Cómo tratar el varicela en niños: Alivio del dolor, fiebre, picazón y el papel del cuidado de las uñas
La varicela, conocida comúnmente como “lechina” o “chickenpox” en inglés, es una infección viral altamente contagiosa que afecta principalmente a los niños. Esta enfermedad, causada por el virus varicela-zóster, se caracteriza por la aparición de un sarpullido que evoluciona en pequeñas ampollas llenas de líquido. Aunque en la mayoría de los casos la varicela es leve, puede ser incómoda debido a síntomas como fiebre, dolor, picazón intensa y malestar general. En este artículo, exploraremos cómo los analgésicos, antipiréticos, antihistamínicos, y el cuidado adecuado de las uñas pueden ayudar a minimizar las molestias y complicaciones de la varicela en los niños.
Alivio del dolor y la fiebre
Uno de los síntomas más comunes de la varicela es la fiebre, que puede causar incomodidad y malestar en los niños. Para controlar la fiebre y aliviar el dolor asociado, se pueden utilizar antipiréticos y analgésicos como el paracetamol. El paracetamol es seguro y efectivo para reducir la fiebre y aliviar el dolor en niños. Sin embargo, es importante seguir las dosis recomendadas por el pediatra y evitar el uso de aspirina, ya que se ha asociado con el síndrome de Reye, una condición rara pero grave.
Control de la picazón
La picazón intensa es uno de los síntomas más molestos de la varicela. La picazón no solo es incómoda, sino que también puede llevar a que los niños se rasquen, lo que aumenta el riesgo de infecciones secundarias y cicatrices. Para controlar la picazón, se pueden emplear varias estrategias:
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Antihistamínicos: Los antihistamínicos como la difenhidramina (Benadryl) pueden ser eficaces para reducir la picazón. Estos medicamentos pueden ser administrados por vía oral y suelen ser recomendados por los médicos en dosis adecuadas según la edad y peso del niño.
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Lociones calmantes: Lociones como la calamina pueden aplicarse sobre la piel para aliviar la picazón. Estas lociones tienen un efecto refrescante y pueden calmar la irritación de las ampollas.
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Baños de avena: Los baños de avena coloidal son otro remedio casero que puede ayudar a aliviar la picazón. La avena tiene propiedades antiinflamatorias y puede calmar la piel irritada.
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Ropa cómoda y fresca: Vestir al niño con ropa holgada y de algodón puede evitar la irritación adicional de la piel.
Prevención de complicaciones: El cuidado de las uñas
El cuidado de las uñas es un aspecto crucial para evitar complicaciones durante un brote de varicela. Las uñas largas y sucias pueden causar lesiones en la piel cuando los niños se rascan, lo que a su vez puede llevar a infecciones bacterianas secundarias y cicatrices permanentes. Aquí hay algunas recomendaciones para el cuidado de las uñas durante la varicela:
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Mantener las uñas cortas: Es importante cortar las uñas del niño regularmente durante el curso de la enfermedad. Las uñas cortas reducen el riesgo de que el niño se lastime la piel al rascarse.
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Mantener las manos limpias: Asegurarse de que el niño se lave las manos con frecuencia también es esencial para prevenir infecciones. El uso de un desinfectante de manos puede ser útil si el lavado con agua y jabón no es práctico.
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Usar guantes suaves: En los casos en que la picazón sea muy intensa, puede ser útil que el niño use guantes suaves mientras duerme para evitar que se rasque involuntariamente.
Otras medidas para aliviar los síntomas
Además de los tratamientos mencionados, existen otras medidas que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la varicela en los niños:
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Hidratación adecuada: Mantener al niño bien hidratado es fundamental. La fiebre y el malestar general pueden hacer que el niño pierda líquidos, por lo que es importante ofrecerle agua, jugos naturales, o soluciones de rehidratación oral con frecuencia.
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Descanso: El descanso es vital para que el cuerpo del niño combata la infección. Asegurarse de que el niño tenga un ambiente tranquilo y cómodo para descansar contribuirá a una recuperación más rápida.
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Alimentación suave: Dado que las ampollas también pueden aparecer en la boca, es recomendable ofrecer alimentos blandos y fríos que no irriten las lesiones orales. Helados de agua, yogur y purés son opciones adecuadas.
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Evitar la exposición al sol: Las ampollas de la varicela son sensibles y pueden dejar cicatrices si se exponen al sol. Es recomendable mantener al niño en interiores o en áreas sombreadas hasta que las ampollas hayan sanado completamente.
Conclusión
La varicela es una enfermedad común en la infancia, pero con los cuidados adecuados, es posible minimizar las molestias y prevenir complicaciones. El uso de analgésicos y antipiréticos, junto con antihistamínicos para la picazón, puede ayudar a que el niño se sienta mejor durante el curso de la enfermedad. Además, el cuidado regular de las uñas y la higiene de las manos son fundamentales para evitar infecciones secundarias. Con estas medidas, los padres pueden ayudar a sus hijos a sobrellevar la varicela de manera segura y cómoda, asegurando una recuperación sin complicaciones.