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BMW 328: Icono de Velocidad

BMW 328 (1936-1939): Un icono del automovilismo prebélico

El BMW 328, producido entre 1936 y 1939, es considerado uno de los autos más importantes del siglo XX, no solo por sus innovaciones tecnológicas, sino por su éxito rotundo en competiciones, especialmente en la Mille Miglia, donde marcó un hito en la historia del automovilismo. Este roadster, conocido por su elegante y a la vez agresivo diseño, representa una época dorada en la que los coches no solo eran una herramienta de transporte, sino símbolos de rendimiento y estilo.

El BMW 328: Un vistazo a su historia

En el contexto de los años 30, BMW ya era reconocido por su capacidad de construir autos de alto rendimiento, pero con el BMW 328, la marca alemana alcanzó una nueva cota de excelencia. Este roadster se presentó como un automóvil de carreras destinado tanto a la pista como a la carretera, fusionando el lujo con la velocidad. A lo largo de los años, el BMW 328 se ganó una reputación de fiabilidad, manejo excepcional y rendimiento imbatible.

Una de las hazañas más notables del BMW 328 ocurrió en 1940, cuando ganó la Mille Miglia, una de las carreras más prestigiosas y desafiantes del mundo. No solo fue una victoria histórica, sino que el 328 se mantuvo relevante, logrando nuevamente la victoria en la Mille Miglia Classics de 2004, 64 años después de su hazaña original. Este hecho consolidó su estatus como uno de los coches más emblemáticos de la historia del automovilismo.

Diseño y características únicas

El diseño del BMW 328 se caracterizaba por su estética fluida y aerodinámica. Un largo capó, con dos arcos prominentes que se extendían a lo largo de los costados del vehículo, le otorgaban un aire de agresividad controlada. Las luces delanteras, incorporadas dentro del diseño curvado del coche, reforzaban esa sensación de movimiento, incluso cuando el automóvil estaba detenido.

El famoso “riñón” de BMW, una parrilla frontal vertical y estrecha, ya estaba presente en este modelo, marcando una de las primeras veces en las que se establecía como un símbolo distintivo de la marca. La parte trasera, que incluía un maletero inclinado con las ruedas traseras cubiertas por aletas extendidas, también era una de sus características más innovadoras.

Aunque en la calle, los coches contaban con puertas parciales para cumplir con las regulaciones, en las competiciones de carreras, los conductores retiraban los guardabarros y la rueda de repuesto para reducir el peso, lo que le confería aún más ligereza y agilidad.

El BMW 328 era un vehículo de 2 plazas, con un cockpit compacto que priorizaba la eficiencia en carreras. La disposición de su chasis con perfil elíptico no solo reducía el peso, sino que también aumentaba la resistencia, permitiendo al automóvil una maniobrabilidad excepcional, especialmente en condiciones extremas de carrera.

Especificaciones del motor y rendimiento

El corazón del BMW 328 era su motor de 6 cilindros en línea, con una cilindrada de 2.0 litros (1971 cm³). Este motor compartía algunas similitudes con los motores de los BMW 326 y 327, pero con una configuración diferente en la culata y tres carburadores descendentes que mejoraban la potencia. El resultado fue una capacidad de 80 caballos de fuerza (hp) a 5000 revoluciones por minuto (rpm), lo que le confería una velocidad máxima de 93 mph (150 km/h), una cifra impresionante para la época.

El 328 estaba equipado con una caja de cambios manual de 4 velocidades, lo que le permitía adaptar su rendimiento tanto para la aceleración como para alcanzar altas velocidades, dependiendo del tipo de competición. Los ejes traseros con suspensiones de hoja transversal y el eje trasero en vivo proporcionaban una estabilidad y un manejo excepcionales, siendo capaz de adaptarse a diferentes condiciones de pista, ya sea en la carretera o en las rutas más exigentes de las carreras.

