Oído, nariz y garganta

Adenoides agrandadas en niños

Las adenoides o «laniyya» en los niños: síntomas, diagnóstico y tratamiento

Las adenoides, también conocidas como «laniyya» en algunas regiones árabes, son pequeñas masas de tejido que se encuentran en la parte posterior de la nariz, cerca de la garganta. Aunque este tejido es una parte natural del sistema inmunológico de los niños, en algunas ocasiones pueden agrandarse y causar diversos problemas de salud. Esta condición, que se conoce como hipertrofia adenoidea, puede afectar gravemente el bienestar general de los niños, interrumpiendo su respiración, sueño y desarrollo. Es crucial comprender los síntomas, las causas, el diagnóstico y los tratamientos disponibles para manejar este trastorno.

¿Qué son las adenoides?

Las adenoides son una de las primeras líneas de defensa del cuerpo contra las infecciones. Están localizadas en la parte posterior de la nariz, cerca del conducto que conecta la nariz con la garganta. Su función principal es filtrar y atrapar los gérmenes que entran por la nariz, como virus y bacterias, y evitar que lleguen a los pulmones.

En los primeros años de vida, las adenoides son bastante grandes y desempeñan un papel crucial en la protección del cuerpo. Sin embargo, a medida que el niño crece, las adenoides suelen disminuir de tamaño. En algunos casos, especialmente si el niño sufre de infecciones respiratorias frecuentes o si existen predisposiciones genéticas, las adenoides pueden agrandarse y generar complicaciones.

Causas de la hipertrofia adenoidea

El agrandamiento de las adenoides puede ser causado por una variedad de factores, siendo la infección respiratoria la más común. Las infecciones virales o bacterianas recurrentes pueden inflamar las adenoides y hacer que crezcan. Además, los niños con antecedentes familiares de problemas respiratorios o alergias tienen un mayor riesgo de desarrollar este trastorno.

Otras causas posibles de la hipertrofia adenoidea incluyen:

  1. Infecciones respiratorias recurrentes: Los resfriados comunes, la faringitis y otras infecciones de las vías respiratorias pueden inflamar las adenoides de manera crónica.
  2. Alergias: Los niños que son alérgicos a ciertos alimentos, polvo, moho, polen o caspa de animales, son más propensos a tener inflamación en las adenoides.
  3. Condiciones hereditarias: Si uno o ambos padres tienen antecedentes de hipertrofia adenoidea o problemas respiratorios, el niño puede estar predispuesto a desarrollar la condición.
  4. Exposición a irritantes ambientales: El humo de tabaco y otros contaminantes del aire pueden agravar la inflamación de las adenoides.

Síntomas de las adenoides agrandadas en los niños

El agrandamiento de las adenoides puede presentar una serie de síntomas que pueden variar en intensidad. Algunos niños pueden experimentar solo leves molestias, mientras que en otros, los síntomas pueden ser graves y afectar significativamente su calidad de vida. Los síntomas más comunes incluyen:

  1. Dificultades para respirar por la nariz: Cuando las adenoides se agrandan, pueden bloquear las vías respiratorias nasales, lo que dificulta la respiración a través de la nariz. Los niños pueden respirar por la boca, especialmente durante el sueño o cuando están activos.

  2. Ronquidos y apnea del sueño: Los niños con adenoides agrandadas a menudo roncan mientras duermen debido a la obstrucción parcial de las vías respiratorias superiores. En algunos casos, esto puede dar lugar a episodios de apnea del sueño, donde la respiración se interrumpe brevemente durante el sueño.

  3. Infecciones del oído recurrentes: Las adenoides están cerca de los tubos de Eustaquio, que conectan la nariz con los oídos. Si las adenoides se agrandan, pueden interferir con el drenaje adecuado de los fluidos en el oído medio, lo que aumenta el riesgo de infecciones de oído recurrentes.

  4. Problemas de audición: El agrandamiento de las adenoides puede bloquear parcialmente el conducto auditivo, lo que puede afectar la audición del niño, haciendo que se sienta como si estuviera «sordo» o tuviera dificultad para escuchar con claridad.

  5. Dificultades para tragar y hablar: En algunos casos, las adenoides agrandadas pueden interferir con la deglución y el habla. El niño puede desarrollar una voz nasal o experimentar dificultades al comer.

