Nutrición embarazada

Alimentación en el séptimo mes

El embarazo es una etapa única en la vida de una mujer, y el séptimo mes es crucial tanto para la madre como para el bebé. Durante este período, el desarrollo fetal sigue siendo rápido, lo que implica que las necesidades nutricionales de la madre aumentan considerablemente. Por lo tanto, es fundamental que las mujeres embarazadas se concentren en llevar una dieta equilibrada y adecuada, rica en nutrientes que favorezcan el crecimiento del bebé y mantengan a la madre saludable.

Importancia de la nutrición en el séptimo mes de embarazo

En el séptimo mes de embarazo, el bebé está comenzando a ganar peso rápidamente, y sus órganos continúan desarrollándose. En este mes, el sistema nervioso, los pulmones y el cerebro del bebé continúan su desarrollo, por lo que es crucial que la madre reciba los nutrientes adecuados para apoyar estos procesos. A su vez, la madre también experimenta varios cambios fisiológicos y hormonales, por lo que su dieta debe adaptarse a estos cambios.

Una dieta equilibrada y saludable ayuda a la madre a mantener niveles adecuados de energía, prevenir complicaciones como la anemia y la hipertensión gestacional, y a evitar el aumento excesivo de peso, lo que puede traer riesgos tanto para la madre como para el bebé.

Nutrientes esenciales para la madre y el bebé en el séptimo mes

1. Proteínas

Las proteínas son fundamentales para el crecimiento celular del bebé y para la reparación de los tejidos de la madre. Durante el séptimo mes, las necesidades proteicas aumentan debido al desarrollo muscular y cerebral del bebé. Las proteínas también juegan un papel importante en el sistema inmunológico de la madre.

Alimentos ricos en proteínas incluyen:

  • Carnes magras como pollo, pavo y ternera.
  • Pescados como el salmón (rico en ácidos grasos omega-3).
  • Huevos.
  • Lácteos bajos en grasa.
  • Legumbres como lentejas, frijoles y garbanzos.

2. Ácidos grasos omega-3

Los ácidos grasos omega-3 son esenciales para el desarrollo del cerebro y los ojos del bebé. Además, tienen propiedades antiinflamatorias que ayudan a la madre a prevenir enfermedades cardíacas y a mantener una piel saludable.

Fuentes ricas en omega-3 incluyen:

  • Pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas.
  • Frutos secos como nueces y almendras.
  • Semillas de chía y de lino.
  • Aceite de oliva y aguacates.

3. Hierro

El hierro es vital durante el embarazo, especialmente en el séptimo mes, debido a que la sangre de la madre debe aumentar para suministrar oxígeno al bebé. La deficiencia de hierro puede llevar a la anemia, lo que puede causar fatiga y complicaciones en el parto.

Fuentes de hierro incluyen:

  • Carnes rojas magras como res y cordero.
  • Pavo y pollo.
  • Espinacas y otras verduras de hojas verdes.
  • Legumbres como lentejas y garbanzos.
  • Frutos secos como almendras y nueces.
  • Cereales fortificados con hierro.

Es importante recordar que la vitamina C ayuda a la absorción del hierro, por lo que es recomendable combinar alimentos ricos en hierro con frutas y verduras que contengan esta vitamina, como los cítricos, el pimiento y el brócoli.

4. Calcio

El calcio es esencial para el desarrollo de los huesos y dientes del bebé. También es necesario para la salud ósea de la madre, que puede verse comprometida debido al aumento de las demandas de calcio durante el embarazo. Una ingesta insuficiente de calcio puede llevar a un aumento en la pérdida de masa ósea en la madre.

Alimentos ricos en calcio incluyen:

  • Productos lácteos como leche, yogur y queso.
  • Verduras de hojas verdes como el brócoli, la col rizada y las espinacas.
  • Pescados enlatados con huesos, como las sardinas y el salmón.
  • Tofu y productos a base de soja.

5. Ácido fólico

El ácido fólico es una vitamina B esencial que ayuda a prevenir defectos en el tubo neural del bebé. Aunque se recomienda comenzar a tomar ácido fólico desde el inicio del embarazo, mantener su consumo durante todo el embarazo sigue siendo importante.

Fuentes de ácido fólico incluyen:

  • Vegetales de hojas verdes como espinacas, lechuga y acelga.
  • Frutas como naranjas y plátanos.
  • Legumbres como frijoles y lentejas.
  • Cereales fortificados con ácido fólico.

