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BMW 3200 CS: Icono Clásico

BMW 3200 CS: Un Clásico Atemporal del Diseño Automotriz

Introducido al público en el prestigioso Salón del Automóvil de Frankfurt de 1961, el BMW 3200 CS se destacó como una de las piezas más impresionantes de la ingeniería automotriz de su tiempo. Aunque se basaba en un chasis que ya tenía más de una década de antigüedad, el coche rápidamente cautivó a entusiastas y críticos por igual, eclipsando cualquier posible desaprobación por su plataforma algo obsoleta. En este artículo, exploraremos las características que hicieron al BMW 3200 CS un modelo destacado en su época, sus especificaciones técnicas y su legado dentro de la historia de BMW y la automoción en general.

La creación del BMW 3200 CS

BMW, a lo largo de su historia, ha sido conocida por su capacidad para combinar rendimiento, lujo y diseño vanguardista. Sin embargo, a principios de la década de 1960, la marca alemana se encontraba en una encrucijada estética y técnica. La empresa necesitaba renovar su imagen, en especial en lo que respecta al diseño de sus coches deportivos. Fue así como, a pesar de que inicialmente se contempló el uso del Lancia Flaminia como inspiración para un nuevo coupé, BMW optó por una solución completamente distinta.

En lugar de seguir el camino de otros fabricantes, BMW recurrió a la renombrada casa de diseño Bertone, una de las más influyentes de la época, para crear el 3200 CS. El equipo de Bertone, dirigido por el famoso diseñador Giorgetto Giugiaro, tomó como base el chasis del BMW 502, un modelo lanzado en 1951, para crear un coupé de líneas elegantes pero con una visión completamente moderna. El resultado fue un coche con una silueta refinada, deportiva y, al mismo tiempo, con una notable sofisticación.

Una de las características que definieron al 3200 CS fue la presencia de la famosa «curva de Hofmeister» en el pilar C, un elemento de diseño que se convirtió en un sello distintivo de BMW en las décadas siguientes. Además, la parrilla en forma de riñón, característica clásica de la marca, fue adaptada para darle un aspecto más compacto y dinámico.

Diseño exterior y líneas elegantes

El BMW 3200 CS fue un coche que, a pesar de no ser el más ligero de su época, transmitía una sensación de ligereza gracias a su diseño aerodinámico. La carrocería estaba adornada con una línea de cintura baja y una zona acristalada elevada, lo que confería al coche una elegancia inconfundible. La parte trasera del vehículo, con un parabrisas ligeramente inclinado hacia adelante y una tapa de maletero de suave caída, continuaba las líneas fluidas de la carrocería, proporcionando una imagen equilibrada y armónica.

Las luces traseras redondas, rodeadas de un marco cromado, completaban la parte posterior del coche, mientras que en la parte delantera, los faros principales se mantenían en una posición elevada y el diseño de la parrilla proporcionaba una imagen de distinción.

Uno de los aspectos más destacados del exterior fue la parte baja del coche, que contaba con una mayor altura respecto al suelo, mejorando la estabilidad en carretera y dándole al vehículo un aspecto más robusto. Las llantas de 15 pulgadas, con neumáticos de 185 HR, complementaban el diseño con un toque de sofisticación y rendimiento.

El interior del BMW 3200 CS: lujo y confort

Dentro del BMW 3200 CS, la marca alemana logró combinar de manera magistral el lujo y la funcionalidad. El salpicadero de madera con tres relojes para medir las revoluciones del motor, la velocidad y la temperatura del agua, añadía un toque de elegancia al interior del vehículo. Además, una parte superior de vinil brindaba protección contra la luz solar, lo que era una característica valorada en un coche de lujo de la época.

Los asientos delanteros, en un diseño tipo butaca, eran increíblemente amplios y, de hecho, formaban una especie de banco sobre el túnel de transmisión. En la parte trasera, el espacio estaba optimizado para albergar a dos adultos cómodamente, lo que hacía del 3200 CS un coche ideal para largos viajes.

En el centro del salpicadero, BMW instaló una radio y un cenicero, elementos esenciales en la mayoría de los vehículos de lujo de los años 60. Esta atención al detalle contribuyó a la atmósfera premium del 3200 CS, un coche que no solo ofrecía una conducción deportiva, sino también una experiencia de confort y lujo.

Desempeño y especificaciones técnicas

El corazón del BMW 3200 CS era un motor V8 de 3.2 litros (3169 cm³), que generaba una potencia de 160 caballos de fuerza a 5600 revoluciones por minuto (RPM). Este motor, heredado del BMW 502 y 503, utilizaba un sistema de carburadores de dos cuerpos y estaba acoplado a una transmisión manual de 4 velocidades. La tracción era trasera, lo que aseguraba una experiencia de conducción dinámica y deportiva.

En cuanto a las cifras de rendimiento, el 3200 CS alcanzaba una velocidad máxima de 200 km/h (124 mph), lo que lo convertía en uno de los coches más rápidos de su segmento en su época. Sin embargo, a pesar de su impresionante desempeño, el coche no era particularmente ligero, con un peso no descargado de 1500 kg (3307 libras). Esta masa, sumada a la aerodinámica del vehículo, no solo proporcionaba estabilidad, sino también una experiencia de conducción refinada.

En términos de consumo de combustible, el BMW 3200 CS no destacaba por su eficiencia, con un rendimiento de 15.7 millas por galón (15 litros cada 100 km) en condiciones combinadas. Sin embargo, este era un vehículo que priorizaba el confort y el rendimiento por encima de la economía de combustible.

Legado del BMW 3200 CS

A pesar de que el BMW 3200 CS solo estuvo en producción entre 1962 y 1965, su legado perdura hasta nuestros días. Este modelo marcó el inicio de una nueva era para BMW en cuanto a diseño y rendimiento. Introdujo elementos que se convertirían en símbolos de la marca, como la «curva de Hofmeister» en el pilar C y la parrilla frontal rediseñada.

Además, el 3200 CS representó el paso de BMW hacia una imagen más deportiva y moderna, un cambio crucial que ayudaría a la marca a consolidarse como uno de los fabricantes de coches de lujo más importantes del mundo. A pesar de no ser tan conocido como otros modelos de la marca, como el BMW 507 o el BMW M1, el 3200 CS ocupa un lugar especial en la historia de la automoción como un coche que definió la estética de BMW para las generaciones futuras.

Conclusión

El BMW 3200 CS es un verdadero icono del diseño automotriz de la década de 1960. Con su elegante silueta, su rendimiento notable y su lujo interior, el 3200 CS no solo marcó un hito en la historia de BMW, sino que también dejó una huella indeleble en la industria automotriz. Hoy en día, sigue siendo un modelo de referencia para los coleccionistas y entusiastas de los coches clásicos, quienes lo consideran una de las obras maestras de la ingeniería y el diseño de la época.

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