  6. Tos persistente: En niños con adenoides agrandadas, la tos puede ser persistente, especialmente si las adenoides están bloqueando la parte posterior de la nariz y causando una irritación constante.

  7. Dolor de garganta: Debido a la inflamación de las adenoides, algunos niños pueden quejarse de dolor de garganta o molestias constantes en la parte posterior de la boca.

Diagnóstico de las adenoides agrandadas

El diagnóstico de la hipertrofia adenoidea se basa en una combinación de evaluación clínica y pruebas diagnósticas. El médico realizará una evaluación exhaustiva del historial médico del niño, examinará los síntomas y llevará a cabo un examen físico para determinar la causa de los problemas respiratorios.

En algunos casos, el médico puede recomendar las siguientes pruebas:

  1. Examen físico: Durante el examen físico, el médico puede observar signos de dificultad respiratoria, como respiración por la boca, ronquidos y problemas de audición. También puede usar un espéculo nasal para inspeccionar la nariz y detectar posibles obstrucciones.

  2. Radiografías: Una radiografía lateral de la cabeza o de las vías respiratorias superiores puede mostrar el tamaño de las adenoides y su grado de obstrucción.

  3. Endoscopia nasal: En algunos casos, se puede realizar una endoscopia nasal, donde un pequeño tubo con una cámara se inserta a través de la nariz para ver directamente las adenoides y su tamaño.

  4. Pruebas de audición: Si se sospecha que las adenoides agrandadas están afectando la audición, el médico puede recomendar una prueba de audición para evaluar si hay pérdida auditiva.

Tratamiento para las adenoides agrandadas

El tratamiento para las adenoides agrandadas dependerá de la gravedad de los síntomas y de la respuesta del niño a las opciones terapéuticas. En muchos casos, el tratamiento conservador puede ser efectivo, pero en situaciones más graves, puede ser necesario recurrir a la cirugía.

  1. Tratamiento conservador:

    • Descongestionantes y aerosoles nasales: Estos medicamentos pueden ayudar a reducir la inflamación de las adenoides y mejorar la respiración. Sin embargo, su uso debe ser supervisado por un médico, ya que el uso prolongado de ciertos medicamentos puede tener efectos secundarios.
    • Antibióticos: Si las adenoides agrandadas están causando infecciones repetidas de las vías respiratorias o del oído, el médico puede recetar antibióticos para tratar la infección subyacente.
    • Tratamiento de alergias: Si las alergias son un factor desencadenante de la inflamación de las adenoides, el tratamiento de las alergias con antihistamínicos o medicamentos nasales puede ser beneficioso.
  2. Cirugía (adenoidectomía):
    Si el agrandamiento de las adenoides causa problemas respiratorios graves, infecciones recurrentes o afecta la calidad de vida del niño, el médico puede recomendar una adenoidectomía. Este procedimiento quirúrgico implica la eliminación de las adenoides a través de la boca, sin necesidad de incisiones externas. Es un procedimiento relativamente seguro y eficaz que puede aliviar los síntomas en la mayoría de los casos.

Prevención de las adenoides agrandadas

Si bien no es posible prevenir por completo la hipertrofia adenoidea, existen algunas estrategias para reducir el riesgo de que se agranden:

  • Evitar las infecciones respiratorias: Mantener a los niños alejados de personas enfermas y asegurarse de que reciban las vacunas adecuadas puede ayudar a reducir el riesgo de infecciones.
  • Controlar las alergias: Identificar y tratar las alergias puede reducir la inflamación de las adenoides.
  • Evitar el humo del tabaco y la contaminación: El humo de tabaco y otros contaminantes pueden agravar la inflamación de las adenoides, por lo que es recomendable evitar la exposición a estos irritantes.

Conclusión

Las adenoides agrandadas en los niños son una condición común que puede causar una variedad de síntomas que afectan la respiración, el sueño y la calidad de vida en general. Si bien muchas veces se resuelven con tratamientos conservadores, en algunos casos, la cirugía puede ser necesaria para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones graves. Como siempre, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y determinar el mejor plan de tratamiento para cada caso. Con el enfoque adecuado, la mayoría de los niños se recuperan completamente y pueden llevar una vida normal y saludable.

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