6. Fibra

La fibra es crucial para prevenir el estreñimiento, un problema común durante el embarazo debido a los cambios hormonales y la presión del útero en el intestino. Además, la fibra ayuda a mantener un peso saludable y reduce el riesgo de diabetes gestacional.

Fuentes de fibra incluyen:

  • Frutas como manzanas, peras, y moras.
  • Verduras como zanahorias, calabaza y brócoli.
  • Cereales integrales como avena, quinoa y arroz integral.
  • Legumbres y nueces.

7. Vitaminas A, C y D

Estas vitaminas son esenciales para el buen desarrollo del bebé y para mantener la salud de la madre. La vitamina A es importante para la piel, los ojos y el sistema inmunológico del bebé. La vitamina C favorece la absorción de hierro y fortalece el sistema inmunológico. La vitamina D, en combinación con el calcio, es fundamental para la salud ósea del bebé.

Fuentes de estas vitaminas incluyen:

  • Vitamina A: Zanahorias, batatas, espinacas y otros vegetales de colores brillantes.
  • Vitamina C: Cítricos, fresas, pimientos, kiwi y tomates.
  • Vitamina D: Pescados grasos, yema de huevo y exposición moderada al sol.

Hidratación durante el séptimo mes de embarazo

La hidratación también es crucial durante el embarazo, especialmente en el séptimo mes, cuando la madre puede experimentar retención de líquidos o deshidratación debido al aumento del volumen sanguíneo. Beber suficiente agua ayuda a prevenir la deshidratación, mantiene la piel saludable, mejora la circulación y evita la aparición de hinchazón.

Se recomienda beber entre 8 a 10 vasos de agua al día, y si es necesario, consumir líquidos adicionales como jugos naturales, caldos o infusiones sin cafeína.

Alimentos a evitar

Aunque hay una variedad de alimentos saludables que se deben incluir en la dieta durante el embarazo, también hay ciertos alimentos que se deben evitar, especialmente en el séptimo mes, cuando el cuerpo está bajo un mayor estrés debido al aumento del tamaño del útero y los cambios hormonales.

  • Pescados con alto contenido de mercurio: Evitar pescados como el tiburón, pez espada y el atún rojo, que pueden tener niveles elevados de mercurio, lo cual es perjudicial para el desarrollo del sistema nervioso del bebé.
  • Carnes y embutidos crudos o poco cocidos: Evitar productos como el sushi, carnes poco cocidas o embutidos crudos, ya que pueden estar contaminados con bacterias o parásitos, como la toxoplasmosis o listeria.
  • Cafeína: Limitar el consumo de cafeína, que se encuentra en el café, té, bebidas energéticas y refrescos, ya que en exceso puede afectar el desarrollo fetal y causar insomnio o ansiedad en la madre.
  • Alcohol: El consumo de alcohol está estrictamente prohibido durante todo el embarazo, ya que puede causar trastornos del desarrollo fetal, conocidos como los trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF).

Planificación de comidas

El plan de alimentación durante el séptimo mes debe ser variado y equilibrado, combinando fuentes de proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales. Se recomienda hacer de 4 a 6 comidas pequeñas al día para evitar molestias digestivas y garantizar un suministro constante de nutrientes para la madre y el bebé.

Ejemplo de un menú diario:

  • Desayuno: Avena con leche, rodajas de plátano, nueces y una taza de té de hierbas sin cafeína.
  • Merienda: Yogur natural con frutas frescas y un puñado de almendras.
  • Almuerzo: Pollo a la parrilla con quinoa, ensalada de espinacas, tomate, zanahoria y aceite de oliva.
  • Merienda: Un batido de frutas con espinacas, leche y semillas de chía.
  • Cena: Pescado al horno con batatas asadas y brócoli al vapor.

Conclusión

El séptimo mes de embarazo es un momento crucial en el desarrollo fetal, y la nutrición adecuada es esencial para asegurar que tanto la madre como el bebé estén saludables. Incluir una variedad de alimentos ricos en proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales, además de mantener una buena hidratación, ayudará a enfrentar los cambios físicos y garantizará un embarazo más saludable. Como siempre, es recomendable consultar con un médico o nutricionista para personalizar la dieta según las necesidades específicas de cada mujer embarazada.

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