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Año del Elefante: Relato Islámico

El nombre del hijo del elefante, según la tradición islámica y de acuerdo con el relato del Corán, es Qaswa. Según la narración, este elefante habría sido uno de los elefantes del ejército de Abraha al atacar La Meca en el año 570 d.C., durante el período preislámico de la historia árabe. El incidente en el que se vio involucrado este elefante es conocido como el «Año del Elefante», que marca un evento significativo en la historia de la región, y se considera uno de los acontecimientos que condujeron al surgimiento del profeta islámico, Mahoma.

Más Informaciones

El relato del «Año del Elefante» es una narrativa histórica que se encuentra en el Corán, el texto sagrado del Islam, específicamente en la sura (capítulo) 105, titulada «Al-Fil» (El Elefante). Esta sura es breve pero significativa en la tradición islámica y relata un evento que tuvo lugar en la región de Arabia en el año 570 d.C.

Según la narración, el ejército del rey cristiano Abraha, gobernante del reino de Himyar en Yemen, marchó hacia La Meca con la intención de destruir la Kaaba, el santuario sagrado de los musulmanes. Abraha tenía la intención de desviar a los peregrinos de La Meca hacia su propia iglesia recién construida en Saná, la capital de Yemen, con el fin de fortalecer su propio poder y prestigio.

El ejército de Abraha incluía un elefante, cuyo nombre se menciona como «Qaswa» en algunas narraciones, aunque este detalle puede variar en las fuentes históricas y religiosas. Este elefante es famoso en la tradición islámica por su papel en el intento de destrucción de la Kaaba.

Sin embargo, según la narrativa islámica, cuando el ejército de Abraha se acercaba a La Meca, el elefante se negó a avanzar hacia la Kaaba. Se dice que el elefante se detuvo y se negó a moverse más allá de un punto específico, a pesar de los intentos de los soldados y su líder, Abraha, de hacerlo avanzar. Según la tradición, Dios intervino y envió una bandada de aves (posiblemente aves llamadas «ababil») que arrojaron piedras pequeñas desde el aire hacia el ejército de Abraha, causando una gran destrucción y derrota para sus fuerzas. Esta intervención divina se considera un milagro y se conmemora en la tradición islámica como un evento que demostró el poder y la protección de Dios sobre la Kaaba y los creyentes.

El relato del «Año del Elefante» es significativo en la tradición islámica porque marca un momento crucial en la historia árabe preislámica y se considera un evento que preparó el escenario para el surgimiento del profeta Mahoma y el establecimiento del Islam en la región. La historia también resalta la importancia de la fe y la confianza en la protección divina, así como la idea de que Dios es el guardián supremo de los lugares sagrados y de aquellos que buscan refugio en Él.

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