Con un peso de solo 830 kg, el BMW 328 era un coche ligero, lo que le proporcionaba una excelente relación peso-potencia, uno de los aspectos clave de su éxito en las competiciones. A pesar de su ligereza, el diseño del chasis garantizaba una estructura robusta, capaz de soportar las exigentes condiciones de las competiciones más duras.

Tecnología de suspensión y manejo

La suspensión del BMW 328 era revolucionaria para su época. Con un eje delantero de oscilación con resorte transversal y un eje trasero rígido, el 328 tenía un manejo ágil y preciso, algo esencial para los circuitos de carreras. Esta configuración le otorgaba una estabilidad que muchos de sus competidores no podían igualar, incluso en las curvas más cerradas y durante los descensos a gran velocidad.

La dirección era otro punto destacado. Gracias a su diseño de bajo peso y la calidad de los componentes, el BMW 328 era sumamente maniobrable, incluso a altas velocidades. Esta combinación de ligereza y precisión en la suspensión era un factor clave en su éxito tanto en carreras como en su uso en la carretera.

Rendimiento en la Mille Miglia

La Mille Miglia de 1940 fue uno de los momentos más destacados en la historia del BMW 328. En esta icónica carrera de 1,000 millas a través de las carreteras italianas, el BMW 328 demostró sus impresionantes capacidades de velocidad y resistencia. A pesar de las condiciones extremas y la feroz competencia, el 328 no solo logró mantenerse en la parte superior, sino que terminó primero, una victoria que quedó registrada en los anales del automovilismo.

El éxito de este modelo en la Mille Miglia se debió a una combinación de factores, entre ellos, su excepcional ligereza, su potente motor y su ingeniería avanzada. Además, su diseño aerodinámico y su rendimiento en la carretera contribuyeron significativamente a su ventaja en las pistas.

El legado del BMW 328

El BMW 328 dejó una marca imborrable en la historia de los automóviles. No solo por sus victorias en competiciones, sino también por su influencia en el diseño de los vehículos deportivos de la época. Su elegante estética, unida a su rendimiento impresionante, lo convirtió en un modelo deseado por los coleccionistas y admirado por los entusiastas del automovilismo.

La importancia del BMW 328 no solo radica en su éxito en las pistas, sino también en su influencia en el desarrollo de los deportivos de lujo. Su diseño, aunque concebido originalmente para ser un coche de carreras, trascendió las pistas y se convirtió en un referente de estilo y calidad en la producción automovilística.

Incluso hoy en día, el BMW 328 sigue siendo considerado uno de los más grandes logros de la marca alemana y uno de los coches más emblemáticos de la historia del automovilismo. Su legado perdura, y sigue siendo un modelo icónico para los amantes de los coches clásicos y los coleccionistas.

Especificaciones Técnicas

Especificación Detalle
Motor 6 cilindros en línea
Cilindrada 1971 cm³
Potencia 80 hp (60 kW) a 5000 rpm
Par Motor 93 lb-ft (126 Nm) a 4000 rpm
Sistema de Combustible 3 carburadores
Transmisión Manual de 4 marchas
Velocidad máxima 93 mph (150 km/h)
Peso 830 kg (1829.8 lbs)
Suspensión Delantera Eje oscilante con resorte transversal
Suspensión Trasera Eje trasero rígido
Frenos Tambor en ambas ruedas
Neumáticos 5.25×16

Conclusión

El BMW 328 de 1936-1939 sigue siendo una pieza fundamental en la historia del automóvil, destacándose no solo por su diseño y rendimiento, sino también por su legado perdurable en las competiciones y su influencia en la evolución del automóvil deportivo. Un verdadero icono que marcó un antes y un después en la industria, el BMW 328 no es solo un coche clásico, sino una obra maestra que ha resistido la prueba del tiempo y sigue siendo admirada hoy en día por su historia, su tecnología y su belleza atemporal.

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