio como un automóvil totalmente eléctrico.
El BMW i3 de 2013-2017 estaba impulsado por un motor eléctrico que entregaba 125 kW (170 hp), permitiéndole alcanzar una velocidad máxima de 150 km/h. La aceleración de 0 a 100 km/h se lograba en solo 7.2 segundos, lo que le otorgaba un rendimiento sorprendentemente ágil para un vehículo de este tipo. Su sistema de transmisión es de una sola velocidad con relación fija, lo que simplifica el manejo y mejora la eficiencia.
El sistema de batería del i3 estaba disponible en dos versiones. La versión básica contaba con una batería de 22 kWh, lo que le proporcionaba una autonomía de aproximadamente 180 km con una sola carga. Para aquellos que deseaban una mayor autonomía, BMW ofreció una variante con un extensor de rango: un motor de combustión interna de dos cilindros que actúa como generador para recargar la batería sobre la marcha. Con este sistema, la autonomía del i3 se incrementaba hasta unos 300 km, lo que lo hacía aún más versátil para viajes largos.
El i3 fue uno de los primeros vehículos eléctricos en adoptar esta arquitectura con una combinación de propulsión totalmente eléctrica y un generador de autonomía, algo que más tarde sería replicado por otros fabricantes de autos eléctricos.
Rendimiento y Eficiencia
El BMW i3 se destacó por su eficiencia energética, un factor crucial en los vehículos eléctricos. La integración de la batería y la motorización permitieron que el coche tuviera un peso relativamente bajo (1195 kg), lo que optimizaba su consumo de energía y aumentaba la eficiencia general. Con un coeficiente aerodinámico (Cd) de 0.29, el i3 también presentaba características que favorecían la eficiencia en la carretera.
En términos de frenos, tanto el eje delantero como el trasero estaban equipados con discos ventilados, lo que mejoraba la capacidad de frenado y la seguridad del vehículo. Los neumáticos 155/70 R19 eran adecuados para el tipo de conducción del i3, que estaba diseñado principalmente para entornos urbanos, aunque también se comportaba con soltura en trayectos más largos.
Confort y Seguridad
El BMW i3, además de su innovación técnica, se centró en ofrecer un buen nivel de confort y seguridad. Su interior, a pesar de ser relativamente compacto, estaba bien aprovechado, con una sensación de amplitud gracias al diseño inteligente de los asientos y los materiales utilizados. Los asientos eran cómodos, con un buen soporte lateral, lo que los hacía apropiados para viajes largos dentro de su autonomía.
En cuanto a seguridad, el i3 estaba equipado con sistemas avanzados de asistencia al conductor, como control de estabilidad, asistencia de arranque en pendientes, y frenos regenerativos que ayudaban a recuperar energía al desacelerar. Aunque en términos de airbags y otras características de seguridad estándar, el i3 no se quedó atrás, estaba claro que BMW había diseñado el vehículo para adaptarse a un público consciente tanto del medio ambiente como de la seguridad.
Conclusión
El BMW i3 de 2013 a 2017 es un vehículo que representa el futuro de la movilidad eléctrica en muchas formas. Su diseño innovador, combinado con una motorización eficiente y una plataforma completamente nueva, lo convirtió en un modelo revolucionario para la industria automotriz. Aunque su apariencia no fue del gusto de todos, no se puede negar que marcó el inicio de una nueva era para BMW, abriendo el camino hacia otros modelos eléctricos de la marca.
Con una autonomía razonable para su clase, una excelente maniobrabilidad en la ciudad y un compromiso con la sostenibilidad, el BMW i3 es un automóvil que continúa siendo una referencia para los vehículos eléctricos urbanos de lujo. Aunque ya no se produce en las versiones mencionadas, el legado del i3 vive en los modelos eléctricos actuales de la marca, y sigue siendo un ejemplo del compromiso de BMW con la innovación y el medio ambiente.